lunes, 30 de septiembre de 2013

Cansancio


raído por el árido
polvo aleado al viento
alza al cielo los brazos
implorando no sabe
si la lluvia o el rayo

Las décadas olvidadas (3): Los superhéroes de moda (Carlos Parejo)


Cada semana, con mi hermano mayor, esperábamos con ilusión que llegaran nuestros tebeos favoritos al quiosco de prensa: Hazañas bélicas, El Capitán Trueno, El Jabato… Y leyéndolos nos sentíamos tan atrevidos y aventureros como nuestros superhéroes, ayudados por la febril imaginación de la adolescencia.

Medio siglo después los videojuegos de aventuras y hazañas bélicas cumplen la misma función durante las sobremesas de mi sobrino Jorge Ángel y sus amigos. Por unas horas se evaden de su hogar con la imaginación. Su mirada queda atrapada en el ordenador. Su sistema nervioso adquiere una tensión extrema para teclear la orden correcta y participar como un superhéroe virtual en las aventuras y peligros que le va planteando la maquinita en un escenario post-nuclear.

Ni ellos ni nosotros somos ni seremos súper-héroes en el mundo real de nuestra gran ciudad. Todo está demasiado controlado y dirigido, demasiado organizado como para volvernos rutinarios y no salirnos de los caminos trazados. Todo lo más, al ir a alguna excursión montañera sentiremos que somos momentáneamente, como el poderoso Capitán Trueno, capaces de salvar victoriosamente los obstáculos de la naturaleza.

(¢) Carlos Parejo Delgado

domingo, 29 de septiembre de 2013

El espejo de la melancolía (LXX)


lujuria de atrapar
la lluvia entre los hilos
de una tela de araña

Breve alegato en favor de un amigo


es

en verdad

un tanto ególatra

pero quién no se mira
a menudo el ombligo

ese abismo sin límites
donde radica el hambre
y la luz de la vida

Ilustración: John William Waterhouse

sábado, 28 de septiembre de 2013

Letra pequeña


Estaba más buena que un queso –no alcanzo a comprender el motivo por el que, siempre que pienso en ella, se instala en mi mente la imagen sublimada de un enorme y cremoso queso de tetilla, abarrotándola. Pero dejémonos de divagaciones que nada aportan en lo esencial a esta historia-. Estaba más buena que un queso y, amén de un ser magnético, era recolectora de almas. Todo empezó por necesidad –a fin de alimentar su día a día más desnutrido espíritu vacío-, pero bien pronto se vio iluminada por una vocación sincera e irrefrenable que la hizo ascender de manera meteórica –qué poco me ha gustado siempre utilizar esta expresión... Pero bien pronto se vio iluminada por una vocación sincera e irrefrenable que la hizo subir como la espuma –sí, mucho mejor así- en el escalafón de los recolectores de almas, alejándola de la aldea. Después de tantos años, y aun sin dejar nunca de tener la esperanza cierta de que terminaría regresando, todavía hay noches en las que no puedo evitar llorar su ausencia. ¿He dicho que era recolectora de almas? No es cierto. Es recolectora de almas; y hace un instante la he presentido acechándome tras la puerta. Pero ha llegado tarde. No sé de dónde sacaré fuerzas suficientes para soportar tener que estar llevando cada día flores negras a su tumba hasta el fin de los tiempos. Pero un trato es un trato, qué demonios.

Tiempo e involución: cambio de huso horario


Según aparece en diversos medios, el Congreso de los Diputados se está planteando solicitar la realización de un estudio al Gobierno para "conocer en detalle cuál sería la incidencia económica global de un posible cambio de huso horario en España y de una racionalización de los horarios laborales, para favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral”. Y es que nuestros sesudos y abnegados políticos andan dando vueltas a este asunto por los, según parece quieren hacer que pensemos, nada despreciables beneficios que tal medida tendría sobre la calidad de vida de los españoles. Porque, aparentemente, para los próceres patrios y aquellos que los asesoran en tan trascendental asunto, el revolucionario cambio acabaría con el casi apocalíptico desfase que nuestros horarios mantienen en relación con los ritmos solares, los cuales, según una visión muy restrictiva de los ritmos naturales, vienen regulando desde siempre los usos y costumbres del ser humano. Con el cambio, por tanto, acabaríamos con una abominable anomalía horaria y ganaríamos tiempo para la vida.

