Es el silencio
A la oquedad de la ausencia
Como lápida a los muertos.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
6 comentarios:
No sería más bien como lápida a los vivos? no sé, es que es más dramático "lapidar" a los vivos, jo..., cómo estoy, la "fiera" me está enajenando "toíta"
nos conocemos?
Sí, Milena, es la idea, la has cazado. Por algo se titula "Catatonia", un síndrome que, a veces, hace pensar que alguíen está muerto y enterrarlo en vida. Recuerdo un relato, sin poder poner en pie quien es el autor, en el que el protagonista, un jodido cabrón que padecía catatonia, pide que cuando lo entierren lo hagan en una caja con la tapa de cartón, sin lápida y con sólo unos centímetros de tierra encima. Y sus deseos son cumplidos, pero hete aquí cual fue su sorpresa cuando al tratar de arañar la tapa de cartón, se da cuenta de que se le olvidó un pequeño detalle, y que ha sido enterrado con el ataúd boca abajo. Tétrico ¿no?
Besos
Pues, estoicolgado, no lo sé, yo al menos no tengo datos, sólo un blog bastante interesante que recién descubrí.
Un abrazo
¡Cómo duelen los silencios! ... de la persona querida ... querida y ausente. Hay que quitarse ese lastre de encima cuanto antes ... si no quieres que te entierre ... vivo ...
¡Porque no nos merece ... y ya está!
PAQUITA
Alguna vez yo he sentido ese boquete en el centro del pecho, justo entre los pulmones, tenía miedo de inclinar la cabeza por si se podía ver a través de él y comprobar que, a mis espaldas, alguien se alejaba diciendo adios. Es terrorífico y se siente un frío
de alambres indescriptible.
Té de jazmin y galletitas danesas.
Publicar un comentario