Si algo han venido a demostrar las muy cavernícolas y mucho cavernícolas reacciones ciudadanas con respecto a la autora confesa del espantoso asesinato del niño Gabriel Cruz, es que urge despenalizar el llamado "delito de odio". O eso o, en justicia de esta "justicia" del ojo por ojo y las mazmorras y hasta el garrote vil que con tanta vehemencia hoy reclamamos, una buena parte de los españoles deberíamos ir ya camino de dar con nuestros huesos en el trullo.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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