jueves, 27 de diciembre de 2012

Poemas serios (I)


Mientras sigas ausente,
te esperaré famélico,
nutriéndome tan sólo
de mi exilio y tus heces.
Pero el día en que apenas
intuya tu regreso,
huiré como las ratas.
Así es el miedo, amiga,
una vez que ha nacido,
te descuidas y crece
como la mala hierba,
como una flor omnívora
insaciable y violenta,
más fuerte que el deseo.

Fotografía: Francisco Muñoz R.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El miedo nos empequeñece, la valentia nos engrandece. Qué razón tienes...