En cualquier caso, no seré yo quién ose discutir a los expertos los beneficios de una correcta adecuación de los ritmos de la vida del ser humano no ya a los del curso solar, sino a los propios de la Naturaleza. Pero lo que es absolutamente inadmisible es comulgar con la rueda de molino de que, tras el cambio más o menos en ciernes, el astro rey pasaría a regir más adecuadamente los tan trastornados biorritmos de los españoles desde que a principios de la criminal Dictadura de Franco se decidiese ajustar el horario patrio al de la Alemania entonces nazi.

Porque, seamos serios, esa supuesta armonía entre los ritmos naturales y los de la vida humana hace ya mucho que pereció sacrificada para mayor gloria de la acumulación de capitales. En este sentido resultan notoriamente esclarecedoras las acertadas reflexiones que en su día formuló Lewis Mumford al respecto.

En "Técnica y civilización" nos dice: "El reloj (mecánico), no la máquina de vapor, es la máquina-clave de la moderna edad industrial (...) El reloj (...) por su naturaleza esencial disocia el tiempo de los acontecimientos humanos y ayuda a crear la creencia en un mundo independiente de secuencias matemáticamente mensurables: el mundo especial de la ciencia (...) En términos del organismo humano mismo, el tiempo mecánico es aún más extraño: en tanto la vida humana tiene sus propias regularidades, el latir del pulso, el respirar de los pulmones, éstas cambian de hora en hora según el estado de espíritu y la acción, y en el más largo lapso de los días, el tiempo no se mide por el calendario sino por los acontecimientos que los llenan (...) Cuando se considera el tiempo, no como una sucesión de experiencias, sino como una colección de horas, minutos y segundos, aparecen los hábitos de acrecentar y ahorrar el tiempo. El tiempo cobra el carácter de un espacio cerrado: puede dividirse, puede llenarse, puede incluso dilatarse mediante el invento de instrumentos que ahorran el tiempo. El tiempo abstracto se convirtió en el nuevo ámbito de la existencia. Las mismas funciones orgánicas se regularon por él: se comió, no al sentir hambre, sino impulsado por el reloj. Se durmió, no al sentirse cansado, sino cuando el reloj nos exigió (...) El moderno sistema industrial podría prescindir del carbón, del hierro y del vapor más fácilmente que del reloj."

Así, la medición y compartimentación del tiempo al servicio del productivismo y no de la vida terminó por disociar completamente y hasta la fecha los ritmos naturales de los de la vida del ser humano. En este sentido, qué duda cabe, el reloj es también un instrumento que nos encadena a la maquinaria capitalista. Así que, mucho me temo, más en el actual contexto en el que todo hace pensar que los estamentos del poder operan con la intención de hacernos transitar por la vía involucionista que conduce a la reinstauración del esclavismo, esta nueva vuelta de tuerca al tiempo en España con el huso horario como protagonista, más que concedernos tiempo y conciliar la vida laboral con la familiar, es probable que pretenda todo lo contrario: robarnos un poco más de nuestro tiempo y de nuestras vidas para ponerlos una vez más al servicio del capitalismo en esta nueva fase esclavista en la que ya comenzamos a estar inmersos.

viernes, 27 de septiembre de 2013

El espejo de la melancolía (LXIX)


ovillado en el útero
paternal de la noche
sueña que nunca ha sido

Fotografía: Misha Gordin

A la "famiglia" Popular

Cuándo terminará esta travesía
sin fin por la región de los quebrantos,
por cuántos años más, por cuántos, cuántos,
el hambre y las mordazas todavía.

Devolvednos el pan y la poesía,
quedaos con vuestro circo, vuestros santos,
vuestra honda sed de sangre y vuestros cantos
carentes de ternura y alegría.

Devolvednos la paz, la remembranza
de aquellos que quisieron por legado
dejarnos una España de esperanza
en vez de vuestra Marca España a saldo.

Y, cómo no exigir que, sin tardanza,
devolváis, forajidos, lo robado.

jueves, 26 de septiembre de 2013

E.O.

va
por la vida
sin hacer el mal

pero a conciencia    y puede
que el día que se vaya a hacer puñetas
sea sin haber logrado
hacer el bien o al menos
alguna cosa bien

pero de suceder
y no sería un caso extraordinario
no será por no haberlo

intentado


pero a conciencia

A un tiempo alfa y omega


"Y, cuando en el terceto último entramos,
es para ver con experiencia vana
que se acaba el soneto... Y que nos vamos."

