Pronuncian la palabra
“progreso”
en tanto en un recóndito
rincón de nadie sabe
ni quiere saber dónde
un niño hambriento vuela hecho pedazos
tras pisar una mina antipersona.
Más tarde en conferencia
de prensa ponen verdes
a esos desarrapados sin conciencia
―ecologistas, pacifistas y otros
radicales del diablo― que pretenden
hacer retroceder al ser humano
al tiempo del gruñido y las cavernas.
jueves, 31 de diciembre de 2015
miércoles, 30 de diciembre de 2015
Asiodisíaco
asiodisíaco, ca
1. adj. Que excita o estimula el apetito sexual en aquellos territorios situados entre los cabos Cheliuskinm, al norte, y Buru, al sur; y Dezhneva, al este, y Baba, al oeste. Apl. a una sustancia, u. t. c. s. m.
martes, 29 de diciembre de 2015
El quinto elemento
Es más que el pan, el agua, el aire, el sexo.
Como el llanto y la risa,
la luz del Sol que, terca,
día a día,
regresa con el alba,
y la Luna moviendo
la mar cada marea.
Existe desde cuánto
como el amor y el odio,
desde el primer ―lo dijo
León Felipe― quejido,
el primer ¡ay! del hombre
―un hombre todavía
sin apenas conciencia
de ser hombre. Ha brotado
como flor o maleza
en barracas, palacios,
cementerios, trincheras,
barricadas, iglesias;
de la boca de príncipes,
guerrilleros, pastores,
sacerdotes, mendigos,
criminales, profetas,
santos, locos, tiranos.
Ha sido ―es― llaga y bálsamo,
paloma de la paz,
espingarda y escudo,
declaración de guerra.
Es huella atrás y, al frente,
espesura aguardando
que paso a paso se abra
camino a un horizonte
siempre incierto, mas siempre
cuajado de utopías.
Es silencio y es son,
raíz, tronco, rama y fruto,
fuego y nieve, tiniebla
y luz, galope y cepo.
Es poco más que nada
y a la par casi todo.
Más que la tierra, el agua, el aire, el fuego, es piedra
filosofal, el quinto.
elemento, el Prodigio.
(Aunque haya quien opine
―aunque todos los seres
humanos opinasen―
que no alberga valor
alguno la poesía).
Como el llanto y la risa,
la luz del Sol que, terca,
día a día,
regresa con el alba,
y la Luna moviendo
la mar cada marea.
Existe desde cuánto
como el amor y el odio,
desde el primer ―lo dijo
León Felipe― quejido,
el primer ¡ay! del hombre
―un hombre todavía
sin apenas conciencia
de ser hombre. Ha brotado
como flor o maleza
en barracas, palacios,
cementerios, trincheras,
barricadas, iglesias;
de la boca de príncipes,
guerrilleros, pastores,
sacerdotes, mendigos,
criminales, profetas,
santos, locos, tiranos.
Ha sido ―es― llaga y bálsamo,
paloma de la paz,
espingarda y escudo,
declaración de guerra.
Es huella atrás y, al frente,
espesura aguardando
que paso a paso se abra
camino a un horizonte
siempre incierto, mas siempre
cuajado de utopías.
Es silencio y es son,
raíz, tronco, rama y fruto,
fuego y nieve, tiniebla
y luz, galope y cepo.
Es poco más que nada
y a la par casi todo.
Más que la tierra, el agua, el aire, el fuego, es piedra
filosofal, el quinto.
elemento, el Prodigio.
(Aunque haya quien opine
―aunque todos los seres
humanos opinasen―
que no alberga valor
alguno la poesía).
lunes, 28 de diciembre de 2015
¿Inocentes? Por millones, oíga, por millones.
No temáis que hoy, 28 de diciembre -ya sabéis, la gilipollez esa del día
de los inocentes y sus bromitas con menos gracia que el archivo de la
causa abierta contra Desesperanza Aguirre por haber arremetido contra un
agente de movilidad del Ayuntamiento de Madrid con su Toyota Versus
blanco impoluto-, os pillen desprevenidos y os la den bien con queso.
Peor que lo del pasado 20-D nunca podrá ser.
El Taxodio o ciprés calvo de los pantanos de Florida (Carlos Parejo)
Me aclimataron tempranamente cuando me trajeron de la Península de Florida (Estados Unidos de América) a los jardines del Alcázar, y de ahí pasé a los del Palacio de San Telmo, actual Parque de María Luisa.
Uno de mis descendientes más antiguo (año 1850) es el imponente árbol que da cobijo al primer monumento erigido en memoria del poeta sevillano romántico por excelencia: Gustavo Adolfo Bécquer. Fui plantado en su glorieta cuando aún era pequeñín. Y ahora soy un colosal árbol naturalizado, que dicen los científicos.
También estoy presente escoltando las escaleras que dan entrada a la fuente de las Ranas, donde en otoño produzco -sin subvenciones oficiales- un maravilloso espectáculo natural de brillo y colorido.
