EN ABRIL de 2007 -emulando en parte los debates que allá por 1453 se perpetraron en relación al sexo de los ángeles-, una Comisión Teológica Interestelar, presidida por Ratzinger, se devanaba las meninges en torno al tema de la posible existencia del limbo. Finalmente concluyó que tal existencia sólo podía ser considerada como una hipótesis teológica y nunca como un dogma, no siendo, no obstante, esto impedimento, según los sesudos y beatíficos tertulianos, para albergar fundadas esperanzas de que los niños muertos sin bautismo pudiesen estar gozando de algún modo de la gracia divina de la vida eterna. Entretanto cada 3 segundos un niño moría de hambre en el mundo. Y se consolidaba el Imperio.
lunes, 31 de mayo de 2010
El sueño malherido
“Hoy es siempre todavía”Con el despertador, la ducha helada,
Antonio Machado
el té rojo en ayunas, el relente,
kilómetros de asfalto, la oficina,
los lúgubres pasillos y el magnolio
que llevan hasta el bar -café cortado,
amargo de silencio y soledades-,
algún informe estéril, y de vuelta,
herido por la ausencia, inapetente,
un trozo de pan duro y cualquier cosa,
regados con la bilis melancólica
que brota desde el fondo del olvido.
Después la siesta insomne, en duermevela,
con alma y corazón, desamparados,
arrítmicos golpeando -náuseas-, luego
de nuevo en pie a la fuerza, demolido,
la llaga hecha poema, unas cervezas,
las sombras del ocaso, un cielo muerto,
la cena, el lecho, fríos, y el cansancio,
dan siempre en el relój las mismas horas:
las doce campanadas espectrales
del miedo, el desespero y los recuerdos.
Crisis e infraestructruas de transporte...
Crisis e infraestructuras de transporte: la necesidad de una profunda revisión del Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía
Las crisis socioeconómicas actuales, provocadas siempre por la irresponsabilidad y avaricia desmedida de los que manejan los mercados financieros, con la connivencia de un poder político que no tiene la valentía necesaria para enfrentarse al criminal capital especulativo y sus actos, nunca dejan de constituir situaciones indeseables por venir a perjudicar a un amplio espectro de la sociedad, los que menos tienen, en beneficio de los acaparadores y usureros. No obstante, también las crisis, al mermar considerablemente los recursos de los Estados, suponen una excelente oportunidad para optimizar el uso y destino de esos recursos con el objetivo de ir avanzando hacia una mayor sostenibilidad en lo social, lo económico, lo ambiental y lo territorial. Y esto es así de un modo relevante en el ámbito de actuación de las infraestructuras de transporte. La crisis socioeconómica que atraviesa y condiciona el desarrollo del PISTA, cumplida la mitad de su periodo de vigencia, entendemos debe dar lugar a una revisión en profundidad de sus propuestas, priorizando aquellas actuaciones que desde la sostenibilidad ya eran razonables, pero que con el actual panorama presupuestario y financiero, ya se antojan como inexcusables.
El Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía actualmente vigente, pese a su nombre, no contribuye en nada al avance de esa sostenibilidad global mencionada. Un plan que dilapida inversiones para potenciar los modos de transporte más contaminantes, más devoradores de territorio, menos eficientes energéticamente y menos igualitarios y justos en lo social, jamás debería haber contenido en su denominación la palabra sostenibilidad.
Hoy, la crisis, la menor capacidad financiera de lo público, exigen que se proceda, con valentía, responsabilidad y vocación de servicio público, a dar un giro radical a las políticas y actuaciones contempladas en el PISTA para, reduciendo y optimizando el destino de sus inversiones ir configurando ese sistema de transporte sostenible que Andalucía necesita y que los grandes problemas ambientales globales, como el del cambio climático, requieren. Para enfrentar esos problemas y configurar un sistema de transporte sostenible para nuestra Comunidad Autónoma es preciso de una vez por todas dar al ferrocarril el papel que le corresponde, que no es otro que el de columna vertebral del sistema. Es preciso poner en marcha políticas de ordenación del territorio y urbanísticas que, en lugar de favorecer la movilidad, se centren en crear proximidad y accesibilidad para propiciar un incremento notable del número y porcentajes de los desplazamientos a pie y en bicicleta. Y es preciso establecer restricciones que obliguen a reducir ostensiblemente el número de desplazamientos en coche, en beneficio del transporte colectivo.
En relación con lo anterior no deja de ser asunto baladí el hecho de la absoluta dependencia externa de Andalucía con respecto al abastecimiento de combustibles fósiles y, por tanto, las incertidumbres y riesgos que ello supone en cuanto a la fluctuación de los precios del crudo y un posible desabastecimiento en un el futuro que se antoja como no a muy largo plazo. Como tampoco lo es el tema de las emisiones de CO2 y otros gases nocivos a la atmósfera que se maximizan de manera indeseable con el actual modelo de transporte de la Comunidad Autónoma y unas políticas de transporte continuistas en este sentido.
El PISTA, en su diagnóstico, señala con nitidez la ineficiencia de un sistema de transporte, el andaluz, centrado la hipertrofia de carreteras y más carreteras de gran capacidad, de ferrocarriles destinados al tráfico exclusivo de viajeros y con trenes de alta velocidad, de puertos marítimos sobredimensionados y de aeropuertos ineficaces y sin rentabilidad alguna. Y a pesar de ello, posteriormente, abunda en proponer más y más infraestructuras de las anteriormente criticadas, infraestructuras completamente obsoletas y anacrónicas desde el punto de vista de un modelo de transporte sostenible. Un modelo de transporte que ha venido propiciado desde que comenzara a dar sus primeros pasos el Gobierno Autonómico, con la potenciación de políticas de infraestructuras de transporte dirigidas casi exclusivamente a fomentar nodos de relación, abandonando a su suerte al resto del territorio, con lo que podríamos estar dirigiéndonos en Andalucía hacia la consolidación de lo que el profesor Pedro Arrojo denominó hace tiempo como el “modelo argelino”.
Por tanto, para propiciar ese giro radical que la nueva situación requiere, como objetivo general es preciso centrar las inversiones en infraestructuras de transporte en la potenciación del ferrocarril, estableciendo al tiempo una moratoria para las infraestructuras que potencian el uso del coche, así como de otros modos de transporte ineficientes y faltos de rentabilidad, en especial la construcción de nuevos aeropuertos o la ampliación de los existentes.
No obstante, el modelo ferroviario que una Andalucía sostenible necesita, se aleja considerablemente de los postulados que al respecto recoge el PISTA. En este sentido, y en cuanto a la interconexión de los Centros Subregionales andaluces, llama la atención el provincianismo y papanatismo del planteamiento de unirlos todos mediante AVE, algo por otra parte falso, ya que tras “el todo AVE” se oculta un ferrocarril de altas prestaciones y características normales que no es el AVE de los 300-350 km/h. Este ferrocarril normal, en el desarrollo tecnológico actual y por tanto a costes adecuados y asumibles, alcanza velocidades medias de 165 km/h, permite sin dificultad alguna y sin grandes gastos de mantenimiento la explotación de las líneas en tráfico mixto, y logra un mayor beneficio económico, ambiental y social de las inversiones. Construir una línea ferroviaria para tráfico mixto, personas y mercancías, necesita un pequeño incremento de inversión, en torno al 10-15%, respecto a lo que costaría si se diseñara para tráfico exclusivo de personas, pero si una línea construida para tráfico mixto, dada su robustez, permite todo tipo de explotación ferroviaria, una infraestructura construida para tráfico exclusivo de personas, dada su fragilidad, necesitaría una reinversión del 25 al 30%, más el inconveniente que supondría la realización de nuevas obras, si se tuviera que destinar posteriormente al tráfico de mercancías o al tráfico mixto.