Manuel Machado

Dijo Manuel Machado que la vida
viene a caber entera en un soneto;
y yo he de matizar, desde el respeto,
que en tantas ocasiones su medida

se ve criminalmente reducida
que apenas da para el nimio boceto
de un verso inacabado en un cuarteto
sin rima, ritmo alguno ni medida.

Y aquel primer cuarteto de Machado
-la infancia- muere hambriento, de malaria,
con moscas en los labios, devorado

aún vivo por una horda milenaria
de mercaderes truhanes, y olvidado
de hasta la flor y nata literaria.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Fray Luis de Borbón


Aunque lo cierto es, ¡joder!,
que el quirófano me espera
por problemas de cadera,
os repito, como ayer
ya os dije, "voy al taller
a reparar un neumático".
Pues soy mucho más simpático,
ocurrente y campechano
que otro cualquier soberano
del contexto democrático.

La cadera (Agustín Casado)

Aunque en pie sean dos fieras
y tengan como misión
darse de hostias mogollón,
zurrarse a modo y manera,
percutir el moretón,
sacudirse cual estera,
ponerte contra las cuerdas,
que escupas el protector,
la nariz hecha una mierda,
el ojo izquierdo un colchón
de amoratado color,
como un florete mi izquierda,
-tu derecha es un cañón-,
hacerte que el polvo muerdas,
arrearse hasta que pierdan
de dónde están la noción,
tomarse la delantera
en lo qu’es la puntuación,
que los puntos, campeón,
en las cejas te los dieran.
Aunque tengan la intención
sanguinaria y carnicera
de sacarte del ring fuera
de un uppercut al mentón,
hay una norma señera
a respetar, sí señor.
Y es que en llegando el dolor,
y tras la piña certera
de trapo tengan las piernas
y sonar no quiera el gong,
gancho, directo, uno-dos,
podran darse lo que quieran,
como arrean al punching ball.
Pero dejan de dar cera
hasta que cuenten entera
la cuenta de protección.
Y quizás lo mejor fuera
por ahorrarse el palizón
que volando del rincón
la toalla te rindiera.
Por eso, señor Borbón,
mientras su regia cadera
que parece de madera
lo retenga en la Quirón
peor que mal nacido fuera,
oportunista, un cabrón,
quien se tome la ocasión,
ventajista, ruín, artera,
de pedir su abdicación,
de recordar tan siquiera
cómo antes de que muriera
al enano de El Ferrol
le juró lealtad entera
jurando que sí, señor,
que el Movimiento soy yo.
Mala puñalá le dieran
a quien le miente ahora el Noos,
a la tiesa de su nuera,
o esa su real ceguera
pa’sus yernos, pa’los dos;
que uno tan listo saliera
y el otro tan tontorrón.
Malhaya quien adujera
denominación certera
la de su yate el Bribón.
O esa envidia puñetera
que a tan alto chicarrón
guapo y además ligón
nuestra lengua de portera
difama con el rumor
de que en asuntos de amor
se nos pone por montera
ley, prudencia y discreción;
total una bagatela,
la Corina en la Zarzuela,
doña Sofía en Londón.
Y en las cuestiones de tela
todo el mundo es un fisgón
que hay quien pide curiosón
husmearos la cartera.
O que tras pedir perdón
de aquella forma sincera
pediros cuentas quisieran
por un elefante o dos.
¡De don Juan herencia era
la cartilla de Geneva!
No señor, no seré yo
Quien emplee su cojera
pa’la puñalá trapera
por la espalda y a traición.
Tampoco usaré la treta
de decir que no sois vos
en caso de abdicación
el que hiciera la maleta,
que tras tanta operación,
tanta prótesis inserta,
tanto implante, cosa cierta,
más aquello del pulmón,
recambiado pieza a pieza
no sois ya el mismo Borbón.
Confiando y a la espera
De que amaine este follón
hago ahora una excepción
y a San Juan pongo una vela
deseando de corazón
que pronto esa su cadera
no precise de muleta
pa’bailar un reguetón.

Texto e ilustración: Agustín Casado

martes, 24 de septiembre de 2013

Adivinanza


¿Dónde es muy Popular
que vaya en sobre
lo que se entrega al rico
robando al pobre?

¿No lo adivinas?
Una pista: es el Reino
de la mentira.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Yo soy antiespañol, antiespañol, antiespañol


"El lugar no tiene representación porque su realidad y su representación no se diferencian. El lugar es el punto o el centro sobre el que se circunscribe el universo. La patria tiene límites o limita; el lugar, no. Por eso tal vez fuera necesario ser más lugareño y menos patriota para fomentar la universalidad."

