Anhela el corazón, roto y gastado, mudar, raudo, en diamantes sus mitades, mas, lento, se desgrana en diminutos y frágiles coágulos de arena, desértico, sin brillo, desolado.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
5 comentarios:
El silencio de las orillas, ahora sé de dónde viene.
Besos
yo tambièn imagino muchas veces un corazòn de arena. Curiosa coincidencia.
Pobre corazón...¡Qué iluso!
Besos Rafita.
Que imagenes mas poeticas y plasticas, un corazon que desaparece en granos de arena por el viento...un gran poema y de gran tono visual. Un abarzo.
Yo diría que lo que anhela es convertirse en cenizas, más que en diamantes...aunque ahora hagan diamantes de las cenizas...
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