Pero se pueden contar con los dedos de la mano los exiguos ejemplares residentes en Sevilla ciudad. Y es que en mis tierras aborígenes crezco de forma natural en las zonas pantanosas, pero necesito un mes de frío intenso para germinar y reproducirme, cosa que aquí no siempre termino por conseguir.
Mi crecimiento es lento, pero llego a la chita y callando a los veinte o treinta metros de altura. Mi tronco es recto como una columna vaticana. Con los años se va ensanchando por la base con potentes contrafuertes que me sirven de sostén. Mi copa es de forma piramidal en su fase juvenil, pero al ir envejeciendo mis ramas toman un aspecto más irregular y desordenado, como chiquillo despistado y soñador, con los cabellos despeinados.
Si me miras con atención verás que mis hojas, en forma de agujas, a finales del otoño toman un bonito color ocre anaranjado. Y acaban por caer en el invierno, rompiendo las supuestas estrictas normas de mi especie: las coníferas.
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 27 de diciembre de 2015
Irresponsabilidades
La falta de acuerdos para constituir un Frente Popular, nos puede terminar abocando a la constitución de un Gobierno de Concentración. Un Gobierno que, usando como justificación las falsas y más que patéticas coartadas del interés general y la salvación de la patria, dedicará gran parte de sus esfuerzos a continuar incrementando la brecha social en detrimento de los derechos, libertades y calidad de vida de los pueblos de España, y para mayor gloria de los intereses del totalitarismo financiero global.
sábado, 26 de diciembre de 2015
Literatura y tabaco
“Tanto tabaco acabará matándote”
―le solían decir
familiares y amigos a diario.
A lo que él respondía que sus médicos
tras cada revisión le repetían
que a pesar de fumar dos cajetillas
por día todavía conservaba
como un reloj de cuerda los pulmones.
Cuando, a primeras horas,
se declaró el incendio ―un cigarrillo
mal apagado, el viento
haciéndolo caer
sobre la alfombra de la biblioteca―,
estaba ya saliendo
hacia la Facultad
donde impartía clases de literatura.
Su primera reacción
no fue otra que esperar a los bomberos.
Pero sería tarde.
Así que se encendió
con calma un cigarrillo y, extintor
en mano, a toda prisa,
subió las escaleras con la idea
de salvar de las llamas a Madame Bovary,
Aureliano Buendía,
Odiseo y Penélope,
Calisto y Melibea,
Marguerite Gautier,
Digna Mendiola y Ana Karenina,
Maese Pérez, el organista, Reilly,
Otelo, Annabel Lee
y un largo, largo etcétera
por los que habría estado dispuesto a dar la vida.
Determinó la autopsia
que había fallecido a consecuencia
de una masiva inhalación de humos.
Seguro habrá quien crea, tal vez muchos,
que fue una estupidez.
Yo, en cambio, estoy seguro
de que fue un acto, amén
de necesario, heroico,
que mereció,
le mereció,
nos mereció la pena.
―le solían decir
familiares y amigos a diario.
A lo que él respondía que sus médicos
tras cada revisión le repetían
que a pesar de fumar dos cajetillas
por día todavía conservaba
como un reloj de cuerda los pulmones.
Cuando, a primeras horas,
se declaró el incendio ―un cigarrillo
mal apagado, el viento
haciéndolo caer
sobre la alfombra de la biblioteca―,
estaba ya saliendo
hacia la Facultad
donde impartía clases de literatura.
Su primera reacción
no fue otra que esperar a los bomberos.
Pero sería tarde.
Así que se encendió
con calma un cigarrillo y, extintor
en mano, a toda prisa,
subió las escaleras con la idea
de salvar de las llamas a Madame Bovary,
Aureliano Buendía,
Odiseo y Penélope,
Calisto y Melibea,
Marguerite Gautier,
Digna Mendiola y Ana Karenina,
Maese Pérez, el organista, Reilly,
Otelo, Annabel Lee
y un largo, largo etcétera
por los que habría estado dispuesto a dar la vida.
Determinó la autopsia
que había fallecido a consecuencia
de una masiva inhalación de humos.
Seguro habrá quien crea, tal vez muchos,
que fue una estupidez.
Yo, en cambio, estoy seguro
de que fue un acto, amén
de necesario, heroico,
que mereció,
le mereció,
nos mereció la pena.
Idiosingrasia
idiosingrasia
1. f. Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad tan desagradables y con tan mala sombra, que llamarlos malajes sería quedarse corto.
viernes, 25 de diciembre de 2015
Osmosis
Dulces sueños, me digo,
esperando soñar con todo aquello
que en la vida real se me ha prohibido.
Pero el insomnio es terco.
Así que sólo alcanzo a soñar un instante
sueños en duermevela,
con el aliento frío de la vida
real en el cogote.
Y, estando, tú no estás. Y, si apareces,
me miras, como ahora,
de forma inquisitiva ―¿estoy soñando?―
y, sin decir siquiera adiós, te alejas
como en la realidad. Y escribo este poema
a fin de no olvidar ―porque los sueños
se olvidan fácilmente―
que estuviste en mi sueño y me miraste,
como en la realidad, de forma inquisitiva
y, sin decir ni adiós, después te fuiste.