José Ángel Valente


Porque de bien nacidos
es ser agradecidos,
es frecuente que el ser
humano se conciba,
tanto o más que del sitio
donde estuvo su cuna,
del lugar donde tiene
el plato en el que come
y el techo que lo abriga.
Es por esta razón
que, en plena posesión
de mis amotinadas
facultades mentales,
hoy me declaro apátrida
y, aun más, antipatriota.
Porque en este país
en el que, amén de haber
nacido, aún tengo, humildes,
mi hogar y mi chinero,
aquellos que presumen
de pedigrí patriota
han despojado, aleves,
a cuántos lugareños
de cuna o que llegaron
allende el mar huyendo
del hambre y la miseria,
de pan y de morada.
Yo soy antiespañol,
antiespañol -así
de claro- y me prometo
no renunciar a serlo
hasta ver enterrados
en el mar a estos pérfidos
vendepatrias que han hecho
de la patria su emblema
privativo y su coto;
hasta no sea devuelto
al pueblo lo robado
y amanezca una nueva
España que en lugar
de patria miserable
-prisión, mazmorra y tumba-
propiedad de unos pocos,
sea de todos un próvido
lugar para la vida.

Las décadas olvidadas (2): Los cinturones (Carlos Parejo)


Al principio de los sesenta, si un padre de familia se quitaba el cinturón era mal asunto. De hecho, era una de las armas punitivas domésticas más temidas. Si un joven llevaba la camisa por fuera de los pantalones era señal de poca educación y mucha rebeldía social. Se asociaba a temperamento delincuente y transgresor. Y las mujeres tenían cinturones no sólo para los pantalones, sino para cualquier vestido que se terciase, y con los colores a juego, naturalmente.

Medio siglo después, la moda de de los pantalones cagados - importada de los presidiarios neoyorquinos por diseñadores de culto-, y la moda sport y casual, están acabando con los cinturones. No hay hombre menor de treinta años que los use, y han ido siendo desterrados del guardarropa femenino. Los pantalones se sujetan ahora a la cintura, cuando están demasiado caídos, con un continuo y trabajoso ascenso manual, que ya parece formar parte de la vida cotidiana de cualquier mujer.

(¢) Carlos Parejo Delgado

domingo, 22 de septiembre de 2013

El espejo de la melancolía (LXVIII)

luto sin deudos
sobre tierras quemadas
copos de nieve

Porque vivimos a golpes

Se requieren poetas
de la inconsciencia.
Que escriban sin medir
las consecuencias.

Trovadores que midan
bien las palabras,
mas, sin mesura, el verbo
usen como arma.

Que den al poema
un ritmo penetrante
de metralleta.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Síndrome (Agustín Casado)

Hasta el gorro del verano
y de alertas de colores
que advierten de los calores
y de que niños y ancianos
sufren más de los rigores
del termómetro africano,
y de que venga un fulano,
descubra el Mediterráneo
y sabihondo te asesore
de que tengas siempre a mano
para que el sol no te insole
agua fresca, parasoles,
un bañata hawaiano
y una camisa de flores.
Hasta el gorro del verano,
harto de ritmos cubanos,
de salir buscando amores,
de ver en la tele un plano
de ese Ganges hasta insano
de una playa hasta los topes.
Hasta el gorro del verano,
de balconing y de atascos,
de los polos de sabores,
de la paella con ardores,
de los bíceps de gimnasio,
hasta arriba tatuados,
de la siesta y sus sopores,
de disputar el espacio,
de que todo va despacio,
de sobacos con sudores.
Hasta el gorro del verano,
de los líos de palacio,
entre iñakis y borbones,
y de los luises cabrones,
de comunicados vanos
de este hatajo de ladrones
a los que faltan cajones
en que ya meter la mano.
Talmente hasta los cojones,
ya les digo, de verano;
por mí pueden irse al guano
photo calls y otros tablones,
el glamour de los salones
el posado y el robado,
que pa’robos los tirones.
Harto estoy, que ya me he hartado
de viajar como ganado,
del drama de los vagones,
de Ryanair y sus aviones,
de la juerga y los follones
del vecino de aquí al lado,
de festivales ramplones,
(jo, tío, cómo te pones),
de montes achicharrados,
de cenas que se supone
destinan lo recaudado
a un plato de macarrones
para los desheredados
mientras ellos se han trincado,
epicúreos glotones,
lo mejor de los fogones,
cuatro platos, postre, helado,
y en el Hola retratados
de la caridá campeones.
Hasta el gorro del verano,
de mis parientes gorrones,
que me vienen, se supone,
porque salgo más barato,
cama, coche, ducha y plato,
que en hoteles y pensiones.
Hasta el gorro del verano.
Dicen las informaciones,
y yo que me alegro tanto,
que cumplió las previsiones,
que han venido no sé cuántos
y que ya es menos el llanto,
y menos de seis millones,
y que se den con un canto
en los dientes los llorones
que ya ven que las gestiones
buenos frutos vienen dando:
Treinta y uno entre botones,
camareros, recepciones …
del paro hemos rescatado.
Treinta y uno, algo es algo.
Hasta el gorro del verano.
Pero como ocurre siempre
ya por fin llegó Septiembre
cuando Agosto ha terminado.
Y no hay ya nadie que tiemble
por el síndrome chalado
del regreso y vuelta al tajo.
Qué chorrada del carajo;
un psicólogo eficiente
pa’consolar a la gente
que tenga el ánimo bajo.
No hay psicólogo, se siente,
que lo hemos mandado al paro.
Fría de sudor la frente
te castañetean los dientes
si a la vuelta del sombrajo
ves tú que no solamente
el psicólogo eficiente
se ha quedado sin trabajo.


