si sigue desvelándome el periplo
que lleva hasta su mar llena la luna
cualquier noche escapando de estos páramos
iré a apagar mi sed entre su espuma
a alzarme en surtidor copioso y denso
bañando su convulsa arquitectura
a hacerme de sus olas ya jinete
ya en desbocada lid cabalgadura
espasmo enardecido en sus mareas
de su bramido extática columna
orilla ansiando el golpe de sus aguas
pez trémulo sin tregua en su cintura
buceando desmedido sin aliento
y agónico en su estela en su angostura
Ulises desatándose del mástil
por ser sal de su sal la quilla impúdica
que atada a sus abismos se hunda emerja
penetre se hunda a fondo emerja se hunda
sedosa y trepidante a un tiempo emerja
penetre se hunda a fondo emerja se hunda
hasta estallar ahogados al unísono
al borde de la muerte y la locura
Fotografía: Angela Menéndez.
4 comentarios:
Maravilloso poema!
Tiene la pasión y el romanticismo de los caballeros del Siglo XIX, así como Bécquer que acariciaba con la palabra a la mujer.
Van besos girando.
M.
Al leer el título pensé que iba a encontrar un horizonte definido, casi exacto, sin embargo me he mecido en el vaivén de tus versos, irremediable he girado y al final me he hundido tantas veces que me voy con vértigo... pero encantada de haberlo sentido mío.
Un beso, Rafa, o muchos ;-)
Delicioso, Rafa.
Con tu permiso acompaño tus versos con algo que escribí en uno de mis blogs desaparecidos...
No mediamos palabras, sin más abandono la cueva húmeda, para retornar su singladura
y comenzar a recorrer mis piernas, como lo hace el viento entre las ramas.
Con una percepción firme y segura, dirigió subrayando el silencio con un gemido sordo y batiendo con él sus alas, escapó precipitadamente hacía la inevitable incuria de sensaciones, que sus caricias me remitían...
Un beso Rafa y con cariño te deseo un feliz año nuevo :-)
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