Por tanto, la revisión del PISTA en materia ferroviaria, precisa que la interconexión de los Centros Subregionales andaluces se realice mediante un ferrocarril mixto para mercancías y viajeros que alcance velocidades medias de aproximadamente 165 Km/h, extendiendo esta medida a líneas actualmente no contempladas entre las de altas prestaciones como las de Huelva-Zafra-Badajoz, Linares-Baeza-Moreda, Córdoba-Badajoz, Tocina-Badajoz y la conexión con el Levante. Así mismo resulta imprescindible un impulso decidido a las cercanías ferroviarias en las grandes aglomeraciones urbanas. Y, a un más largo plazo, la conexión Bahía de Cádiz-Bahía de Algeciras, y la conexión con el corredor mediterráneo desde Algeciras hasta Almería.
Y es también necesario que todas estas líneas dispongan de una amplia variedad y flexibilidad de servicios de modo que propicien no sólo la conexión de los Centros subregionales, sino también la de cuantas más estaciones intermedias mejor (junto a servicios que sólo conecten a lo largo de todo el trayecto esos centros subregionales, otros que sin tener que cubrir el trayecto al completo, conecten estaciones intermedias entre esos nodos subregionales). Por otra parte, para lograr el objetivo de que todos los habitantes de Andalucía tengan acceso a un buen servicio ferroviario, no basta con que todos ellos se encuentren a menos de una hora de una estación del ferrocarril, tal y como propone el PISTA para Andalucía, sino que es preciso también que éste, vía política tarifaria, sea competitivo en lo relativo a sus costes para el usuario en relación con el uso de coche privado.
En cuanto a la red viaria de carreteras, y dentro de esa moratoria ya mencionada, es preciso abandonar, entre otros, el proyecto de autovía Huelva-Badajoz-Lisboa, así como plantear alternativas diferentes al desdoble de la A-4 entre Jerez y Dos Hermanas, aprovechando el potencial de la actual autopista, rescatando la actual concesión administrativa que merma su utilización por los usuarios. Asimismo resulta imprescindible abandonar el proyecto de la Conexión Sur Metropolitana de Huelva.
Ignacio García Rodríguez, José Antonio García Cebrián y Rafael León Rodríguez;
Portavoz de Obras Públicas, Secretario y Asesor, respectivamente, del G.p IU LV-CA.
domingo, 30 de mayo de 2010
Vino amargo
Lo último será tu sombra
sábado, 29 de mayo de 2010
Lactancia
Para una Luna y su Planeta-crisálida.Como un satélite en la noche
Gira,
Empática, amorosa y vigilante,
En torno del planeta diminuto
Nacido de su vientre.
La blanca luz que mana de sus órbitas
–Venero manso, cálido y fecundo-,
Con mimo y celo, alumbra
Y alimenta
La sed de la crisálida incipiente
Que, trémula, se hospeda en su regazo;
Y que, una vez mudada en mariposa,
Hará de ella su Diana, venerándola
Aun siendo ya cumplido su postrero,
Enjuto y abismal cuarto menguante.
viernes, 28 de mayo de 2010
jueves, 27 de mayo de 2010
Yo pensaba en la muerte
miércoles, 26 de mayo de 2010
martes, 25 de mayo de 2010
Te amanece
Urdamos la herejía
“El equipo de investigación de Craig Venter crea la primera célula sintética a partir de un ADN humano. (…) Este hallazgo parece ser sólo el primer paso para crear vida artificial, ya que permitirá diseñar un alga -unicelular, como la mayoría de las algas naturales- que fije el CO2 atmosférico y lo convierta en hidrocarburos, utilizando la energía de la luz solar para ello."
LaSemana.es
LaSemana.es
Ya el tiempo de los magos ha prescrito,
Proscritos la ilusión y sus arcanos.
Atrás quedó el respeto a Pachamama
Y aquellos hechiceros del pasado
Que hicieran de la Tierra y sus criaturas
Liturgia sin ambages, magia y salmo.
La ciencia ya se arroga en exclusiva
La excelsa facultad de obrar milagros
Que al mundo salvarán de los desmanes
Nacidos deletéreos de ese tótem
Que dimos en nombrar como progreso.
Y se alza cual motivo de esperanza,
Cual nueva religión cuya doctrina
Obliga a rendir culto al que supone
Su más inquebrantable mandamiento:
La fe que hay que rendir a su infalible
Poder para operar cualquier prodigio.
Mas, lejos del Olimpo, sus canónigos
Jamás tendrán completas las respuestas
Que trata de imponer su catecismo,
Y ofician con su atroz superchería,
Su trampa y su cartón, su vara trágica,
La oscura ceremonia en que liberan
A todos los demonios de Pandora,
Dejando que, en su gula desmedida,
Esquilmen sin retorno fieramente
El mágico fulgor que arde en la vida.
¡Devuélvannos la magia y sus arcanos!
lunes, 24 de mayo de 2010
Perjurio
Te querré siempre, prometió hace tiempo,
Y bien sabes que nunca fue de aquellos
Que incumplen fácilmente sus promesas.
No importa que la vida, tan compleja,
A golpes lo mudase en un desecho
Al cual no puedes ver sin sentir náuseas;
No importan tu silencio, la distancia,
Que no te queden fuerzas para darle
Un poco de tu apego, de las horas
Pretéritas que un día compartisteis,
Y piensa eternamente malogradas.
Te querrá siempre, y no podrá en su agónico
Vagar como un espectro desterrado,
Dejar de echarte en falta,
De ansiar volver a verte
Y ser de nuevo el cómplice, el amigo
Que, amándote sin límites, deseándote,
Exhausto renunciaba en su zozobra
Al beso y su temblor por no azorarte.
Te querrá siempre aun dando por seguro
Que ya sientes por él sólo desprecio
Y una vergüenza indómita a ser vista
Junto a él por los que antaño murmuraban
Calumnias infundadas y falaces
Que, aun graves, no pudieron alejaros.
Te querrá siempre. Siempre.
Por eso si algún día los recuerdos
De aquel que entonces fue y hoy está muerto,
Te empujan a anhelar que del sepulcro
Renazca con las manos extendidas,
No dudes en llamarlo como a Lázaro;
Debajo de las sombras, del sudario
Tejido de impotencia que lo enclaustra,
Del pútrido estertor que te avergüenza
Y te hace sentir vértigo a su lado,
Aún late el corazón limpio y magnánimo
De aquel que antaño fue un sobreviviente
Por la honda fe que tuvo en ti, su amiga,
Su más preciado don, su aire, sus sueños.
Te querré siempre, prometió hace tiempo,
Y más que la distancia, que tu ausencia,
Que no reconocerte en la de ahora,
Le duele comprender que hasta la tierra
Que inhuma la osamenta del que fuera,
Vendrá un día la otra muerte, decisiva,
A hacer que rompa inerme la promesa
Que te hizo al ignorar que es este tránsito
Perjurio imperativo entre dos nadas.
domingo, 23 de mayo de 2010
La oquedad sin mácula
1
Despojaste a tus ojos de su azogue;
Yo, sin él,
- - - - - - - ya no existo.
Despojaste a tus ojos de su azogue;
Yo, sin él,
- - - - - - - ya no existo.
2
Del fondo de la noche
Trepa un runrún sin voz
Y, origen y destino de su estruendo,
Como una maldición,
Me hablan de ti los muertos.
Del fondo de la noche
Trepa un runrún sin voz
Y, origen y destino de su estruendo,
Como una maldición,
Me hablan de ti los muertos.
3
Condéname, si quieres,
Por su limpia oquedad;
Yo
- - me lavo las manos.
4
Te canto, aun degollado,
porque yendo a morir,
hace tiempo estoy muerto.
Vísceras
Cenizas
“La ceniza siente nostalgia del incendio”
José Emilio Pacheco
Soñé que me tendiste al fin tu mano,
Sacándome del fondo de mi mismo,
Silente y pegajoso, vasto abismo
Como un mar de cualquier puerto lejano.