Texto e ilustración: Agustín Casado

Desmemoria

hay una alfombra cáustica
tejida por los que huyen de la noche
para los pies de la odalisca hereje
y un tormento de huellas amputadas
danzando entre el silencio de las flores
que atándose a la fe de las cenizas
olvidaron su nombre

ungido por las sombras del eclipse
aúlla un cáliz de sangre degollado

viernes, 20 de septiembre de 2013

Seguidilla pecuaria

-Es un hierro candente
en las espaldas
agotadas del pueblo
la Marca España.

-Y a estos bandidos
¿puede algo detenerlos?
-La hoz y el martillo.

El "Principato"


Sólo fue un instante. Pero ese breve relámpago de sus devastadas lucidez y astucia iluminando de nuevo su ahora ya aséptico cerebro, le bastó para saltar sobre él por sorpresa y devorarlo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Corre, Lola, corre

Luego de establecer un nuevo récord
mundial para la media maratón
en la categoría de las más veteranas,
pronunció estas palabras desde lo alto del podio:
"Quisiera dedicar esta carrera
al Concejal de Tráfico
de la Corporación que hace ya tanto
gobierna en este nuestro Ayuntamiento.
Porque, a decir verdad,
cuando me decidí a ponerme en forma,
no fue pensando en algo ni de lejos
parecido a esta gesta. Fue por necesidad;
quería llegar un día
a cruzar sin apuros los semáforos."

Poemas serios (L)


Lo peor no es no saber
nada de ti ni, habiéndote
dado ya por perdida,
echarte tanto en falta.
Lo peor, esto tan grave,
punitivo, y sin tregua,
incrustándose a golpes,
en los nervios, las vísceras,
el aliento, la sangre,
los muñones y etcétera,
es no poder decírtelo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Los juegos (Agustín Casado)

