martes, 19 de marzo de 2013

37 puñaladas

A Juan Hernández, primo hermano de mi madre al que todos sus allegados, independientemente de la relación o el parentesco que con él nos ligase, conocíamos y aún hoy seguimos recordando como "el primo Juanín", lo asesinaron una lluviosa madrugada de abril en la Rambla de Santa Mónica, ya en las proximidades del puerto de Barcelona. 37 puñaladas acabaron con su vida unos días antes de su 27 cumpleaños. Corría el año 1970. Aquel suceso ocupó durante varias semanas portada en "El Caso". Nunca se descubrió la identidad de su asesino ni fueron esclarecidos los motivos de crimen tan brutal; "algún asunto turbio" según la versión de la policía, que abandonó toda investigación una vez que la noticia dejó de ser portada. No en vano, el primo Juanín tenía una bien ganada fama de comunista; había que echar tierra sobre el asunto. A sus familiares más directos les contaron que la primera puñalada le había partido el corazón. Las otras 36, salvaje e innecesario ensañamiento. Una muerte sin dolor, sin sufrimiento alguno -dijeron los encargados del caso. Y, sin embargo, a mi madre, cada noche de lluvia, continúan escociéndole las espantosas cicatrices que le dejaron aquellas letales heridas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sea verídico o real, la dictadura envolvió el asunto en el silencio y el periódico vendió muchos ejemplares. Mísero final.