Como en la realidad.
Como en la realidad, ¡malditos sueños!,
escribo este poema,
porque en la realidad tampoco olvido.
esperando soñar con todo aquello
que en la vida real se me ha prohibido.
Pero el insomnio es terco.
Así que sólo alcanzo a soñar un instante
sueños en duermevela,
con el aliento frío de la vida
real en el cogote.
Y, estando, tú no estás. Y, si apareces,
me miras, como ahora,
de forma inquisitiva ―¿estoy soñando?―
y, sin decir siquiera adiós, te alejas
como en la realidad. Y escribo este poema
a fin de no olvidar ―porque los sueños
se olvidan fácilmente―
que estuviste en mi sueño y me miraste,
como en la realidad, de forma inquisitiva
y, sin decir ni adiós, después te fuiste.
Como en la realidad.
Como en la realidad, ¡malditos sueños!,
escribo este poema,
porque en la realidad tampoco olvido.
jueves, 24 de diciembre de 2015
Reválida práctica
A todo Presidente
electo y sus ministros,
antes de haber tomado
posesión de sus cargos,
habrían de llevarlos
a contemplar la cúpula
de Genbaku unas horas,
y después, por un par
de semanas al menos,
de excursión a la zona
cero ―la más jodida―
de Chernobyl. También
―siempre habrá alguna que otra―
a una guerra ―¡y al frente!,
nada de retaguardias―,
en la que deberían
permanecer luchando
hasta haber liquidado
en cruento cuerpo a cuerpo
a un soldado enemigo
o salir, en su caso,
con los pies por delante.
Tampoco es mala opción
llevarlos a cualquier
lugar del Tercer Mundo
donde haya una epidemia
de malaria y las fuentes
de agua potable apesten
a vertidos fecales
―¡y nada de vacunas
ni de agua embotellada―.
Luego, si es que aún resisten,
a residir un tiempo
en cualquier arrabal
de chabolas ―rodeados
de ratas y camellos―
sin luz ni agua corriente
―¡y en época de lluvias!―.
Después las vacaciones:
¡a bañarse en petróleo
en el delta del Níger!
Y por último, y esto
ya de forma opcional
―según tengan el cuerpo―,
mudarlos como huéspedes
a un sucio calabozo
donde la policía
los torture hasta hacerles
desear no haber nacido.
¿Que es dura esta reválida?
Tal vez. Pero, sin duda,
nos dará garantías
de que una vez metidos
en harina lo harán
por vocación política
y no para trincar,
y con conocimiento
de lo que en realidad
son las calles y el mundo.
Fotografía: Michael Lewis
Musa
Independientemente del talento y la pericia de cada cual, no cabe duda alguna de que, para cualquiera que se pretenda poeta, nunca podrá haber musa tan fructífera como la lectura.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Poema del renunciamiento
Ya dejé de buscarte.
Es doloroso, es cierto.
Tanto o más que aquel tiempo
cuando, esquiva, evitabas
que albergase esperanzas
de tan poco que apenas
era algo más que nada.
Pero ahora alcanzo al menos
a controlar el propio
dolor de cuando en cuando,
así como a que, gracias
al daño que me inflijo
con tan ardua renuncia,
tú resultes indemne.
Es doloroso, es cierto.
Tanto o más que aquel tiempo
cuando, esquiva, evitabas
que albergase esperanzas
de tan poco que apenas
era algo más que nada.
Pero ahora alcanzo al menos
a controlar el propio
dolor de cuando en cuando,
así como a que, gracias
al daño que me inflijo
con tan ardua renuncia,
tú resultes indemne.
Psicosis
Convivíamos en un cuchitril alquilado. Currábamos durante todo el día y
terminábamos la jornada en cualquier garito de mala muerte
atiborrándonos de cerveza y marihuana. No recuerdo como conocimos a
Elke. Pero un buen día era nuestra compañera de piso. Luego de un
tiempo, una noche, en la que -como solíamos decir- llegamos a casa con
un puntazo del quince, nos presentó a dos amigas alemanas –quién
recordaría sus nombres-, que habían venido a pasar unos días en Sevilla.
