lunes, 9 de enero de 2012

Reivindicación de Lady Chatterley (1) (Carlos Parejo)


O si se quiere de su autor, el novelista británico D.H. Lawrence (1885-1930). La crítica más gazmoña y puritana tachó sus novelas “El amante de Lady Chatterley” y “Mujeres Enamoradas” como amorales, escandalosas y pornográficas. Y sin embargo… Esto es lo que él opinaba de la pornografía: “Es vicio y libertinaje mental, por el que nos obsesionamos ante el espejo y observando nuestras actuaciones animales”. A lo que añade: “joder mecánicamente puede ser una experiencia tan fría como un pescado”.

La auténtica sensualidad “no es mecánica. Su guía es la ternura, como la conciencia lo es de la mente. Pero está tan reprimida la manifestación de la ternura, nos da tanto miedo, que preferimos transformar nuestra sensualidad en puro sexo o pornografía”. La verdadera sensualidad te permite “conversar físicamente con el otro, dejar de mantener las apariencias, sentirte tranquilo y a tus anchas, encontrarte con otra persona con la que compartir la vida libre y salvaje que llevas dentro. En definitiva, sentirte como pájaro en pleno vuelo”

© Carlos Parejo Delgado

3 comentarios:

Milena dijo...

Y esa auténtica sensualidad tiene mucho de "erótico" porque verdaderamente, nos desnudamos cuando conversamos sinceramente, y mostramos nuestra vulnerabilidad y nuestra intimidad.... De manera que muchas veces se da la paradoja de ese cuerpo-a-cuerpo- de dos que se tocan pero sólo físicamente y sin embargo están bloqueados,lejos uno del otro y que, aunque desnudos, no hay encuentro y, sin embargo, ese piel-a piel que se da a veces entre dos seres que comparten mucho y puede que no estén ni físicamente uno al lado del otro.

No obstante la "rehostia" es cuando se da ese piel-a piel física y presencialmente....pero, son las menos veces...quizá por ello tan anheladas...... Uf, disculpa la extensión !

Vivian dijo...

Con lo que dijo Milena ahora yo no sé qué decir!
Te dejo besos.
Gracias por tu comentario de ayer Rafita, era un día negro (día de crisálida) y me vino taaaaan bien. Ya sabes que me hundo, y luego vuelvo a la orilla como las botas viejas.
Te beso.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

La olvidada ternura no se puede mezclar con erotismo, aunque puede ser muy tierna la sensualidad.
:) Besitos Rafa