jueves, 25 de abril de 2013

Se equivocó la paloma (Agustín Casado)


Érase Muñoz Palomo,
por otro nombre Julián,
un honrado ganapán
de color ceniza plomo.
Érase Isabel Pantoja
una viuda de exclusiva,
artista, la copla viva,
la peineta y la flor roja
No érase Maite Zaldivar
famosa ni por asomo.
Mujer de Muñoz Palomo,
no es m’ester que os la describa.
Pero un mal día a Julián
otra vida se le antoja
y sin pensarlo se arroja
en los brazos del gañán.
Servirle de mayordomo,
del dios gordo sacristán,
dime tonto y dame pan,
dame un cargo y doblo el lomo
que es mucho más lucrativa,
pensaba Muñoz Palomo,
de palmero del dios momo
la vida especulativa.
Y firma el tonto y se moja
y se va viniendo arriba;
se acabó la suerte esquiva,
lo del Gil una bicoca
y más si lo orquesta el Roca,
política delictiva
que sale a pedir de boca,
y bien llena la barriga,
viviendo la vida loca.
Porque no se sabe cómo
un buen día el muy barbián
se convierte en musulmán,
en el fondo lo que somos.
Y ahí tenemos a Julíán
del brazo de la Pantoja
que por las fechas se aloja
en Marbella y traza un plan.
Y la viudez se le afloja,
se relaja, y con aplomo
lo convierte en su maromo,
lo desnuda, lo despoja.
Su viudez ya relativa,
lagarta de tomo y lomo,
la frente deja hecha un cromo
a la buena de Zaldivar.
Y él deja de ser Julián
pa’ convertirse en Cachuli,
y se cena ya en El Buli
y hasta cambia de ademán,
que más torero que el Juli,
desfoga todo su afán
el camarero donjuan
con aromas de pachuli.
Y cree que la lleva al huerto,
y la baba se le afloja,
y le dice a la Pantoja
que no hay amor como el nuestro.
La margarita deshoja
y canta a los cuatro vientos
su triunfo y su contento,
su alegría sin congoja:
para ellos el almíbar,
que el acíbar de los cuernos
ya que estamos tan modernos,
se lo come la Zaldívar.
La furia de los infiernos
por despecho se le activa
sin dejarle alternativa
y ya puestos a ponernos
la despechada le jura
al juez saber la conjura
de su Cachuli y la diva
y le cuenta vengativa
de las bolsas de basura.
Y lo grita, no murmura,
por activa y por pasiva;
aquella feroz criatura
abre la boca y se chiva,
lo delata y si me apuran,
le cava la sepultura,
le busca ruina segura
feliz gastando saliva,
aclarando aquella oscura,
sucia, trama delictiva.
Y ahora están las dos cautivas
por la ruinosa amalgama,
que los asuntos de cama
mezclados con las pesetas
hacen sacar a una dama
el coraje de dos tetas,
y sin irnos por las ramas
cantemos como el poeta:
“Se equivocó la Pantoja,
Se equivocaba
por ir a donde Jesús,
creyó que el tío era jauja.
Se equivocaba.
Creyó que mar…bella el cielo,
que los coches regalaban
Se equivocaba.
Julián con ella al Rocío,
el pantalón le apretaba.
Se equivocaba.
Que tu fama era una ilusa
Que aquel caserón tu casa,
Se equivocaba,
Ella se cargó a Zaldivar,
Tú te pudres en tu fama…”(*)

Texto y dibujo: Agustín Casado

(*) (Entonado como Serrat entona los versos de Alberti)

1 comentario:

Anónimo dijo...

bravo, a mi me suena a rap