Y a dormir y satisfacer otras de sus necesidades básicas en nuestro
cuchitril. Esa noche soñé con Norman Bates. Y cuando desperté, el
dinosaurio… No, creo que esto, amén de ser un plagio, no tiene lugar en
este contexto. Quiero decir que a la mañana siguiente, no me atreví a
ducharme –esto ya es otra cosa. Me preparé un café y, cuando me disponía
a salir para el curro, me crucé en el pasillo con aquella pedazo de
morena de un pueblecito de Turingia, que pasó de largo no ya sin decir
ni “mu”, sino, o al menos eso me pareció, haciéndolo a través de mí como
si yo fuese poco más que una aparición efímera en la mente desquiciada
de un loco. Hasta ese momento ni se me había pasado por la cabeza la
posibilidad de echar un buen o un mal polvo con la lacónica teutona. No
podría asegurarlo, pero supongo que por aquellas fechas, es muy probable
que estuviese enamorado hasta los tuétanos de alguna buena moza que me
daba calabazas. Así que mis fantasías y anhelos libido románticos sólo
podían tener una destinataria. Siempre he sido en estos aspectos
bastante maniático. Así que no, ni hasta entonces ni nunca después, en
el corto periodo en el que, por decirlo de algún modo, coincidimos,
pensé en follar con ella. Pero aquello, aquel modo tan natural más que
indiferente de ignorarme, me dolió. Me sentí parte integrante del abismo
-y esto no es para nada un modo de añadir palabras sin mayor
trascendencia a la narración de aquellos hechos; analícense si no las
múltiples interpretaciones al respecto. Me hube de palpar repetidas
veces para, en un acto desesperado de defensa propia, tratar de
dilucidar si cabía la remota posibilidad de que yo fuese en cierto modo
un ser con entidad propia, o hasta menos que un espectro creyéndose
soñándose. Hoy, todavía, no he conseguido averiguarlo.
martes, 22 de diciembre de 2015
Dejó un sobre a su nombre...
Dejó un sobre a su nombre.
Lacrado.
Con fragancia
añeja a nomeolvides.
Del color de sus ojos
—no diremos cuál era.
No pudo soportar
por más tiempo el destiempo
—ese lastre sin ritmo
salpicado de ausencias—
y, antes de abandonarse
en el regazo amnésico
de la noche, dejó
sobre la mesa un sobre
a su nombre. Al abrirlo
no halló mensaje alguno.
(No supo, en su hasta nunca,
que otra cosa dejarle
por amor más que un último
y estentóreo silencio).
Por qué lo llaman estabilidad cuando deberían...
Los sicarios mediáticos del totalitarismo financiero patrio, cuando aún no había concluido el escrutinio del pasado 20 de diciembre, ya andaban apelando a un gran pacto de Estado (¿PPSOE?) que ofreciese garantías de estabilidad en el gobierno de España, frente a eso que llaman malintencionada e interesadamente radicalismos emergentes. Estabilidad, qué eufemismo. Porque cuando dicen "estabilidad", a lo que se refieren es a que los vampiros del capitalismo global puedan continuar, sin más dificultades, chupando la sangre a los cada día más anémicos pueblos de España.
lunes, 21 de diciembre de 2015
El día después
Las elecciones generales del 20-D han supuesto un varapalo sin precedentes para Izquierda Unida. Porque si bien es cierto que con el 3'75% de los votos, de haber contado con un sistema electoral proporcional puro (una mujer, un voto), nos hubiesen correspondido 13 diputados, nunca antes habíamos obtenido tan pésimos resultados: tan sólo 2 representantes en el Congreso de los diputados, lo que, de no hacer del mejor modo entre todos los posibles a partir de ahora las cosas, nos coloca al borde de la desaparición con fuerza parlamentaria.
Es por ello que a partir de hoy, aquellos que seguimos pensando que Izquierda Unida es un proyecto político necesario para mejorar las condiciones de vida de los pueblos de España, debemos hacer un profundo ejercicio de autocrítica como antes nunca.
Y en este ejercicio habrá que analizar muchas cuestiones, pero las justas y con el sosiego necesario, y sin caer en la tentación, que seguro muchas compañeras y compañeros ahora albergan, de tratar de cortar la cabeza al primero que pase. Porque hoy, como siempre, en Izquierda Unida no sobra cabeza alguna.
Un ejercicio, por tanto, sosegado, en el que ha de resultar ineludible analizar, entre otros asuntos, las consecuencias negativas de cuántas luchas fraticidas internas en las cuales, en tantas ocasiones, le tocó al bueno de Abel la peor parte. O si el afán desmedido de algunos por controlar la organización, le ha restado el pluralismo necesario para mantener la confianza de determinados sectores sociales en nuestro proyecto. O sí, y pese a que la figura de Alberto Garzón como candidato a la Presidencia del Gobierno tal vez haya supuesto un vendaval de aire fresco sin precedentes, no habido una renovación suficiente, o no ha sido la más idónea, en órganos de dirección y candidatos a ocupar cargos públicos. O si debimos o no pactar con los socialistas en Andalucía y permitir el gobierno de los populares en Extremadura. O si no se ha mimado como se debiera a las áreas de elaboración colectiva. O, incluso, por qué no hemos sido capaces, en tantas décadas ya de "democracia", de cambiar una ley electoral que tanto daño nos hace y tanto perjudica al pluralismo político. Todo esto y mucho más. Pero que nadie piense que con lo ya dicho mi intención es hacer por mi cuenta y riesgo una autocrítica que debe ser colectiva. No, mi intención es, desde la modestia y el compromiso, ofrecer algunas reflexiones dirigidas a tratar de sugerir algunas pautas acerca del modo más adecuado de afrontarla. Repito, sosegadamente, y sin poner a funcionar la guillotina ni autoflagelaciones tan contraproducentes ahora y siempre como innecesarias.
