viernes, 25 de febrero de 2011

Los cánticos robados


Quisiera yo cantarle dulcemente
A un pueblo alzado a orillas del océano;
Sus calles encaladas, sus chiquillos
Jugando al escondite o la rayuela;
Su luz, puestas de sol, su luna llena
En cópula agitada con las olas;
Y a esa fragancia tierna a pan cociéndose
Naciendo cada nueva madrugada.
Pero he sido parido en el exilio
Sin pueblo, luna, mar, juegos ni patria.
Quisiera yo cantarle a un dios antiguo
Clemente, generoso e inmediato,
Velando afectuoso por sus hijos;
Donándoles la gracia del maná,
Veneros cristalinos y el prodigio
De ver multiplicarse, por su esfuerzo,
Los panes y los peces sin que nadie
Perpetre la ignominia de robárselos.
Pero he nacido huérfano de credos
En medio de un desierto sin confines
Plagado de demonios y alimañas.
Quisiera yo cantarle a la concordia,
La paz y la hermandad entre los hombres,
Unidos codo a codo como iguales,
Luchando contra el hambre y la miseria,
Venciendo a inquisidores, usureros,
Tiranos, criminales y verdugos,
Uncidos de utopías y esperanza.
Pero he visto la sangre derramada,
Las vísceras, el pan y hasta el aliento
De aquellos a los que yo tanto amaba,
Y no soy más que un hijo de la ira,
A quien sólo han dejado por anhelo
El odio, la batalla y la venganza.
Quisiera ser no más que un ser humano,
Y no alimaña atroz contra alimañas.

2 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

¿Puedo decirte que es magnífico? Lo es y recitado, una pasada.

Besazo.

Milena dijo...

Hoy tu cántico trae ecos de esa
"España de camisa blanca de nuestra esperanza , dulce y amarga
de olor a incienso de cal y caña"

que puso el desasosiego en sus entrañas haciéndolos libres pero sin alas, DEJANDO EL HAMBRE....

LLEVÁNDOSE EL PAN


tu canto, tan "airado", tan "cercano", tan "humano", tan "hermano"

Besísimos, Poeta de mi corazón!