no quiero cicatrices prefiero que la herida se agrande me desangre violenta me aniquile a esta marca indeleble que dejan tras la pérdida las ansias resignadas sobre la piel violácea de un sueño sin aurora
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Hay marcas que por mucho que queramos hacer desaparecer no se puede, triste poema, como siempre un placer leerte.
Besos:)
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