Porque nosotros y nosotras, compañeras y compañeros, nada hemos tenido que ver con el caso Gürtel. Ni con los ERE fraudulentos en Andalucía. Ni con las puertas giratorias. Ni con los GAL. Ni con Naseiro o Bárcenas. Ni con financiaciones ilegales. Ni con la brutalidad policial. Ni con las 40 000 personas que, en un país donde hay varios millones de viviendas vacías, malviven a la intemperie. Ni con tantos y tantos niños desnutridos. Ni con el caso Púnica. Ni con Pujol ni Urdangarín. Ni con la reforma del artículo 135 de la Constitución. Ni con los casi 5 millones de parados que según la EPA se contabilizan en la actualidad en España. Ni con la masacre perpetrada en Iraq por el Imperio. Ni con las sucesivas reformas laborales que hoy nos han abocado a un nuevo esclavismo. Ni con el TTIP que se nos viene encima. Ni con tantos y tantos de nuestros jóvenes exilados por causa de unas políticas que los abocaban a una vida sin futuro en "nuestro" país. Ni con la maldita Ley Mordaza. Ni con los desahucios...
Y pese a no haber tenido nada que ver con tanta inmundicia, hoy estamos donde estamos, en el lugar en el que deberían estar otros que en estos momentos deben estar brindando con champán -no con cava- por haber salvado mucho más que los muebles.
Hoy estamos, compañeras y compañeros, malheridos, en pelota picada y prácticamente desarmados, tras unas barricadas decrépitas. Y es invierno. El más desapacible de todos los inviernos. Pero aún nos quedan las botas, compañeras y compañeros, aún nos quedan las botas. Y sobre ellas, debemos levantarnos para continuar peleando por nuestros ideales, por nuestro firme convencimiento de que un mundo mejor no sólo es posible, sino más necesario que nunca. Para que si algún día nos juzga la historia, no se pueda decir que también cometimos el error, el abominable error, de no caer con las botas puestas.
¡Fuerza, compañeras y compañeros! ¡Que las urnas no nos roben la alegría, los ideales ni la esperanza!
La higuera australiana, ficus o árbol de las lianas (Carlos Parejo)
Los Duques de Monstpesier me trajeron a Sevilla allá por el año 1865 desde la lejana Australia, y me aclimataron en su jardín botánico. Aún se me encuentra allí en glorietas del Parque como la de Juanita Reina. Pero, a principios del siglo veinte, pegué el salto y me expandí para dar sombra a aquellas plazas que eran salones aristocráticos (como las del Cristo de Burgos y la del Museo). O para servir de faro al paseante, como en el compás de la Iglesia de San Jacinto del barrio de Triana. En todos estos lugares soy árbol centenario. ¡Quién lo diría¡
Mis raíces, cual columnas de templo gótico, sostienen mis veinte o treinta metros de altura y mis frondosas copas. Pero los días de temporales soy visto como bicho malo. Me acotan con cintas como si fuera un peligro público, pues mis viejas ramas a veces han caído estrepitosamente, aplastando cualquier cosa o ser viviente que hubiera debajo. Y me entran ganas de volver a mis selvas aborígenes.
Y que decir de nuestros vástagos adolescentes: ¡qué futuro tan incierto tienen¡ Les pongo un ejemplo, para que las cámaras de seguridad del Banco de España pudieran vigilar, la pareja de jóvenes ficus plantados en la Plaza de San Francisco, hemos sido podados a lo jardinero postmoderno. Parecemos sendos cubos vegetales, aunque sigamos siendo los mismos. Y si no se lo creen, vayan a vernos.
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 20 de diciembre de 2015
Sabio y soberano
(basado en hechos reales)
Mujer. 62 años. Parada de larga duración. Todos los miembros de la unidad familiar en paro. Sin ningún tipo de ayudas públicas. Al borde del desahucio.
-¡Pero, mama, cómo cojones puedes ir a votar a estos puercos!
-El voto es libre, ¿no?
-¿Pero es que no te das cuenta de que estas alimañas son las principales responsables de gran parte de nuestras desgracias?
-Bueno, difícilmente podremos en el futuro estar más jodidos. A ver si en los próximos cuatro años se van a la mierda, como nosotros, unos cuantos de millones más de ciudadanos.
(o de cuando el surrealismo es superado por la cruda realidad)
La paz y la palabra
"Pido
la paz y la palabra"
Blas de Otero
Hartos de reclamar
la paz y la palabra
y recibir no más
que golpes y mordazas,
pasaron, en defensa
propia, a tomar las armas.
Y fueron de inmediato
tachados de alimañas
radicales obrando
con violencia infundada.
sábado, 19 de diciembre de 2015
Andén
Un tren que se ha perdido nunca vuelve.
Porque un tren que se pierde, aun regresando
a la misma estación donde una tarde
de otoño nos dejó
temblando en el andén bajo la lluvia,
ya nunca albergará
los mismos pasajeros, equipajes,
miedos, indecisiones, esperanzas.
