Crepita de impotencia la esperanza
Mudándose en monótona ceniza
Que, gélida, en la inercia del asfalto,
Agita los silencios y las sombras,
Veloces como vértigo, a destajo.
Cerrar los ojos;
Estrépito de chapa y huesos rotos
Ligado a un estallido de cristales
Libando de la sangre abandonada,
Y, al fin,
Descanso, olvido, paz,
La nada.
La impotencia hace crepitar todo, remueve hasta el alma. No vale cerrar los ojos, no a la nada.
ResponderEliminarBesos
:)Reina
Digo lo mismo que Reina
ResponderEliminarNada de cerrar los ojos,de esa manera, que aún hay que "entornarlos" muchas veces ¡tantos matices que apreciar !
Besos