(Por el culo te la hinco.)
Grandes hombres de Estado —es un decir—,
puestos, en el lugar de privilegio
que ocupan, por las mafias
del totalitarismo financiero,
se han puesto a legislar contrarreloj
a fin de mitigar de modo urgente
las graves consecuencias de los cambios
que el hombre ha generado en torno al clima.
Artículo primero:
Una extinción masiva está a las puertas.
Artículo segundo: Haremos todo
lo que sea necesario
para salvar el culo.
El nuestro y el de todos.
—Esto último tal vez
acabé eliminándose
de la versión final
por ser, por redundante,
del todo innecesario.
Disposición final:
Está la cosa chunga.
Pero no nos rendimos.
(Mas la letra pequeña,
la no escrita, revela
que es más fiero el leon
de como nos lo pintan.
"Estos seis mil artículos
se resumen en dos:
Este texto legal no es más que puro
teatro, una milonga
destinada a embaucar al populacho;
y esto se va al carajo, así que para
lo poco que nos queda en el convento,
pondremos una vela
a Dios y otra al Diablo,
en tanto continuamos, ¡qué demonios!,
cagándonos adentro.")
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