Un tren que se ha perdido, aunque regrese
un día y otro día y otro y siempre
no vuelve a ser el mismo.
Tú eres el tren perdido que a diario
vuelve siendo distinto
y yo ese pasajero que, aun sabiéndote
perdida sin remedio para siempre,
hasta mi último aliento.
continuaré esperándote.
Porque un tren que se pierde, aun regresando
a la misma estación donde una tarde
de otoño nos dejó
temblando en el andén bajo la lluvia,
ya nunca albergará
los mismos pasajeros, equipajes,
miedos, indecisiones, esperanzas.
Un tren que se ha perdido, aunque regrese
un día y otro día y otro y siempre
no vuelve a ser el mismo.
Tú eres el tren perdido que a diario
vuelve siendo distinto
y yo ese pasajero que, aun sabiéndote
perdida sin remedio para siempre,
hasta mi último aliento.
continuaré esperándote.
viernes, 18 de diciembre de 2015
Perenne enero
(ripios electorales)
De hacerse realidad los vaticinios
peores que han augurado las encuestas
qué vasto desnivel el de la cuesta
que ha de venir después del escrutinio.
peores que han augurado las encuestas
qué vasto desnivel el de la cuesta
que ha de venir después del escrutinio.
(¡Hala!, a reflexionar)
De aquellos polvos... (y adenda: La Biblia en "B")
Pues sí, de aquellos polvos, estos lodos. Porque del "España va bien"
—según para quién— y sus subsiguientes brotes verdes —que terminaron por
demostrarse de cicuta—, casi tan sólo podíamos llegar al "España es la
hostia". Triste deriva. Triste y muy peligrosa. Pero volvamos al
comienzo: de aquellos polvos, estos lodos.
La Biblia en "B"
Cuando se va por ahí propinando besos de Judas a diestro y siniestro, siempre se corre el riesgo de tener que elegir entre embolsarse 30 denarios de plata y haber de poner la otra mejilla.
Moho
A ellos, los líderes del bipartidismo alternante sin
alternativas que, como ya ha quedado más que constatado por los actos de
aquellos, tan fielmente recogió el testigo del franquismo tardío, se les llena
la boca cuando con afectada vehemencia dicen defender su tierra: Andalusiiiiiiiía,
Espaaaaaaña. Falsedad bien ensayada. Demagogia. Impostura. Estudiado simulacro.
Porque lo cierto es que esa tierra, esta tierra, que tanto dicen amar, la
llevan vendiendo parcelada y a saldo hace ya décadas a las insaciables alimañas
del capitalismo global, a la par que han ido dejando las enmohecidas migajas en
manos de aquellos de sus correligionarios infectados hasta el tuétano por el
virus de la corrupción. Teatro, puñetero e hipócrita teatro.
jueves, 17 de diciembre de 2015
Por el amor de Dios
Dicen "por el amor de Dios" y siento
que se me llevan todos los demonios.
Por el amor de Dios
roban, torturan, matan,
oprimen a los pueblos
del mundo, hacen la guerra,
y, todos los domingos
y fiestas de guardar, a la salida
de la iglesia, piadosos,
dan un par de monedas
a un pordiosero al cual,
por el amor de Dios,
su verdadero y único
Dios —la o(h!)diosa codicia—,
sumieron de por vida en la miseria.
¡Por el amor de dios —me digo—,
ojalá fueran ciertos
dios y el Armagedón!
que se me llevan todos los demonios.
Por el amor de Dios
roban, torturan, matan,
oprimen a los pueblos
del mundo, hacen la guerra,
y, todos los domingos
y fiestas de guardar, a la salida
de la iglesia, piadosos,
dan un par de monedas
a un pordiosero al cual,
por el amor de Dios,
su verdadero y único
Dios —la o(h!)diosa codicia—,
sumieron de por vida en la miseria.
¡Por el amor de dios —me digo—,
ojalá fueran ciertos
dios y el Armagedón!
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Cada vez que despierta...
Cada vez que despierta
sobresaltado en medio
de un sueño, cuánto esfuerzo
le cuesta no rendirse.
Nada raro. Es de aquellos
que aun habiendo logrado
algún que otro triunfo
pírrico en sus batallas
diarias, ya ha asumido
que nunca ha de ganar
ninguna de sus guerras.
martes, 15 de diciembre de 2015
Masovidente
masovidente
f. y m. Aquella o aquel que pudiendo hacer cosas infinitamente más placenteras -como, por ejemplo, colocarse un cilicio bien apretao en las lolas o en la polla-, prefiere ver un debate de mierda entre dos de los candidatos oficiales del Régimen.
¿Sajoy o Ránchez?