Creo que desde Juan Valdez
no se había vuelto a oír
así imitar ni repetir
un anunció de café.
Creo que desde Benny Hill
nadie ha habido que en inglés
a la gente en teuveé
tanto haya hecho reir.
Y resulta que, ya ves,
ahora te pagan así.
Si reirse es ser feliz
no se explica uno el porqué
tenida por hazmerreír
doña Ana haya de ser.
O pudiera ser también
que fue el ridículo tanto
de tu intento de Esperanto
que por no volverte a oír
a las primeras de cambio
os tuviérais que ir
a llorar como en un tango.
Ya ves que no pudo ser,
palmito de maniquí,
vestido color rubí;
pues qué le vamos a hacer.
Ya has visto que por ahí
nos tratan a puntapiés
y tampoco a la tres
será olímpica Madrid.
Ya viste, señora dé,
ricitos de bigudí,
boquita de carmesí,
que al corrupto comité
se le da un maravedí
que tu invites a café
ni qué importante fue Él.
Les importa que tu speech
más parezca el paripé
de quien nunca ha puesto un pie
en Inlingua ni en Berlitz.
Y les preocupa también
que se nos suelan perder
los tubitos con pipí
pa’ la cosa del dopín.
Y no se fían tal vez,
marquesa de Chamberí,
duquesa de Lavapiés,
que vayamos a poder
por la cuestión baladí
del asunto del parné
terminar de construir
La Peineta, que al fin
y al cabo viene a ser
lo único que queda aquí,
como ya les dijo usté,
alcaldesa-porque-sí,
pa’qu’esté to’de postín.
Doscientos haciendo lobby,
humeante cual Chernobil,
entusiasmo, frenesí,
no para un minuto el móvil,
(¿o es acaso Chernóbil?
No sea que también a mí
por no hablar como Putín
me puteen estos señores)
sin novia se queda el Cobi,
que de juegos tararí.
Como me llamo Agustín
que a ofrecer vengo consuelo.
Que a esa moral por los suelos
y a la altura del serrín
haré levantar el vuelo,
marquesa de Chamartín.
Brindemos con un chin-chín
¡¡¿Qué no nos dieron los juegos?!!
¡Lo diréis con retintín,
ya estaban en el talego!
Olímpicos no desde luego,
pero el desprecio argentino
queriendo echar agua al vino
-contempladlo así, os lo ruego-
nos es más que un bulo mezquino,
que aunque no de origen griego
¿qué otra cosa sino juegos
albergará ese casino
que nos va a dejar un güevo?
Que firmado quedó el pliego,
que se le importa un comino
a este poblachón manchego
campeón en lo taurino
los cuatrocientos relevos,
y que puestos a hacer fuego
ahora que no quedan pinos
y a falta de pebetero,
prenderemos un veguero
y que siga Florentino
comprándonos delanteros.
Paisanos eurovegueros,
la maratón pa’los chinos
y, ¡señores, hagan juego!


Texto e ilustración: Agustín Casado

martes, 17 de septiembre de 2013

Poemas serios (XLIX)

Extremaunción del cántico:
mi voz petrificada
como única respuesta
al fragor del silencio.

Desde el otro lado


Se mira en la distancia y no distingue
el bien del mal ni el rostro del que fue,
ungido por las babas de la niebla.
Si supiese volar iría a su lado
y, misericordioso,
cerrándose los párpados,
daría descanso a sus pupilas ciegas,
después de despedirse por la malas
del resplandor apócrifo que, errático,
corroe sin dar tregua su memoria.

Fotografía: Alexander Kharlamov

lunes, 16 de septiembre de 2013

Spam-ku (XXVI)

la pesadilla
que se duerme en las olas
mar sin confines

Las décadas olvidadas (1): Su primer partido de fútbol (Carlos Parejo)


Comenzaba la década de los setenta. Iba a cumplir trece años. Después de almorzar cruzó andando media ciudad de Sevilla para llegar antes de las cinco al campo de fútbol. Llevaba en sus manos pan con chocolate para la merienda, envuelto en papel de plata. Y en sus bolsillos, ni un céntimo. Entonces no había carriles bici, ni los padres daban paga semanal para coger un autobús, y mucho menos hacían de taxistas de su progenie adolescente. Las entradas infantiles eran gratuitas para Gol Norte. Las repartían en el colegio. Lo primero que le llamó la atención fue la enorme y bien cortada pradera de césped del campo de juego. Imaginó instintivamente un parque londinense. Lo segundo, el griterío reinante y la enormidad de las gradas, tal como sería un circo romano. Lo tercero, ver aglomerada la variopinta sociedad masculina sevillana en tan poco espacio. Los uniformes identificaban a cada cual. Aún no había llegado la moda sport y casual que tanto nos iguala. El obrero con su mono azul y su fiambrera de mimbre. El funcionario con su traje gris y corbata azul. El estudiante con su traje de pana verde o marrón… Y, por último, pensó en la sutil frontera entre la cordura y la locura humana. Junto al mítico portero del Atlético del Bilbao, Iribar el chopo (llamado así por lo espigado que era y vestir siempre de negro) había un grupo de exaltados. Todo el partido estuvieron tirándole cosas, desde papel higiénico a mecheros; insultándole fieramente, e incluso escupiéndole. Más cerca de donde se encontraba estaba el gracioso sevillano, que sacaba un chiste de cualquier lance de juego, contagiando de la risa a los espectadores inmediatos.

(¢) Carlos Parejo Delgado

domingo, 15 de septiembre de 2013

Vértigo


Desde el fino aguijón de la nostalgia
–pierdo pie– me despeño.

(Tanto soñarme albatros
y esta ráfaga inicua
de terral me sorprende
transmudado en gallina,
despierto, en tenguerengue).

sábado, 14 de septiembre de 2013

Almadraba

Los dedos de la niebla son arpones.
Mis ojos un atún encebollado.


