Qué feos mis poemas.
Carecen del aroma
fragante de las flores
y de las tibias notas
de pájaros cantando
al frescor del rocío
del alba en primavera.
Mis poemas apestan,
están hechos de noches
de fiebre sin estrellas,
de mórbidos coágulos,
de batallas perdidas
sin lucha cuerpo a cuerpo,
de espanto y de silencio,
de muertos insepultos
con el párpado abierto,
de olvido, hiel, lamentos,
de otoños que diluvian
ceniza y polvo seco,
de invierno y desencanto,
de una flor consumida
por la sed del destiempo.
de espinos y alambradas,
de andenes solitarios
enclaustrando a un espectro,
de abismos sin aurora.
Qué feos mis poemas.
Qué feos
- - - - - - - - y qué ciertos.
Ilustración: Gula, de Pieter Bruegel el Viejo.
7 comentarios:
Buen poema, en ritmo e imagenes y ¡que gran final! , un remate soberbio para la vida y la escritura...un abrazo.
Pues me sumo a la reflexión de prometeo.Un ritmo fantástico y unas imágenes concatenadas que van delimitando lo que realmente es tu universo poético. sabes que tengo debilidad por tus versos así que no soy imparcial pero disfruto tanto con tu poesía...
Un enorme abrazo
chapeau¡, nà que decir. Un abrazo.
La verdad es que no creo que sean feos, al contrario, creo que tienen todo lo opuesto de lo que dices.
Un besote enorme,
Andri
Tu poesía es cierta, certera, da donde duele, donde escuece. No babea noches perfectas de lujuria novelesca, ni amores tibios, ni encuentros boreales.
Entro, leo, siento y salgo más entera y con menos besos en mi haber...
va el namber faiv ;))
Y a mi me gustan tus poemas, fíjate! Ciertos o no, desgarrados y vivos, de otoños o primaveras... Me gustan siempre.
Besos
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