La aceda sal del tiempo ha corroído los techos y paredes. Del salón polvoriento del alcázar en ruinas, me siento ante la mesa tan pulcra como el hambre. Un vendaval sin aire voló el último mástil. De regreso a la mar, no verteré una lágrima.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
¿Y al final qué queda? Mejor así, con ese final.
Un besote Rafa
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