(NOTA AL PIE dirigida
al lector temerario:
No leas estos versos,
míralos como un cuadro
y, en tanto se te escapa
el alma por la boca,
experimenta el vértigo,
el éxtasis salvaje
del horror de lo agónico
corrompiendo tu sangre.)

Stock

“La noche de los dos se dispersó con la niebla.”

Alejandra Pizarnik

Mis poemas están crudos –¡NO LOS COMAS!;
se te indigestarían.
Apenas los moldeo
los pongo en venta a saldo –“...por un beso...
yo no sé / qué te diera por un beso.”

sin hornearlos primero
–me faltasobra tiempo.
(Bien sabido es que el barro
amasado con llanto
se pudre entre las manos
del mejor alfarero)

viernes, 13 de septiembre de 2013

Taller de narrativa

Cualquier origen -el ayer- no es más
que una coartada inútil falseada por la niebla
espesa y contumaz de la memoria.
El porvenir, un espejismo, un sueño
etéreo, una quimera
dispuesta a devorar el ahora, siempre.
Y esto tan crudo y grave que cargamos,
sumisos y en silencio como bestias domésticas,
nunca será una historia novelada
dotada de coherencia en su argumento.
De modo que este caos, este efímero instante
al que con impostada vanagloria
denominamos vida,
no es más que una reata que nos lleva,
en fila y maniatados, camino al matadero;
un nudo en la garganta, en el estómago,
que no se desenlazan;
una pesada roca atada al cuello
que cada vez que estamos sólo a un palmo
de asirnos al pretil
nos arrastra extenuados hacia el fondo
de un pozo helado y lóbrego anegado
con nuestras propias heces.
(Y siempre nuestro nombre,
sin merecer siquiera una mención
entre los figurantes,
no es el de un héroe de epopeya, es Sísifo).

jueves, 12 de septiembre de 2013

Spain is coffee


El discurso de Botella,
pese a no haber alcanzado
su propósito, ha dejado
en el mundo una honda huella.
Y es que ya no es la paella
con su aroma y su sabor
nuestro plato embajador;
ahora es el café con leche
relajante -¡que aproveche!-
en plena Plaza Mayor.


Superfrost

En el congelador
a no sé cuántos grados bajo cero
y envasado al vacío
terminó caducando.
No tuvieron en cuenta
que el amor, sobre todo
en frío, es un manjar
harto perecedero.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

El espejo de la melancolía (LXVII)

desde el centro caudal
de mi verbo sin hálito
eres tú la que canta

Clorosis


extraviado en la noche
de los sueños menguantes
devoro flores secas me devoro
desde la infancia al tuétano
del quid a la palabra

martes, 10 de septiembre de 2013

Curso práctico de paracaidismo

A mejor no pensarlo
cuántos metros de altura
se ve lo que se ve
y se intuye lo oculto
por la turbia distancia
con otra perspectiva.
"Hay que saltar" -rotundo,
sentencia el monitor-,
y, a pesar del espanto,
con coraje atacamos
el vacío; ¡es tan grande
el afán melancólico
por tornar a la urdimbre
del aroma impostado
de la greda y las flores!
Pero, tras vislumbrar
la evidencia que emerge
de las grandes escalas,
hogares y trayectos
acontecen distintos
bajo un manto tupido
y misceláneo de hojas
secas, légamo y nieve.

Resaca olímpica


Agencia GÜISCOI. Madrid, 10 de septiembre de 2013

Según nota de prensa del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, tras la olímpica borrachera garrafona sufrida en Buenos Aires por los miembros de la candidatura española, y haciendo como nunca antes honor a su apellido, trató la pasada tarde de ahogar el dolor por su estrepitoso fracaso con los idiomas en alcohol y, al no lograrlo de este modo, lo intentó posteriormente mediante la ingestión de "a relaxing cup of café con leche in plaza Mayor". Fuentes ajenas al Consistorio, pero muy bien informadas, aseguran que, al no ser descafeinado, se puso de los nervios y acabó deambulando por las calles de la capital del Reino hasta altas horas de la madrugada sin dejar un sólo instante de balbucir "tengo, Tokio, tongo, yo no tengo nada, tongo tres abejas que pican con saña."

