Los hemos introducido irreflexivamente en Troya: el caballo del funcionario vago y privilegiado; el del obrero de la construcción con nómina de banquero, Bugatti Veyron y chalé en primera línea de playa; el de los más de 400 000 políticos inútiles y paniaguados… Ahora, también somos Babel. Entretanto, afuera, los ejércitos del totalitarismo financiero, frotándose las manos, esperan a que, avanzada la noche, les abran las puertas, para acabar por sorpresa y sin apenas esfuerzo con la postrer resistencia de nuestra asediada y extenuada democracia.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Más que ejércitos del totalitarismo financiero, por su invisibilidad, son como una legión de agentes secretos o piratas sin patria, que te zurran sin que te los esperes
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