sábado, 5 de abril de 2014

El sueño de Adán

Dios creó al hombre y, viéndolo
solo en el paraíso,
le sacó una costilla
y con ella creó la primera mujer
–según nos cuenta el Génesis.
Y a partir de ese instante
el hombre la creyó
creada para servirlo,
para satisfacer
su apetito y caprichos,
para hacerle de mula,
para hacerle la cama,
la colada, la cena,
el amor aun no amándolo,
para asarla al carbón
o comérsela cruda
luego de una somanta
inhumana de palos
a objeto de ablandarla.
Y desde entonces las mujeres paren
crean vida, dan su vida
cuidando, amamantando
sin distinción de sexos
al fruto de su vientre,
haciendo camas, cenas,
el amor, la colada,
como mulas, asadas
al carbón, o apaleadas,
temblorosas y crudas.
Y dios, ese grandioso
ingeniero genético,
observa como el sueño
de Adán es pesadilla
para Eva, y no hace nada.
¡Padre!, por qué demonios
nos has abandonado.
(Silencio)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya lo dice la oración "desventuradas hijas de Eva"... bello poema feminista