VERSOS PARA UN POETA Temprano madrugaste, amigo eterno; la pena se me agolpa en la escritura. Estoy triste por mí, tú en tu aventura: si peso, sin medida y sin gobierno. Este lugar sin ti, aún más infierno será de lo que es. Tú diste altura a este guiso de locos. Más oscura será la avanzadilla del invierno. La respuesta a estos versos ya no espero, pero aguardo una seña, una mirada, unas migas de pan para el viajero. Una cruz en un campo de cebada sugiero con sonrisa, compañero del alma, compañero y luego Nada.
De tu potente voz Ya no queda ni un susurro enamorado, Ni de tu infinita altura Queda un palmo de presencia miserable.
Aún caliente, tu recuerdo desatado Se afana en ocupar el frío desatino de tu ausencia Irrevocable.
Míranos en el último vuelo A lomos de la estela De la vida Y ámanos, en el íntimo anhelo de la triste despedida ...antes que la espuma roja de tu sangre Se disuelva en el negro abismo de la noche.
(¡Cabronazo! ¡Cómo se te ocurre irte de esa forma!)
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
VERSOS PARA UN POETA
Temprano madrugaste, amigo eterno;
la pena se me agolpa en la escritura.
Estoy triste por mí, tú en tu aventura:
si peso, sin medida y sin gobierno.
Este lugar sin ti, aún más infierno
será de lo que es. Tú diste altura
a este guiso de locos. Más oscura
será la avanzadilla del invierno.
La respuesta a estos versos ya no espero,
pero aguardo una seña, una mirada,
unas migas de pan para el viajero.
Una cruz en un campo de cebada
sugiero con sonrisa, compañero
del alma, compañero y luego Nada.
Esta penúltima viñeta me llena de escalofríos. El Cid balaga, incluso fallecio. Qué bravo Cid...
Gracias póstumas, Rafa. Echaré mucho de menos tus palabras.
De tu potente voz
Ya no queda ni un susurro
enamorado,
Ni de tu infinita altura
Queda un palmo de presencia
miserable.
Aún caliente, tu recuerdo
desatado
Se afana en ocupar
el frío desatino de tu ausencia
Irrevocable.
Míranos en el último vuelo
A lomos de la estela
De la vida
Y ámanos, en el íntimo anhelo
de la triste despedida
...antes que la espuma roja de tu sangre
Se disuelva en el negro abismo de la noche.
(¡Cabronazo! ¡Cómo se te ocurre irte de esa forma!)
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