¿La esperanza?, un bribón, el más grande embustero,
hasta que la perdí, no supe de la felicidad.
Copiaré del infierno en la puerta del cielo:
dejad toda esperanza los que entráis.
Samuel Beckett
Era madrugada. Nadie
pudo asomarse a sus ojos
abiertos al duro aire.
Federico García Lorca
me ha dado por pensar que si un buen día
muriese yo de súbito en la calle
de infarto asesinado del tabaco
de amor desesperanza atropellado
o de un tiro en la sien por mano propia
tal vez no hubiera fuerzas suficientes
para morder mi lengua y que no fuese
en un susurro ronco pero audible
tu nombre la postrer de mis palabras
y empiezo a barajar si en ese día
debiera yo morir de madrugada
y de un tiro en la boca a bocajarro
llevándome a la tumba este sediento
secreto que me enferma envenenándome
(o eso o arrancarme a uñas y dientes
la lengua el sexo el ansia de las alas
y que este purgatorio este muñón
infausto que se sueña a veces vuelo
mudase hasta su fin en limbo estéril
sin ansias migratorias ni horizonte)
2 comentarios:
Acabo de publicar tu texto, en su aniversario...
julio 16, 2011. El terco corazón de los despojos... (+ Éxodo)
Enterrado por El Éxodo el sábado 17 de julio de 2010 hipogeo.blogspot.com/ (...)
... Penúltimo parte médico.
Un abrazo: PAQUITA
Qué bonito por Dios, qué bonito. Besos
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