Soñé que me librabas del arcano
Voraz de la distancia y tu mutismo,
Del turbio y destructivo cataclismo
De ver pasar sin ti la vida en vano.
Soñé, y al despertar, qué desconsuelo,
Qué atroz desolación, qué alba tan fría
Y oscura sin celeste, luz, ni sones,
Mudando la esperanza eterno duelo,
Al ver que, aun extendida, no valdría
De nada ya tu mano a mis muñones.
sábado, 22 de mayo de 2010
El irrefrenable poder de la ignorancia
A Cris Gª. Barreto
(Algo así me contaba como anécdota mi padre)
ALLÁ por los años 30 del pasado siglo, en un próspero pueblo de la cuenca minera de la provincia de Huelva, hoy hace ya tiempo venido a menos, dicen que vivió un maestro republicano y comunista que asombraba por su gran sabiduría y profundo humanismo. Siempre tenía respuesta, y siempre era la correcta, a cualquier pregunta de sus alumnos o a las de los muchos amigos que, con el tiempo y un trato siempre cordial y correcto, había ido atesorando en sus tardes de taberna. Hay que decir también, que era un hombre muy hablador, gran aficionado al dominó y un poco borrachín.
Un buen día, a una pregunta de Manolito "el Beato"-hijo de Rosa la “Caoba” y sobrino del cura del lugar, aunque nadie nunca supo nada en él acerca de su supuesto padre-, Don Antonio, que así se llamaba nuestro maestro, respondió con un rotundo "no lo sé".
Un murmullo creciente comenzó a correr entonces de pupitre en pupitre como la pólvora, haciendo temblar los cristales de la escuela al igual que lo hubiese hecho un terremoto con su epicentro en el corazón de aquellos niños cándidos y ávidos de sabiduría gracias al buen hacer de Don Antonio; era como si, de súbito, todos hubiesen conocido de la inexistencia de Dios y, con ello, de la inminencia del fin del Mundo.
Don Antonio, tras unos interminables segundos en silencio, con una calma digna del más estoico de los eremitas, les dijo a sus alumnos:
-Hijos míos, aquello que me pagan, que por cierto es bien poco, es por lo que sé. Si hubiesen de pagarme por lo que no sé, por lo que nunca sabré –que es el estímulo que me impulsa a no dejar de tratar de aprender algo nuevo en todo momento-, no habría oro suficiente en el mundo para hacerlo.
Un buen día, a una pregunta de Manolito "el Beato"-hijo de Rosa la “Caoba” y sobrino del cura del lugar, aunque nadie nunca supo nada en él acerca de su supuesto padre-, Don Antonio, que así se llamaba nuestro maestro, respondió con un rotundo "no lo sé".
Un murmullo creciente comenzó a correr entonces de pupitre en pupitre como la pólvora, haciendo temblar los cristales de la escuela al igual que lo hubiese hecho un terremoto con su epicentro en el corazón de aquellos niños cándidos y ávidos de sabiduría gracias al buen hacer de Don Antonio; era como si, de súbito, todos hubiesen conocido de la inexistencia de Dios y, con ello, de la inminencia del fin del Mundo.
Don Antonio, tras unos interminables segundos en silencio, con una calma digna del más estoico de los eremitas, les dijo a sus alumnos:
-Hijos míos, aquello que me pagan, que por cierto es bien poco, es por lo que sé. Si hubiesen de pagarme por lo que no sé, por lo que nunca sabré –que es el estímulo que me impulsa a no dejar de tratar de aprender algo nuevo en todo momento-, no habría oro suficiente en el mundo para hacerlo.
viernes, 21 de mayo de 2010
Lágrima
La turbación y el frío
jueves, 20 de mayo de 2010
Mucho ruido y muy pocas nueces
No soy funcionario. Pero hoy, en solidaridad con estos y, a un tiempo, convencido de que cualquier recorte en los derechos de un solo trabajador nos afecta a todos, he acudido a la concentración convocada en mi ciudad en protesta por las medidas, por el robo salvaje, indecente y cobarde que están perpetrando Zapatero y sus secuaces contra el pueblo de España para rendir pleitesía al gran capital, a esos ladrones, a esos asesinos de guante blanco responsables de la muerte prematura de millones y millones de habitantes de este ultrajado mundo, así como del empobrecimiento paulatino de los que menos tienen en esta jodida España que pareciera nunca fuese a dejar de ser aquella de charanga y pandereta que avergonzara al poeta.
Ha sido decepcionante.
En primer lugar, sólo a un descerebrado o a un vulgar y deshonesto listillo estómago-agradecido sindical se le puede ocurrir convocar un acto de este tipo a las cinco de la tarde aquí en el sur, con un levante y una humedad de la hostia y con más de 30 grados centígrados en los termómetros. Yo, tan mal pensado, soy más proclive a creer que los grandes prebostes sindicales de la provincia de Huelva han terminado por hacerse cómplices de los cuatreros políticos y económicos que nos humillan, a cambio de 30 sucias monedas de vellón, y que han convocado esta concentración sólo de cara a la galería, para lavarse las manos, y con la verdadera intención de que no fuese más que un sonoro fracaso. Como así ha sido. Sólo hubiese faltado hacerla coincidir con un partido de la selección, que ya se sabe que, en esta tierra nuestra, todos somos muy de la roja, pero muy poco de lo rojo.
Sí, un fracaso. Porque, cuando llegué frente a la subdelegación del Gobierno, el lugar de la cita, en lugar de encontrarme con una manifestación o una concentración reivindicativa con lo que me he topado ha sido con una puñetera romería. Y con muy pocos romeros. Porque allí no habrá habido, siendo generoso, más de 500 personas. Y esto, en una ciudad de más de 150.000 habitantes y en la que debe haber al menos un par de decenas de miles de funcionarios es para echarse a llorar.
Y sonoro. Porque allí a lo único que se ha dedicado el personal ha sido a tocar esas bocinas tan estruendosas y desagradables que tanto proliferan hoy día por esos estadios del demonio, impidiéndonos a los que teníamos ansias por gritar algunas verdades hacerlo. Así que me he quedado con las ganas de alzar la voz para llamar a los miembros de este gobierno putrefacto que no deja de jodernos, ladrones, sinvergüenzas, cobardes y otras cosas que, ahora, más en frío, prefiero callar porque creo que no es necesario decirlas.
Así que, tras, a pesar de lo dicho, felicitar sinceramente a los pocos funcionarios que estaban presentes –no, en cambio, a los funestos directores de orquesta de la malograda concentración-, he de reprobar a los que, a pesar de tener motivos más que suficientes para estar allí, se quedaron en casa durmiendo la siesta o apoltronados en el sofá babeando frente a cualquier basura televisiva que estuviese programada a esas horas. A estos que, finalmente, con su actitud, tendrán más que merecido cualquier recorte que se pueda producir en sus derechos por no haber luchado por ellos.
Y, haciendo un inciso para nada baladí, decir que allí me contaron que el famoso casco que perpetró la Universidad de Huelva para celebrar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo entrando en el deshonroso Guinness World Records hace apenas un mes, costó a la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía en esta época de crisis la friolera de 24.000 euros. Pa mear y no echar gota.
Así que, aunque supongo que algún profesional de la desinformación puede que ya esté barajando este titular para encabezar mañana la noticia sobre la esperpéntica romería a la que hoy he tenido la desdicha de asistir estupefacto, yo también he tenido que hacerlo, porque sí, lo que hoy ha habido frente a la subdelegación del Gobierno en Huelva ha sido mucho ruido y muy pocas nueces.
Ha sido decepcionante.
