ÉRASE un pueblo, de esos venidos a menos, en el que sólo había un peluquero. Cuando murió, no obstante, nadie llegó a echarlo en falta; ya estaban todos calvos.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
Pucha que vivieron años!
Te abrazo corazón de seda.
M.
Vaya que se podía aplicar el dicho:¡No tienen un pelo de tontos!
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