y ahora que postrados de rodillas tullidos nos dejaron sobre el páramo se afanan en hallar de nuevo el modo de hacer resucitar a la serpiente para que acojonados olvidemos que ellos fueron la cínica jauría que inermes nos echó al pie de la estampida
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
5 comentarios:
Siempre es así. Beso.
No olvidaremos.
Saludos
Imposible olvidar algo así pero tus letras lo han contado mucho mejor y derraman escalofríos.Besos
Ellos habitan entre nosotros y nos tienen controlados con sus bancos. Saludos poeta
Mejor no olvidar y hacernos más fuertes.
Muchos besos
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