En primer lugar, sólo a un descerebrado o a un vulgar y deshonesto listillo estómago-agradecido sindical se le puede ocurrir convocar un acto de este tipo a las cinco de la tarde aquí en el sur, con un levante y una humedad de la hostia y con más de 30 grados centígrados en los termómetros. Yo, tan mal pensado, soy más proclive a creer que los grandes prebostes sindicales de la provincia de Huelva han terminado por hacerse cómplices de los cuatreros políticos y económicos que nos humillan, a cambio de 30 sucias monedas de vellón, y que han convocado esta concentración sólo de cara a la galería, para lavarse las manos, y con la verdadera intención de que no fuese más que un sonoro fracaso. Como así ha sido. Sólo hubiese faltado hacerla coincidir con un partido de la selección, que ya se sabe que, en esta tierra nuestra, todos somos muy de la roja, pero muy poco de lo rojo.
Sí, un fracaso. Porque, cuando llegué frente a la subdelegación del Gobierno, el lugar de la cita, en lugar de encontrarme con una manifestación o una concentración reivindicativa con lo que me he topado ha sido con una puñetera romería. Y con muy pocos romeros. Porque allí no habrá habido, siendo generoso, más de 500 personas. Y esto, en una ciudad de más de 150.000 habitantes y en la que debe haber al menos un par de decenas de miles de funcionarios es para echarse a llorar.
Y sonoro. Porque allí a lo único que se ha dedicado el personal ha sido a tocar esas bocinas tan estruendosas y desagradables que tanto proliferan hoy día por esos estadios del demonio, impidiéndonos a los que teníamos ansias por gritar algunas verdades hacerlo. Así que me he quedado con las ganas de alzar la voz para llamar a los miembros de este gobierno putrefacto que no deja de jodernos, ladrones, sinvergüenzas, cobardes y otras cosas que, ahora, más en frío, prefiero callar porque creo que no es necesario decirlas.
Así que, tras, a pesar de lo dicho, felicitar sinceramente a los pocos funcionarios que estaban presentes –no, en cambio, a los funestos directores de orquesta de la malograda concentración-, he de reprobar a los que, a pesar de tener motivos más que suficientes para estar allí, se quedaron en casa durmiendo la siesta o apoltronados en el sofá babeando frente a cualquier basura televisiva que estuviese programada a esas horas. A estos que, finalmente, con su actitud, tendrán más que merecido cualquier recorte que se pueda producir en sus derechos por no haber luchado por ellos.
Y, haciendo un inciso para nada baladí, decir que allí me contaron que el famoso casco que perpetró la Universidad de Huelva para celebrar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo entrando en el deshonroso Guinness World Records hace apenas un mes, costó a la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía en esta época de crisis la friolera de 24.000 euros. Pa mear y no echar gota.
Así que, aunque supongo que algún profesional de la desinformación puede que ya esté barajando este titular para encabezar mañana la noticia sobre la esperpéntica romería a la que hoy he tenido la desdicha de asistir estupefacto, yo también he tenido que hacerlo, porque sí, lo que hoy ha habido frente a la subdelegación del Gobierno en Huelva ha sido mucho ruido y muy pocas nueces.
El duelo impenitente
(Des)Gobierno y crisis: otra actuación más, desvergonzada, insultante y sin ética
El pasado 17 de mayo, en el Boletín Oficial del Estado número 120, se publica la Resolución de 3 de mayo de 2010, de la Subsecretaría de Trabajo e Inmigración del Ministerio del mismo nombre, “por la que se convoca para el ejercicio 2010 la concesión de subvenciones a las organizaciones sindicales en proporción a su representatividad por la realización de actividades de carácter sindical”. Unas subvenciones cuya cuantía total asciende a 15.798.500 euros.
No voy a entrar en este breve texto a hacer crítica de la labor de las organizaciones sindicales, no es ese el objeto y, además, en este momento, los trabajadores necesitamos más que nunca establecer alianzas para defender, a uñas y dientes si fuese necesario, nuestros derechos, todo aquello que nos han y pretenden seguir robando, evitando cismas innecesarios con cualquiera de los posibles aliados.
Pero lo que clama al cielo es que los mismos que en estos días están perpetrando su indecente, interesada y cobarde agresión contra los trabajadores en particular y contra el pueblo en general convoquen estas subvenciones con “la finalidad de (…) fomentar, mediante la financiación, la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores”.
¿Se puede tener mayor cinismo y menos poca vergüenza al reflejar en negro sobre blanco en documento oficial semejante tomadura de pelo, semejante falacia? ¿Se pueden tener menos escrúpulos? ¿Se puede ser más…?
Sólo espero que los sindicatos no se dejen comprar por estas míseras limosnas que, como migajas de pan duro, caen de una mesa gubernamental que hace tiempo se viene dedicando a esquilmar a los trabajadores y al pueblo para hacer engordar a especuladores y banqueros; de la mesa de unos miserables que en lugar de dedicarse al servicio al pueblo para el que fueron elegidos, ofician de mamporreros de aquellos que no cesan de enriquecerse a costa de las cada vez mayores penurias que viene sufriendo un pueblo, el español, que, por cierto, todavía no parece haber despertado de aquel sueño de vacas gordas a las que ya no les quedan apenas una gota de leche en sus ubres.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Silvia
A veces un poema
Valiente, libre y limpio,
Se cuela por las grietas del sistema
Y anega con su luz las sucias sombras
Cobardes que apuntalan sus murallas.
Y, entonces, los guardianes de las ruinas
Que, estólidas y graves, nos aplastan,
Se espantan, se estremecen, tiemblan, ¡MIEDO!;
Un bardo vulneró su punto débil,
Jamás podrán rendir a la esperanza.
martes, 18 de mayo de 2010
No credo
Yo nunca me hice hombre.
Maduraron los frutos
Se pudrieron cayeron
Mis costillas intactas.
Yo nunca me hice hombre.
Soy de sal sin Sodoma
La cosecha de Onán
Josüé sin trompetas.
Yo nunca me hice hombre.
Clavos llevo en las manos
Con el miedo de un niño
A un designio celeste.
Yo nunca me hice hombre.
Me quedé en la cuneta
Confundido entre el légamo
Sin moldear sin aliento.
Maduraron los frutos
Se pudrieron cayeron
Mis costillas intactas.
Yo nunca me hice hombre.
Soy de sal sin Sodoma
La cosecha de Onán
Josüé sin trompetas.
Yo nunca me hice hombre.
Clavos llevo en las manos
Con el miedo de un niño
A un designio celeste.
Yo nunca me hice hombre.
Me quedé en la cuneta
Confundido entre el légamo
Sin moldear sin aliento.
lunes, 17 de mayo de 2010
La vita è bella
De niños nos hablaban del mañana
Los curas, nuestros padres, los maestros,
Haciéndonos soñar con los misterios,
La magia y los hallazgos del periplo
Que habríamos de andar tras nuestro sino.
Qué ganas de crecer, cuánta ilusión
Poníamos entonces en ser pronto
Actores principales del futuro,
Tomando con firmeza así las riendas
Del mundo, nuestra vida, los horarios,
Los ritmos de los mares y los astros,
De una historia de amor. Y agradecíamos,
Creyéndonos eternos, casi dioses,
El éxtasis soberbio de sentir,
El trémulo milagro de estar vivos.
Hoy ya, perdido aquel candor extático
Y ajada golpe a golpe la esperanza,
Cuitados asumimos sin ambages,
En la ardua percepción de lo absoluto,
Que el milagro es la muerte.
Los curas, nuestros padres, los maestros,
Haciéndonos soñar con los misterios,
La magia y los hallazgos del periplo
Que habríamos de andar tras nuestro sino.
Qué ganas de crecer, cuánta ilusión
Poníamos entonces en ser pronto
Actores principales del futuro,
Tomando con firmeza así las riendas
Del mundo, nuestra vida, los horarios,
Los ritmos de los mares y los astros,
De una historia de amor. Y agradecíamos,
Creyéndonos eternos, casi dioses,
El éxtasis soberbio de sentir,
El trémulo milagro de estar vivos.
