SON, a menudo, los que, con mucha o con poca, no han sabido sacar el suficiente provecho de su inteligencia, los que una y otra vez suelen pretender pasarse de listos. Craso error, por cierto, y aun siendo por falta de luces, éste de confundir la temeridad con la audacia.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
Muy bueno Rafa.
Eso sí, he estado pensando seriamente y creo que me cuidaré de tus elogios jajaja.
Fíjate, hay un pequeñito dellate al principio. (Me parece)
Un beso
Muackss
Es cierto, Vivian; lo corrijo. Y es que a "mendudo" se me traba la dendua, jajajaja.
Besos.
Ps. En realidad el título de la obra de Erasmo -en el cual está inspirado el mío porque así era necesario- tal vez debió haber sido "Elogio de la estulticia" con la susodicha estulticia o estupidez narrando en primera persona sus virtudes y caracter imprescindible. Un ejercicio de fina y magnífica ironía con el que Erasmo critica la estulticia de su época y no deja títere con cabeza. Genial e imprescindible. Por tanto, tú, que eres una mujer, amén de muy atractiva, notablemente inteligente no tienes que cuidarte para nada de mis elogios, que son sinceros y sin dobleces.
Publicar un comentario