Me he bañado en la mar
esta mañana;
el agua estaba fría,
bronca y salada.
Mas de repente
todo ha quedado en calmo
dulzor de muerte.
El océano Atlántico,
frente a Doñana,
se ha mudado en Leteo
ahogando mi alma.
Y he recordado
no los muertos, los vivos
que me han dejado.
2 comentarios:
Pero ellos pueden volver, ojalá lo hagan y te acaricien el alma.
Un beso, Poeta.
Haloween playero y trascendental.
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