jueves, 11 de febrero de 2010

Paredes blancas acolchadas


De noche alguna noche
Lo cierto es casi todas
Cuando lo acosa un sueño
Y estalla en aguijones
Que se hunden en las manos
Contra la espera el sexo
Y todo cubre en sangre
De vísceras picadas
De vómito insolente
Y en la náusea pervierte
Las mejillas los labios
La osamenta el aliento
De noche asqueado entonces
Impotente aterido
Atónito en su semen
De noche digo entonces
Si es que puede eludir
Ingerir los sedantes
Quiebra el bozal se arranca
La camisa de fuerzas
El nudo en la garganta
A golpes convulsiones
Zarpazos
rasgaduras
Patadas
dentelladas
Revienta los grilletes
Las manos desanuda
Las rejas despedaza
Y se abraza a lo cóncavo
Y se traga el espasmo
Y sin eco el jadeo
Y en su asfixia acolchada
Se demora su pecho
Y se muere se muere

6 comentarios:

Silvia Delgado dijo...

En tus textos siempre estàn Eros y Tànatos, uno u otro, ambos de la mano, y siempre Tànatos arrastra, y siempre gana.Por eso, creo, tus textos estremecen, porque das el triunfo a la muerte. ¿estarè equivocada? no sè seguramente, un abrazo, Silvia.

ralero dijo...

En mis textos, como en el sexo, el amor, como en la vida, Ella, siempre triunfante.

Abrazos, Silvia.

Prometeo dijo...

Tremendo, locura y amor, sentimientos y pasion, eros desbordado...me encanta. Un abarzo.

Milena dijo...

"Diosmio" qué trabajito que dan estos amores tan convulsos....
Ahora toca ir con el "fairy" a limpiar las "acolchadas paredes del baño" señó, señó.... jejeje

Espectacular!!, Poeta !

@Intimä dijo...

"Le petite mort" acecha la noche de solitarias dermis.
:-) Besitos.

ralero dijo...

Gracias, Prometeo, desde que me conoces ya sabes que yo estoy un "poquito" loco. Y claro eso se nota al escribir.

Sí, Milena. Y es que el "Faiy", sin desmerecer como cantor -dale torito-, como taxista... fue un monstruo.

Sí, Dari, por ahí van los tiros -o las dentelladas. Sólo que entre la soledad de unas paredes acolchadas esa petite morte se puede hacer muy grande y dolorosa.

Abrazos.