Por otra parte, un deportista español de élite, que ha preferido permanecer en el anonimato, ha declarado a este reportero entre lágrimas: "Lo peor de no haber logrado la sede olímpica para Madrid 2020 es que no podremos contemplar los revolucionarios testigos que iban a ser utilizados en las carreras de relevos. No obstante -ha añadido-, aún quedaban algunas aristas por limar hasta llegar a su diseño definitivo. Y es que en los ensayos realizados en riguroso secreto hasta la fecha, nunca ha dejado de verse notablemente entorpecida la labor de los relevistas, al lanzarse a la pista algunas de las autoridades presentes que les terminaban arrebatando violentamente el testigo".

lunes, 9 de septiembre de 2013

Tratado de climatología (III)

La irrealidad me embarga
en tanto el temporal arrecia. El ascensor
se detiene de súbito. Un violento
golpe lo hace pedazos, lo revienta,
y una mezcla de vísceras y despojos metálicos
se esparce, palpitante, al borde del abismo.
Una escalera en forma de torbellino oceánico
arrastra los añicos de la postrer zozobra
hacia la terminal de un periplo sin vuelta.

Cuento para un cumpleaños (Carlos Parejo)


A.B. cumplía medio siglo de vida. Echó la vista atrás y del desván de su memoria se cayó improvisadamente un madurito interesante. Lo había conocido en el gimnasio SATO Sport. Un auténtico y elegante Apolo griego, si nos fijamos en su torneado y graciosamente proporcionado cuerpo, aunque con algunas canas. Se le ha había aproximado durante todos los días del último mes con la cordialidad avasalladora y la simpatía desbordante de un presentador de concursos de televisión. A.B. había escuchado diariamente esa letanía que tanto alegra a cualquier fémina: ¡Eres la más auténtica y bella mujer que para mí existe en el Sistema Solar¡ Y, comiéndosela con la mirada, la obsequiaba cada mañana con una pequeña rosa antes de entrar en el vestuario. Pero le acometió una negra sospecha. ¡Este Apolo es demasiado perfecto para ser verdadero¡ Sonsacó los datos de su ficha personal a la secretaria del gimnasio: ¡Qué cruel decepción, casado y con tres hijos¡ ¡Menudo caradura¡

Este fallido romance la dejó un poco chasqueada ¡Y los clientes con las ansiedades y neurosis más variopintas y complejas se multiplicaban en esos días, como los panes y los peces del cananeo milagro de Jesús¡ Sus emociones no podían quedar atrofiadas por aquel ingrato accidente. Decidió archivarlo en la carpeta de agravios pendientes y pulsar la tecla: olvidar. Había que someterse a un tratamiento post-traumático. Lo primero que hizo fue irse de compras. Transcurrido el siguiente mes, su gabinete terapeútico quedó decorado como el más postmoderno estudio de la “Gran Manzana”. Resucitó la arquitecta que nunca fue. Y se sintió tan feliz como si se hubiera reencarnado temporalmente en otros de sus “yo”. Lo segundo fue recomponer su agenda de contactos sociales y fortalecer su círculo de amistades de siempre. Después del trabajo salió a divertirse cada día, aunque fuera arrastrándose de cansancio. Con sus personas íntimas dejaba de poner los ojos en blanco, mirando para dentro y reflejando como en un espejo el cerebro de los pacientes. Dejaba de esforzarse por leer cada mirada y gesto de quién tenía enfrente: La crispación de sus labios, la elasticidad de sus brazos, la posición de sus piernas, la expresión de sus manos… Y era ella la que llevaba la voz cantante, no paraba de sonreir, de bromear, de dejar desatarse a sus instintos y de tirarse del trampolín de las emociones que le afloraban espontáneamente… Pero no hubo nada más hondo y lindo que adoptar a su amigo fiel, a su inseparable perro Ulises. A su lado encontró paz y serenidad, compañía y reciprocidad. Y se afirmó en un pensamiento algo irónico y suspicaz: Lo bueno del amor no correspondido es que es el único que siempre dura.

 Carlos Parejo Delgado

domingo, 8 de septiembre de 2013

El espejo de la melancolía (LXVI)


en la sequía
incesante ni un sólo
día sin relámpago

Spam-ku ibérico (II)


Libre elección
según los buitres patrios:
exilio o paro.

sábado, 7 de septiembre de 2013

El espejo de la melancolía (LXV)


me he ido tantas veces
y otras tantas he vuelto
que ya no sé si vengo
o atado al mástil voy

(bis a bis)

El espejo de la melancolía (LXIV)


trémulo como un castillo
de naipes al que un querube
caído augurase un viento
de años-penumbra y silencio