Por ceñirme a tus deseos,
Desde siempre he renunciado
A dormir junto a tus sueños,
Junto a tu vientre tus labios
Tu alma tu espalda tu aliento
Tu pecho tu piel tus manos…
Con mi vida en tu regazo,
A dormir sobre tu lecho.
Sabrás que no me refiero
A echar un polvo prohibido.
Eso se hace con cualquiera,
Y para mí tú eras única
Cual cielo luna u océano.
Y nos fuimos alejando
Al dolor de mi renuncia
Y por tu miedo al pecado.
Y enterrado en el olvido,
Como cruz llevo el lamento
De tampoco haber logrado
Bailar contigo una tarde,
Pasearnos por el río,
O colocarte algún cuadro.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Los amores contrariados como decía García Márquez tienen el sabor de las almendras amargas. Ojalá tb te encuentran a ti Rafa porque sé de lo que hablas, sé de la no posibilidad de entregarnos, de amar a la desesperada,...pero...se puede cambiar el chip! con un toque de humor incluso se sobrelleva :), Un beso
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