Rayando lo impecable, en lo relativo a la coherencia entre la ideología que defiende y sus actos, debe andar la conducta de Alberto Garzón, para que, a fin de tratar de desacreditarlo, los descerebrados fascistas de toda la vida de este país de todos los demonios como dios manda, tengan que acudir a argumentos tan estúpidos y sin sustancia como que el Coordinador General de IU se pegase con unos amigos un chapuzón en una piscina o que en la celebración de su futura boda se vayan a servir gambas de Huelva y jamón de Jabugo. Más necios y no nacen.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Que sean felices y coman perdices
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