Hoy ya, perdido aquel candor extático
Y ajada golpe a golpe la esperanza,
Cuitados asumimos sin ambages,
En la ardua percepción de lo absoluto,
Que el milagro es la muerte.
domingo, 16 de mayo de 2010
Tributo a Kundera
sábado, 15 de mayo de 2010
La prohibición
NO ENCONTRÁBAMOS mayor placer que el de bajar a la playa en las frías mañanas de espesa niebla. Una vez allí nos desnudábamos y, ateridos y violentos, fornicábamos hasta la extenuación mientras nos arañábamos y mordíamos con saña y llorábamos desconsolados celebrando la eterna defunción del horizonte. Después volvíamos a casa y, tras lamernos las heridas, a veces, en la calidez del lecho, hacíamos dulcemente el amor. Pero no era lo mismo. No, tan lejos el uno del otro.
La maldición
EULOGIO Buenavista fue condenado a oscuridad perpetua, acusado de echarle un mal de ojo a una doncella ciega por nadie nunca vista. Cuando un lustro más tarde, Eulogio, enceguecido, fue puesto en libertad tras haberse probado su inocencia, no pudo contener, al sol, su llanto. Y lloró hasta secarse por completo, quedando en un montón de polvo inerte, sobre el que, incorruptibles, en un afán panóptico, como un inmenso espejo, perduraron sus globos oculares. Jamás nunca pudieron, malditas para siempre, las gentes del lugar cerrar sus párpados.
Ilustración: Salvador Dalí, “Niño geopolítico observando el nacimiento del hombre nuevo”.
viernes, 14 de mayo de 2010
Catalepsia
Qué plácido reposo aquel de Lázaro,
Exánime, sin sueños, todo olvido,
Ajeno al acre aliento de la muerte,
Porfiado amortajando sus vestigios,
Y al ansia por llegar a ser llamado
A alzarse nuevamente entre los vivos.
Y qué desasosiego en el sudario
Que envuelve de impotencia y vasto frío,
Inmóviles, sin pulso, mas conscientes,
El alma, los anhelos, los sentidos,
De aquel que por su diosa convocado
Se sabe nunca más a hacer camino.
Exánime, sin sueños, todo olvido,
Ajeno al acre aliento de la muerte,
Porfiado amortajando sus vestigios,
Y al ansia por llegar a ser llamado
A alzarse nuevamente entre los vivos.
Y qué desasosiego en el sudario
Que envuelve de impotencia y vasto frío,
Inmóviles, sin pulso, mas conscientes,
El alma, los anhelos, los sentidos,
De aquel que por su diosa convocado
Se sabe nunca más a hacer camino.
jueves, 13 de mayo de 2010
Ubicuidad
Igual que a un dios violento,
Te intuyo en todas partes,
Al orto y al ocaso, en todo tiempo.
Te intuyo desbocada en mis latidos,
La hiel de mi naufragio, en las tinieblas,
La nieve, en el relámpago, en el trueno;
Te intuyo en mi cadalso, en las cloacas
Del humo deletéreo del tabaco,
La copa de coñac, la asfixia, el miedo;
Te intuyo en el pañuelo, en la partida
Del tren que nunca alcanzo, en los andenes
Que enjugan indolentes mi lamento;
Te intuyo en el estruendo indecoroso
Del tráfico, en la sed, los arenales,
La flor que se marchita, en el silencio;
Te intuyo en el hedor que inunda obsceno
Los sucios callejones del suburbio
Que habita el perro espectro del destiempo.
En mis manos vacías, sobre el mármol
Que inhuma la osamenta de mis sueños,
A ti, mi diosa ausente, yo
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - te invento.
Y qué infinita lástima...
Cuántas noches en vela
Sin la luz de una lámpara
Alumbrando el sendero.
Cuántos sueños dormidos
Extraviados y errantes
Sin el mapa de un beso.
Cuánto afecto marchito
En la cruda sequía
De negar los afectos.
Cuánto anhelo cautivo
Del tenaz laberinto
De la duda y el miedo.
Cuánta necia renuncia
Cuánta hiel sufrimiento
Con la falsa coartada
De pensarnos eternos.
Pero qué ingente gozo
En la mutua confianza
Por la cual compartimos
Los más hondos secretos
Mientras yo me miraba
En tus fúlgidos ojos
Que juzgué inalcanzable
Horizonte a lo lejos.
Qué amor tan grande el nuestro
Y qué infinita lástima
No haber sabido amarnos.
miércoles, 12 de mayo de 2010
dooH niboR y sus secuaces
LA CUEVA de Alí Babá se ha trasladado a un lugar que llaman Moncloa. Pero, como los tiempos cambian, ahora su caterva de carteristas se halla comandada por un tal dooH niboR. Allí, él y sus secuaces –a los cuales hoy se les da el nombre de Ministros-, se reúnen para decidir cómo esquilmar a los pobres para que engorden los ricos.
Homenaje a Manuela Rejas en Veguellina de Órbigo
Dentro del programa de actividades de la XXVII Semana Cultural de Veguellina de Órbigo, y como broche final, el próximo día 18 de mayo ser hará un más que merecido homenaje póstumo a Manuela Rejas.
Manuela Rejas, todo un hito al lograr, con su determinación y nunca darse por vencida, y en contra de los rancios postulados sociales de aquella época, ser la primera mujer con carné de ilusionista de España, abriendo así camino para otras muchas mujeres que después han venido a ilusionarnos en el maravilloso mundo de la magia. Manuela Rejas, una luchadora incansable por la igualdad y la libertad, una rebelde impenitente, un alma generosa –y todo un carácter- que hasta el final de sus días llevó a gala la solidaridad como bandera. Sin duda, un homenaje más que merecido. Siempre en el corazón, Manuela.
Manuela Rejas, todo un hito al lograr, con su determinación y nunca darse por vencida, y en contra de los rancios postulados sociales de aquella época, ser la primera mujer con carné de ilusionista de España, abriendo así camino para otras muchas mujeres que después han venido a ilusionarnos en el maravilloso mundo de la magia. Manuela Rejas, una luchadora incansable por la igualdad y la libertad, una rebelde impenitente, un alma generosa –y todo un carácter- que hasta el final de sus días llevó a gala la solidaridad como bandera. Sin duda, un homenaje más que merecido. Siempre en el corazón, Manuela.
XXVII Semana Cultural de Veguellina de Órbigo
Homenaje a Manuela Rejas
Fecha: 18 de mayo de 2010
Hora: 20:00
Lugar: Biblioteca Municipal “Río Órbigo”
martes, 11 de mayo de 2010
Seguidilla (IX)
lunes, 10 de mayo de 2010
Presentación de "Anónimo viajero" de Octavio Fdez. Zotes
El próximo 17 de mayo a las 20:00 horas, será presentado en el Ateneo de Badajoz "Anónimo viajero" el último poemario de Octavio Fernández Zotes, publicado por Ediciones Hontanar en León el año 2009.
Texto de Miguel Bakero sobre "Anónimo viajero".
Anónimo viajero, el último libro de poesías de Octavio Fernández Zotes (Cabañeros, 1935) es, en gran medida, y como indica el título, la crónica de un viaje interior, el relato metafórico de un periplo que se inició con la pregunta: ¿Hay vida en la poesía? Como el anónimo viajero que tantas veces puede haberse planteado esta pregunta, Fernández Zotes, una vez terminada su carrera profesional, decidió internarse en esa vertiginosa pasión ante cuyas puertas tantas veces y durante tantos años había retrocedido. Situado ante ese umbral, Fernández Zotes confiesa sobre el papel sus temores y, con los primeros pasos, la maravilla que le aturde al sentir que algo, difusamente, se concreta.
«Parece inválido, / pero un enigma, / en trance de poema, / emerge, y muestra su impaciencia / por desbrozar la prosa, / por horadar salida a la muralla».