Míralos, qué monos, qué aseaditos, qué campechanos y hogareños a la par
que "clásicos", ¡pero si parecen recién saliditos del NO-DO!
lunes, 14 de diciembre de 2015
Las buganvillas (Carlos Parejo)
Louis Antoine de Bougainville (1729-1811), marino y explorador francés, trajo la planta a Europa desde Brasil, en su expedición alrededor del mundo. Gracias a él, cuando avanza la primavera, las casas-palacio decimonónicas que aún no han sido derribadas por la picota inmobiliaria, presentan un aspecto magnífico (El Palacio de Las Dueñas, el de San Telmo, la casa de Pilatos o la mansión florentina del Marqués de la Motilla). Descuelgan y dejan chorrear las humildes flores de las buganvillas por las paredes encaladas de sus patios, muros y tapias, alegrándonos la vista y volviéndonos más sensuales.
¡Qué caleidoscopio de colores el de estas plantas trepadoras traídas de América en el siglo XIX¡ Aunque predomine el rosa fucsia, hay buganvillas de todos los tonos de la paleta de un pintor: marrones, violetas, de rojo intenso, color vino tinto o burdeos, rosas y naranjas. Lo que pocos saben es que el color, sin embargo, no pertenece a la flor, que es pequeña y blanca, mucho mas discreta, sino a las hojas que le salen en esta época del año.
En el Callejón del Agua (Barrio de Santa Cruz), el Marqués de la Vega quiso ponerla de moda como mobiliario urbano. Como techo natural con el que dar sombra a la calle y a los patios de casas colindantes como la de Washington Irving. ¡Qué pena que no prosperase esta iniciativa, y sí hayan triunfado las vulgares telas sintéticas promocionadas por la multinacional Coca Cola para combatir el calor¡
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 13 de diciembre de 2015
Tanka de la mandrágora
Colgó en la red
un poema de amor
frustrado y lágrimas:
Brotó, entre sal y peces,
la flor de la mandrágora.
sábado, 12 de diciembre de 2015
viernes, 11 de diciembre de 2015
Romance del prisionero (remasterizado)
Que fue por España. España,
reino de la corrupción
do cometen los políticos
de toda estirpe y color,
entre otros muchos delitos,
cohecho y prevaricación,
y, a menudo, acaban yéndose
de rositas, sin sanción;
donde un tuit retuiteado
jocoso sobre el Borbón
llevóme a dar con mis huesos
por dos años en prisión.
Y entre tanto los hampones
libres como el ruiseñor;
¡a aquellos que les dan alas
déles Dios mal galardón!
reino de la corrupción
do cometen los políticos
de toda estirpe y color,
entre otros muchos delitos,
cohecho y prevaricación,
y, a menudo, acaban yéndose
de rositas, sin sanción;
donde un tuit retuiteado
jocoso sobre el Borbón
llevóme a dar con mis huesos
por dos años en prisión.
Y entre tanto los hampones
libres como el ruiseñor;
¡a aquellos que les dan alas
déles Dios mal galardón!
jueves, 10 de diciembre de 2015
Compre(n)sión lectora
No
resulta nada conveniente confundir comprensión con compresión lectora.
Por mucho que nos venga con sus panfletitos bajo el brazo,
Pérez-Reverte.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
¿Voto útil? ¿Para qué?, ¿para quién?
Es muy propio de la socialdemocracia, y en especial de aquella que se encuentra infectada hasta el tuétano por el virus del neoliberalismo, ese eufemismo tras el que en la actualidad se tratan de ocultar las mafias del totalitarismo financiero, apelar al voto útil a fin de captar el de la izquierda, para luego terminar haciendo políticas de derechas.
Decimal
decimal
1. m. Dolencia situada en torno al 1, en el marco dado de una escala de dolor en la que el 0 es considerado su ausencia y el 10 lo insoportable.
2. Interj. Arg. Exclamación mediante la cual se trata de exhortar a alguien a manifestarse mediante la palabra usando aquella jerga tan particular e ininteligible que Antonio Ozores utilizaba tan a menudo en sus actuaciones (pronúnciese “decí mal”).
martes, 8 de diciembre de 2015
Y mi voto es para...
Tras NO VER el de-váter ―y, como al parecer y pese a la insistencia en negarlo por parte de sus amordazados lugareños, Teruel no existe para el "panfletarismo" televisivo patrio― mi indiscutible candidato desde ya es César, un simio que, incluso antes de haber saboreado el fruto del árbol del conocimiento, ya era mucho más inteligente que los cuatro actuales candidatos de centro juntos. Un simio que anoche, aunque en TV, comenzó a hacer la revolución. César, este sí que es un primate con un par, y no los cuatro monitos amaestrados que nos son presentados como las estrellas del patético espectáculo que en estos días de campaña se nos ofrece en el circo España.
De pena (última hora electoral)
Pablo Iglesias promete -y lo firma ante notario- que de ganar las elecciones, no vuelve a cantar en su vida en público (ni en TV ni radio ni karaoke alguno). Y que en la ducha. desde ya, lo hará piano, pianissimo a fin de evitar una crisis nerviosa de consecuencias fatales a los vecinos. A raíz de este hecho tan notable, la formación de Colita Morada pega un "arreón" que te cagas en las encuestas de intención de voto. Y en el bloque de viviendas donde reside se han retirado siete carteles de "SE VENDE".
lunes, 7 de diciembre de 2015
Tous ensemble pour le climat
(Paris Climat 2015)
“Resulta imprescindible que los gases
de efecto invernadero…”
―Hace algo de calor en esta Cumbre,
¿no le parece a usted que deberían
bajar en torno a un par
de grados la temperatura?
