Puede, lector amigo,
que pienses "oh, qué bueno,
por comprensible, este poema."
Te estarás engañando;
jamás entenderás
esta ni cualquier otra sucesión de palabras
nacidas de las tripas de un poeta.
Pero, tranquilo, es lógico; este mundo
efímero, con todas
sus manifestaciones,
no es más que un accidente
sin sentido y, por tanto,
no tiene explicación posible. Acaso,
de ahí tanto dolor, dolor, espanto;
de ahí tanta belleza.
Ilustración: Martha Poly.
1 comentario:
Te estás poniendo tan nublado -por nihilista- como este tiempo primaveral. Ánimo, que vendrán los días azules y soleados
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