A la búsqueda de ese “algo” que parece esconderse siempre en la siguiente página, hay en todo este libro, Anónimo viajero, un sentido de vagar hacia delante, de caminar con la mirada despierta, “en trance de poema”, en el afán primero de capturar el poema que parece aletear delante de él y verterlo sobre el folio diseccionado. Pronto, sin embargo, entiende el poeta que la poesía, quizás, dejé de serlo en el momento que se consigue dominar: «Dentro del alma se consumen / las últimas palabras, las imágenes / brillantes como brasas, / retóricas metáforas que arden / y sólo dejan un silente polvo gris / de tedio y calma». Pronto entiende que para continuar “ese viaje en espiral” que ha emprendido hacia un centro que siente palpitante, es necesario despojarse de las expresiones brillantes, de los versos asombrosos, de todo el aparato externo de la poesía. Y es partir de entonces cuando el poeta, despojado de todo, anónimo, comienza el auténtico viaje.
Un viaje entre objetos que parecen sin sentido, “mariposas heridas por la espera”, sin el recurso a disculpar, edulcorar, disfrazar los hechos ocurridos para que no resulten crueles, para que el pasado no dañe “cruelmente, como una segur que hiere a ciegas”. Un ambiente que, lejos de hermoso, visto con ojos claros y sinceros parece un largo y desagradable desfiladero que se va cerrando en torno del poeta, a quien sólo mantiene en el camino en esos momentos «la ávida impaciencia / hacia el misterio que se oculta en la neblina / del otoño eterno de Vallejo», un final que no ve pero que adivina que se estremece ante el rumor “del hombre que se acerca”, aunque sólo sea para descubrir que «hablando como Rilke, / hay ángeles tan bellos que te matan / con el abrazo».
Este es otro de los rasgos del Anónimo Viajero según avanza en su indagación: el reconocimiento y la admiración hacia los que le precedieron en el camino por entre escarpadas paredes, más allá de donde terminan los cantos de las sirenas. «A veces veo brillos / de auroras boreales / que se acercan deprisa / y marcan un camino, / más luego se oscurecen / y el camino se borra». En determinado momento, se detiene para expresar su impotencia por no saber, seguramente, mirar en torno con esa claridad y esa sensibilidad con que miraron otros, con no saber «desentrañar, en el alfoz del tiempo, / el santo y seña que permita / respirar el viento fácilmente, sin asfixia”. Detenido en el “intermezzo” de su camino, se pregunta el poeta “¿de qué horizonte llegan las melodías de Mahler? (…), ¿Por qué remonta el vuelo / a cielos infinitos el pincel de Chagall?»
El viaje prosigue, el camino se estrecha, todo ese largo y cansado periplo parece conducir al fin no a otro lugar sino al punto de partida, al interior de uno mismo: «Busco sentimientos comunes / en el ancestral legado de los verbos. / Y sólo encuentro / fingidos versos hiperbólicos que dejan / sensación de hambre y de hastío».
«Murió la poesía. / Tan sólo queda la belleza que nace del desgarro, / del grito insufrible de la sangre; / de la carne rota por el filo invisible / de la navaja cortante de la vida».
Pero al fin, y pese a todo, aun queda una última esperanza. Aún debe quedar una última esperanza. Una esperanza para la que Fernández Zotes recurre a las palabras de Luther King: «Si supiera que el mundo acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Es la esperanza de la ilusión, del asombro diario, “hasta dejar colmado el espacio comprendido / entre una nada que forma ya parte del pasado / y otra nada que ha de venir y aún no ha venido».
Y aunque pueda parecer, por todo ello, que ha sucedido un viaje frustrado, Anónimo viajero es, por su sinceridad, por su honestidad y por la profundidad que busca, un magnífico libro de poesía.
«Parece inválido, / pero un enigma, / en trance de poema, / emerge, y muestra su impaciencia / por desbrozar la prosa, / por horadar salida a la muralla».
A la búsqueda de ese “algo” que parece esconderse siempre en la siguiente página, hay en todo este libro, Anónimo viajero, un sentido de vagar hacia delante, de caminar con la mirada despierta, “en trance de poema”, en el afán primero de capturar el poema que parece aletear delante de él y verterlo sobre el folio diseccionado. Pronto, sin embargo, entiende el poeta que la poesía, quizás, dejé de serlo en el momento que se consigue dominar: «Dentro del alma se consumen / las últimas palabras, las imágenes / brillantes como brasas, / retóricas metáforas que arden / y sólo dejan un silente polvo gris / de tedio y calma». Pronto entiende que para continuar “ese viaje en espiral” que ha emprendido hacia un centro que siente palpitante, es necesario despojarse de las expresiones brillantes, de los versos asombrosos, de todo el aparato externo de la poesía. Y es partir de entonces cuando el poeta, despojado de todo, anónimo, comienza el auténtico viaje.
Un viaje entre objetos que parecen sin sentido, “mariposas heridas por la espera”, sin el recurso a disculpar, edulcorar, disfrazar los hechos ocurridos para que no resulten crueles, para que el pasado no dañe “cruelmente, como una segur que hiere a ciegas”. Un ambiente que, lejos de hermoso, visto con ojos claros y sinceros parece un largo y desagradable desfiladero que se va cerrando en torno del poeta, a quien sólo mantiene en el camino en esos momentos «la ávida impaciencia / hacia el misterio que se oculta en la neblina / del otoño eterno de Vallejo», un final que no ve pero que adivina que se estremece ante el rumor “del hombre que se acerca”, aunque sólo sea para descubrir que «hablando como Rilke, / hay ángeles tan bellos que te matan / con el abrazo».
Este es otro de los rasgos del Anónimo Viajero según avanza en su indagación: el reconocimiento y la admiración hacia los que le precedieron en el camino por entre escarpadas paredes, más allá de donde terminan los cantos de las sirenas. «A veces veo brillos / de auroras boreales / que se acercan deprisa / y marcan un camino, / más luego se oscurecen / y el camino se borra». En determinado momento, se detiene para expresar su impotencia por no saber, seguramente, mirar en torno con esa claridad y esa sensibilidad con que miraron otros, con no saber «desentrañar, en el alfoz del tiempo, / el santo y seña que permita / respirar el viento fácilmente, sin asfixia”. Detenido en el “intermezzo” de su camino, se pregunta el poeta “¿de qué horizonte llegan las melodías de Mahler? (…), ¿Por qué remonta el vuelo / a cielos infinitos el pincel de Chagall?»
El viaje prosigue, el camino se estrecha, todo ese largo y cansado periplo parece conducir al fin no a otro lugar sino al punto de partida, al interior de uno mismo: «Busco sentimientos comunes / en el ancestral legado de los verbos. / Y sólo encuentro / fingidos versos hiperbólicos que dejan / sensación de hambre y de hastío».
«Murió la poesía. / Tan sólo queda la belleza que nace del desgarro, / del grito insufrible de la sangre; / de la carne rota por el filo invisible / de la navaja cortante de la vida».
Pero al fin, y pese a todo, aun queda una última esperanza. Aún debe quedar una última esperanza. Una esperanza para la que Fernández Zotes recurre a las palabras de Luther King: «Si supiera que el mundo acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Es la esperanza de la ilusión, del asombro diario, “hasta dejar colmado el espacio comprendido / entre una nada que forma ya parte del pasado / y otra nada que ha de venir y aún no ha venido».
Y aunque pueda parecer, por todo ello, que ha sucedido un viaje frustrado, Anónimo viajero es, por su sinceridad, por su honestidad y por la profundidad que busca, un magnífico libro de poesía.
domingo, 9 de mayo de 2010
Rasurado pendiente
LOS ESPEJOS mienten, son engañosos, nos devuelven una imagen distorsionada y falsa de lo que nunca seremos, de lo que nunca hemos sido, de lo que ya no somos, si es que alguna vez fuimos. Nada importa que la luz viaje a una velocidad de vértigo en el limitado espacio que media entre retina y reflejo y viceversa. Ese lapso imperceptible de tiempo de ida y vuelta es más que suficiente para perpetuar la falacia. Ese fue el motivo de que me iniciase en el largo y tortuoso aprendizaje de mirarme en los despojos; no cabe espejismo alguno en la carroña, en lo que está ya hecho añicos, en lo que estalla y se pierde, en la esterilidad de un vidrio sin azogue. Sólo lo lúgubre, lo inmóvil, lo callado, puede ofrecernos la justa medida de nuestra gélida e insignificante transparencia, de la ciega verdad que nos acecha, impertérrita y segura como un cepo de plata para licántropos.
