miércoles, 1 de julio de 2009

Exceso de velocidad

Crepita de impotencia la esperanza
Mudándose en monótona ceniza
Que, gélida, en la inercia del asfalto,
Agita los silencios y las sombras,
Veloces como vértigo, a destajo.

Cerrar los ojos;
Estrépito de chapa y huesos rotos
Ligado a un estallido de cristales
Libando de la sangre abandonada,
Y, al fin,
Descanso, olvido, paz,
La nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La impotencia hace crepitar todo, remueve hasta el alma. No vale cerrar los ojos, no a la nada.

Besos

:)Reina

Milena dijo...

Digo lo mismo que Reina

Nada de cerrar los ojos,de esa manera, que aún hay que "entornarlos" muchas veces ¡tantos matices que apreciar !


Besos