la espera es la cadena
que postra al no culpable ante la muerte
de forma prematura
El que espera es el sórdido lacayo
de su propia muerte.
el tiempo es un verdugo
que ignora cualquier tipo de alegato
y menos
si es que cabe
la inocencia
Los culpables no esperan,
prosiguen su camino pisoteando
la flor de la ternura
La inocencia es un don que para serlo
debe hacer camino esquivando los brotes, para dejar que crezcan, de la luz de las estrellas. Es lo que diferencia al inocente ético del inocente sin más, y, sin duda, del culpable. O no, quién sabe.
Aunque al final el resultado siempre sea cero. Pero, entretanto, debemos elegir entre las cuatro reglas, y, siempre, es mejor ir sumando o, cuando es posible, multiplicando.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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