La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
martes, 12 de mayo de 2009
Histrión
Se enfrenta, con la aurora, al grave azogue,
Tratando de esbozar una sonrisa
Que sirva como ensayo a la monótona
Tragedia que reitera cada día;
Mas siempre lo traiciona la mirada,
Ventana abierta a su alma en cautiverio,
Cruzada por la mueca de un olvido
Que arraiga sin dar tregua en su memoria.
A veces, para ver, cierra los ojos,
Mas sólo quedan ya cristales rotos
Allá donde una vez de otras pupilas
Soñaba en aprehender lo que es poesía.
Sumido, por lo tanto, en lo prosaico,
Se viste de vigilia con desgana
Y olvida con frecuencia el afeitado:
Ocupan su demencia otros recuerdos
Que ya no reconoce como propios
Y estima nunca fueron ni un momento
Hoguera iluminando su escenario.
Jamás fue buen actor, pero, no obstante,
Debajo del telón que agria la lluvia
Y rumbo hacia las garras de la arena,
No elude naufragar charco tras charco
Aun siendo el desaliento su equipaje
E inútil la esperanza en ser salvado.
Llegado ya el instante de lo extático,
Teñida en sal su tez sin maquillaje
Y herido de una luz amarillenta,
Se eleva sobre un toque de timbales:
Debajo de sus pies el fino alambre
Se curva bajo el peso de la ausencia,
Y el vértigo insondable del hastío
Se muda inercia plúmbea ante el abismo.
Nunca hubo red que amparase su salto,
Pero hasta lo evidente fragua eclipses
Alados desafiando miedo y náuseas
Cuando un sueño de seda arde en la noche
Con fe de, con el alba, alzar su vuelo.
Mas ahora ya conoce la derrota
Del pútrido sabor que entre las sábanas
Deponen los amigos que se han muerto
Y el ansia que ata a un corazón lacrado:
No es fácil ser secuela de una pérdida.
Así que decidido a ser la estrella
Al menos una vez del espectáculo,
Fingiendo que resbala se hace dueño
Del vuelo que, postrer, lanza a las fieras
Su triste desazón frente al gentío
Que ansioso de oler sangre alza su aplauso.
Y, a punto de estrellarse en el albero,
Presiente que, mordaces, las panteras,
Sumándole en su ocaso otro desprecio,
Darán a sus despojos las espaldas.
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4 comentarios:
...y se irán.
Hola Rafa
¡Cuánto has escrito en estos días! Esta poesía, es hermosa, en especial los últimos cuatro versos que me han dejado sin palabras.
No sé si es dolor, no sé si es desencanto, o si es pura inspiración, pero lo tuyo no tiene nombre! O sí lo tiene…¡Poesía pura!
¿Te dije que te admiro? Jajaja. Ahh, me quedo tranquila.
Besossssss
Me sobra una coma después del primer poesía, pero es que estoy amplia jiji
¿No te comiste la coma?, Vivian. Jajajajaja.
Un beso.
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