Parafraseando a Girondo, y viendo como en estos días turbios como agua de cloaca, un buen número de señores y hasta alguna que otra señora muy feminista y mucho feminista se dedican a ensalzar o a denostar a políticas patrias casi exclusivamente en función de su corte de pelo o el tamaño de sus tetas, he de decir que no me importa un pito que las mujeres políticas tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan o no quieran gobernar con, por y para el pueblo.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Yo me entusiasmo con la belleza y lo frescura del joven discurso de Inés. A mi me parece de ideología liberal, y no de extrema derecha como dice Pablo Iglesias siempre. Respecto a Ana Gabriel hay que reconocer que es universitaria e investigadora, inteligente y de pensamiento creativo, aunque fanática a más no poder. Respecto a su belleza no me posiciono, tiene unos rasgos tan radicales como su discurso, habrá a quien guste y a quién no. Sobre todo a la Derechona, que aspira a que todo sean pijas en traje chaqueta en los Parlamentos....
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