No obstante, el uso de los despojos para estos fines no deja de tener sus inconvenientes. Sin ir más lejos, hace ahora justamente 13 días, me hice un profundo y perentorio corte en la yugular durante el afeitado. Me desangré con presteza en tan sólo unos siglos. Desde entonces, el espejo del cuarto de baño, aterrorizado y atónito, no ha dejado ni un solo instante de mirarse en mis ya irreconocibles y ajenos desechos. Y es que, desde que nos conocimos aquella mañana, cuando yo me cepillaba los dientes y él brillaba como luna llena conversando con la luz que se colaba sin permiso por la ventana, jamás tuvo el raciocinio suficiente para comprender la clarividencia que se alberga en la opacidad de la podredumbre. Y ahí sigue; mirándose en mí, sin alcanzar a reunir el valor suficiente para volver a afeitarse. Su aspecto, por tanto, resulta deplorable. Ha perdido brillo y una creciente plaga de piojos se ha instalado entre sus barbas. Es bien sabido que los espejos carecen de capacidad para rascarse por sí solos. Quizá por eso se le perciba tan abatido, tan sin eco. Estoy convencido de que, de proseguir en este estado, no transcurrirá demasiado tiempo sin que perpetre una exitosa tentativa de suicidio. Más aun, teniendo en cuenta la inminencia del eclipse. Entretanto, por lo que pudiera suceder, procuraré mantener bien cerrados los párpados.
No obstante, el uso de los despojos para estos fines no deja de tener sus inconvenientes. Sin ir más lejos, hace ahora justamente 13 días, me hice un profundo y perentorio corte en la yugular durante el afeitado. Me desangré con presteza en tan sólo unos siglos. Desde entonces, el espejo del cuarto de baño, aterrorizado y atónito, no ha dejado ni un solo instante de mirarse en mis ya irreconocibles y ajenos desechos. Y es que, desde que nos conocimos aquella mañana, cuando yo me cepillaba los dientes y él brillaba como luna llena conversando con la luz que se colaba sin permiso por la ventana, jamás tuvo el raciocinio suficiente para comprender la clarividencia que se alberga en la opacidad de la podredumbre. Y ahí sigue; mirándose en mí, sin alcanzar a reunir el valor suficiente para volver a afeitarse. Su aspecto, por tanto, resulta deplorable. Ha perdido brillo y una creciente plaga de piojos se ha instalado entre sus barbas. Es bien sabido que los espejos carecen de capacidad para rascarse por sí solos. Quizá por eso se le perciba tan abatido, tan sin eco. Estoy convencido de que, de proseguir en este estado, no transcurrirá demasiado tiempo sin que perpetre una exitosa tentativa de suicidio. Más aun, teniendo en cuenta la inminencia del eclipse. Entretanto, por lo que pudiera suceder, procuraré mantener bien cerrados los párpados.
sábado, 8 de mayo de 2010
La crisis y sus posibles soluciones: gobernanza y revolución
“Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.”
HOY YA, con la que está cayendo, podemos afirmar que en la conciencia colectiva del pueblo, durante tanto tiempo narcotizada por las nuevas religiones de la modernidad –el culto al éxito, el “sálvese quien pueda” y, entre otras muchas, el “yo a lo mío y que los demás arreen”-, ha comenzado a instalarse la sospecha de que toda esta liturgia de usar y tirar, más que de santos, puede ser producto del infierno. Y que en el centro de ese asfixiante Averno, sin nadie a diestra ni siniestra, se alza reinando de forma despótica y cruel, el poder financiero especulativo.
Sin duda, por tanto, el pueblo no estaba aún tan idiotizado como algunos presumían satisfechos. No obstante, reduciendo únicamente a ese demonio el origen de sus males, también demuestra que aún no ha terminado por despertar del todo.
Evidentemente, han sido los poderes financieros, con su criminal avaricia, con su ataque permanente a las economías productivas para enriquecerse a toda costa sobre la base de vender y revender sin descanso humo y más humo, los que han dado lugar a esta crisis sin parangón alguno en la ya larga historia del genocidio capitalista. Crisis de la cual, aún no se han dejado sentir todos ni los más graves de sus perniciosos efectos. Pero no han sido los especuladores los únicos responsables de esta brutal debacle a la que, de momento atónitos, estamos asistiendo los ciudadanos de medio mundo –en el otro medio la debacle siempre ha estado presente desde hace ya siglos.
Causa sorpresa, cuando no náuseas, escuchar en estos días de vasta cólera, a políticos de renombre abundando, con la pestilente complicidad de los medios de manipulación masiva, en esta idea falaz e interesada de adjudicar al poder financiero en exclusiva la culpa de tanta desgracia. Como Pilatos, tratan de lavarse unas manos en las que ya siempre llevarán la mancha indeleble del sudor, la sangre y las lágrimas de los desposeídos, los marginados, de los nadie. Y de muchos muertos. Y aun más sorprendente resulta que esas declaraciones las hagan los mismos que, a un tiempo, nos tratan de hacer creer la gran falacia de que la solución a la crisis sólo puede darse otorgando nuevos favores, mayores libertades –eufemismo tras el que, en este caso, se oculta un criminal libertinaje- a ese mismo poder financiero que nos ha llevado a la situación actual. Y que para ello resulta ineludible continuar rebajando más y más los derechos de aquellos que, inermes y ya casi exangües, la estamos sufriendo. Vomitivo.
Porque ¿cuál es el papel que deberían jugar los políticos, los estados, en el gobierno del mundo?, ¿cuál debería ser su principal razón de ser?, ¿para qué los elegimos? Ese papel no debería ser otro que el de actuar como el fiel de la balanza que armoniza, con justicia para todos, los intereses del poder económico con los de la sociedad, los del pueblo. Esa sería la verdadera democracia y no esta dictadura encubierta que nos subyuga, que nos pisotea bajo la inclemente y pesada bota del capital con la complicidad de medios, parlamentos, gobiernos y partidos. Porque los políticos, los estados, si es que alguna vez lo hicieron, hace ya mucho que dejaron de jugar ese papel para rendir exclusiva pleitesía y postrarse humillados a los pies del poder económico. Unas veces por miedo, otras para recibir a cambio prebendas, o como método para mantenerse en la poltrona, esta es la triste realidad, salvo contadas y honrosas excepciones, de la política y los políticos de baja estofa que sufrimos hoy día.
Nunca saldremos de la opresión, nunca alcanzaremos la justicia, nunca habrá democracia con políticos de este tipo. Con políticos que afirman que la solución a tanta barbarie sólo podrá venir de la mano de esos mismos poderes financieros que se nutren de ella y la han originado. Los políticos cobardes, los políticos apoltronados, los políticos de “estómago agradecido”, por su propio pie o a patadas, para casa. O, en su caso, a presidio –nunca he sido partidario de las guillotinas. Hoy, más que nunca, lo que necesitamos son políticos valientes, honrados y con verdadera vocación de servicio público. Políticos decididos a enfrentarse a ese gran capital homicida que nos desangra y a los medios de manipulación masiva que lo sirven como patéticos lacayos. Políticos que, en lugar de querer volver a llevarnos de nuevo al punto de partida que dio lugar a esta crisis para volver a repetirla, se decidan a iniciar caminos nuevos, caminos diferentes, caminos por los que puedan transitar también los muchos que, con los actuales mimbres, han sido y siguen siendo arrojados a la cuneta. Políticos que, en lugar de tratar de lavarse la sangre ajena de sus sucias manos, se las manchen con el trabajo de la tierra y por la tierra, codo con codo con los agricultores, con los albañiles, con los oficinistas, con los obreros. Políticos resueltos a ser, de una vez por todas, ese fiel de la balanza que nos lleve a un mundo donde las principales señas de identidad sean la justicia social y la democracia. Un mundo en el que los vendedores de humo y su nauseabunda podredumbre sean relegados para siempre a las catacumbas de una triste y, sin ser nunca olvidada, ya pasada historia.