“…porque el mercado del carbono…”
―Es que va usted muy abrigado.
¿Sería tan amable de pasarme
le Château Mont-Redon y el caviar de Beluga?
“…la fusión de los hielos
acabará anegando
ciudades ubicadas en la costa
e inmejorables tierras fértiles…”
―¿Ya visitó la tour Eiffel?
“…la corriente del Golfo
podría detenerse
helando media Europa…”
―¿Cómo le va el negocio petrolero?
“…veremos movimientos migratorios
sin precedente alguno
y desaparecer miles y miles
de especies vegetales y animales…"
―¿Te sigues aún tirando
a aquella pelirroja
de la delegación danesa?
“…se extenderá el desierto…”
―Se rumorea, ¡enhorabuena!,
que en los últimos tiempos
has ganado un pastón
con la venta de armas.
“…no obstante, todavía
no está todo perdido y aún estamos
a tiempo de frenar sus consecuencias
y bla, blablá, blablá…”
“Resulta imprescindible que los gases
de efecto invernadero…”
―Hace algo de calor en esta Cumbre,
¿no le parece a usted que deberían
bajar en torno a un par
de grados la temperatura?
“…porque el mercado del carbono…”
―Es que va usted muy abrigado.
¿Sería tan amable de pasarme
le Château Mont-Redon y el caviar de Beluga?
“…la fusión de los hielos
acabará anegando
ciudades ubicadas en la costa
e inmejorables tierras fértiles…”
―¿Ya visitó la tour Eiffel?
“…la corriente del Golfo
podría detenerse
helando media Europa…”
―¿Cómo le va el negocio petrolero?
“…veremos movimientos migratorios
sin precedente alguno
y desaparecer miles y miles
de especies vegetales y animales…"
―¿Te sigues aún tirando
a aquella pelirroja
de la delegación danesa?
“…se extenderá el desierto…”
―Se rumorea, ¡enhorabuena!,
que en los últimos tiempos
has ganado un pastón
con la venta de armas.
“…no obstante, todavía
no está todo perdido y aún estamos
a tiempo de frenar sus consecuencias
y bla, blablá, blablá…”
Los ombús o zapotes sevillanos (Carlos Parejo)
El licenciado Hernando Colón, hijo del ínclito Almirante descubridor, nos trajo a Sevilla desde América hacia el año 1500. Y nos aclimató allá en su Casa Palacio de la Puerta Real.
Mis semillas se aclimataron también en los jardines de del Alcázar y en el monasterio de la Cartuja desde donde vivo hace trescientos cincuenta años, y mucho más tarde, me cultivaron en los Jardines de los Duques de Montpesier, que luego fueron donados a la ciudad como Parque de María Luisa. Aparte de ellos, algún que otro convento de franciscanos me prestó el solar de sus claustros para darles sombra.
Soy, pues, un árbol emigrante de México que no ha salido de su rareza. Y es que aunque mi tronco es grueso y mis copas y hojas dan una grata y amplia sombra, por lo que algunos me bautizaron como el árbol de la bella sombra, no puedo librarme de mi estigma de jorobadito. ¡ Qué culpa tengo de que mi madera, hinchada del agua que almaceno para las sequías, sea mala por blanda¡ ¡Y que mis raíces sobresalgan del suelo formando peanas de gran circunferencia, llenas de deformes bultos¡ Tanto es así que el vulgo ha inventado calumnias como la de que cualquier chico travieso “es más malo que un zapote”.
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 6 de diciembre de 2015
Carta al rebaño
Estimado rebaño:
Pretendo en estas letras
hacerte comprender
que no he de ser quien venga
a alertarte del grave
peligro en que te encuentras
por la proximidad
sempiterna del lobo.
Así que si escuchases
“EL LOBO EL LOBO EL LOBO”,
no pienses ni un instante
que son mis alaridos.
Jamás haré tal cosa.
Y no por miedo a ser,
tal como le ocurriese
a aquel pastor de Esopo,
culpable de que acabes
devorado en sus fauces.
Es sólo que es inútil.
Mientras sigas formado
por corderos sumisos
y mudos, llevarás
unido a lo más hondo
de ti a tu propio lobo.
hacerte comprender
que no he de ser quien venga
a alertarte del grave
peligro en que te encuentras
por la proximidad
sempiterna del lobo.
Así que si escuchases
“EL LOBO EL LOBO EL LOBO”,
no pienses ni un instante
que son mis alaridos.
Jamás haré tal cosa.
Y no por miedo a ser,
tal como le ocurriese
a aquel pastor de Esopo,
culpable de que acabes
devorado en sus fauces.
Es sólo que es inútil.
Mientras sigas formado
por corderos sumisos
y mudos, llevarás
unido a lo más hondo
de ti a tu propio lobo.