La Constitución Española del todo atado y bien atado por la gracia de Dios y el estamento militar que heredamos del franquismo, ha terminado asemejándose a esos férreos vendajes que se aplicaban antaño en los pies a las mujeres chinas desde su más tierna infancia para evitar que les creciesen en demasía. Práctica que, pese a suponer un permanente y grande tormento, se aseguraba que hacía los pies femeninos mucho más bellos —para gustos, colores— y promovía la obediencia de la mujer, a la que, en otro orden de cosas, otorgaba grandes posibilidades de, mediante un "ventajoso" matrimonio, gozar de la severa, pero "amorosa" tutela del que ya había de ser su dueño y señor hasta la muerte.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Los ejércitos son uno de los pilares que sostienen a los Estados, desde los imperios babilónico y egipcio
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