Porque nunca vendrá una solución a la injusticia y la miseria de la mano del poder económico, de la mano del capital, de la mano de los mercados ni de políticos mamporreros, hoy es el día, quizá ya una de las últimas oportunidades, de ese político nuevo; el día de la izquierda. Y hoy es el día, sobre todo, del pueblo, de un pueblo despierto que reclame lo que durante tanto tiempo le ha venido siendo robado y legítimamente le pertenece. Hoy es el día de las alianzas sociales, de la respuesta de los marginados, de los pisoteados, de esos nadie que no quieren seguir siéndolo para pasar a ser los verdaderos protagonistas de su Historia. Y hoy es ese día del pueblo, ya con el apoyo de esos políticos nuevos, ya sin ellos. Ya con la paz y la negociación como bandera, ya con la desesperación y la infinita fuerza de los que lo han perdido todo, hasta la esperanza, y a pecho descubierto, con uñas y dientes, van a la búsqueda y encuentro de su destino sin importarles las consecuencias; prefiriendo caer finalmente derrotados antes que rendirse, que darse por vencidos. ¡VIVA EL PUEBLO GRIEGO!
Sin duda, por tanto, el pueblo no estaba aún tan idiotizado como algunos presumían satisfechos. No obstante, reduciendo únicamente a ese demonio el origen de sus males, también demuestra que aún no ha terminado por despertar del todo.
Evidentemente, han sido los poderes financieros, con su criminal avaricia, con su ataque permanente a las economías productivas para enriquecerse a toda costa sobre la base de vender y revender sin descanso humo y más humo, los que han dado lugar a esta crisis sin parangón alguno en la ya larga historia del genocidio capitalista. Crisis de la cual, aún no se han dejado sentir todos ni los más graves de sus perniciosos efectos. Pero no han sido los especuladores los únicos responsables de esta brutal debacle a la que, de momento atónitos, estamos asistiendo los ciudadanos de medio mundo –en el otro medio la debacle siempre ha estado presente desde hace ya siglos.
Causa sorpresa, cuando no náuseas, escuchar en estos días de vasta cólera, a políticos de renombre abundando, con la pestilente complicidad de los medios de manipulación masiva, en esta idea falaz e interesada de adjudicar al poder financiero en exclusiva la culpa de tanta desgracia. Como Pilatos, tratan de lavarse unas manos en las que ya siempre llevarán la mancha indeleble del sudor, la sangre y las lágrimas de los desposeídos, los marginados, de los nadie. Y de muchos muertos. Y aun más sorprendente resulta que esas declaraciones las hagan los mismos que, a un tiempo, nos tratan de hacer creer la gran falacia de que la solución a la crisis sólo puede darse otorgando nuevos favores, mayores libertades –eufemismo tras el que, en este caso, se oculta un criminal libertinaje- a ese mismo poder financiero que nos ha llevado a la situación actual. Y que para ello resulta ineludible continuar rebajando más y más los derechos de aquellos que, inermes y ya casi exangües, la estamos sufriendo. Vomitivo.
Porque ¿cuál es el papel que deberían jugar los políticos, los estados, en el gobierno del mundo?, ¿cuál debería ser su principal razón de ser?, ¿para qué los elegimos? Ese papel no debería ser otro que el de actuar como el fiel de la balanza que armoniza, con justicia para todos, los intereses del poder económico con los de la sociedad, los del pueblo. Esa sería la verdadera democracia y no esta dictadura encubierta que nos subyuga, que nos pisotea bajo la inclemente y pesada bota del capital con la complicidad de medios, parlamentos, gobiernos y partidos. Porque los políticos, los estados, si es que alguna vez lo hicieron, hace ya mucho que dejaron de jugar ese papel para rendir exclusiva pleitesía y postrarse humillados a los pies del poder económico. Unas veces por miedo, otras para recibir a cambio prebendas, o como método para mantenerse en la poltrona, esta es la triste realidad, salvo contadas y honrosas excepciones, de la política y los políticos de baja estofa que sufrimos hoy día.
Nunca saldremos de la opresión, nunca alcanzaremos la justicia, nunca habrá democracia con políticos de este tipo. Con políticos que afirman que la solución a tanta barbarie sólo podrá venir de la mano de esos mismos poderes financieros que se nutren de ella y la han originado. Los políticos cobardes, los políticos apoltronados, los políticos de “estómago agradecido”, por su propio pie o a patadas, para casa. O, en su caso, a presidio –nunca he sido partidario de las guillotinas. Hoy, más que nunca, lo que necesitamos son políticos valientes, honrados y con verdadera vocación de servicio público. Políticos decididos a enfrentarse a ese gran capital homicida que nos desangra y a los medios de manipulación masiva que lo sirven como patéticos lacayos. Políticos que, en lugar de querer volver a llevarnos de nuevo al punto de partida que dio lugar a esta crisis para volver a repetirla, se decidan a iniciar caminos nuevos, caminos diferentes, caminos por los que puedan transitar también los muchos que, con los actuales mimbres, han sido y siguen siendo arrojados a la cuneta. Políticos que, en lugar de tratar de lavarse la sangre ajena de sus sucias manos, se las manchen con el trabajo de la tierra y por la tierra, codo con codo con los agricultores, con los albañiles, con los oficinistas, con los obreros. Políticos resueltos a ser, de una vez por todas, ese fiel de la balanza que nos lleve a un mundo donde las principales señas de identidad sean la justicia social y la democracia. Un mundo en el que los vendedores de humo y su nauseabunda podredumbre sean relegados para siempre a las catacumbas de una triste y, sin ser nunca olvidada, ya pasada historia.
Porque nunca vendrá una solución a la injusticia y la miseria de la mano del poder económico, de la mano del capital, de la mano de los mercados ni de políticos mamporreros, hoy es el día, quizá ya una de las últimas oportunidades, de ese político nuevo; el día de la izquierda. Y hoy es el día, sobre todo, del pueblo, de un pueblo despierto que reclame lo que durante tanto tiempo le ha venido siendo robado y legítimamente le pertenece. Hoy es el día de las alianzas sociales, de la respuesta de los marginados, de los pisoteados, de esos nadie que no quieren seguir siéndolo para pasar a ser los verdaderos protagonistas de su Historia. Y hoy es ese día del pueblo, ya con el apoyo de esos políticos nuevos, ya sin ellos. Ya con la paz y la negociación como bandera, ya con la desesperación y la infinita fuerza de los que lo han perdido todo, hasta la esperanza, y a pecho descubierto, con uñas y dientes, van a la búsqueda y encuentro de su destino sin importarles las consecuencias; prefiriendo caer finalmente derrotados antes que rendirse, que darse por vencidos. ¡VIVA EL PUEBLO GRIEGO!
Dafne
NOS CONOCIMOS un 7 de abril de hace ahora poco menos de un año. Y desde entonces no dejamos de hacer muy buenas migas. Sobre todo en las tardes de lluvia. Aunque nunca nos comimos nada. Pese a mi obsesiva insistencia, siempre se negó a echarme las cartas. “No es nada bueno desvelar el futuro de los amigos”, me decía, “pero a todo le llega su momento”. Ayer sucedió. Tras poner la primera carta boca arriba, se desplomó sobre el mármol del enlosado como una frágil muñeca de trapo. Sin estrépito. Mansamente. No hubo sangre. Un infarto cerebral fulminante. Según determinó el forense. Ahora sé que ella también me amaba. Y que esta fría noche de finales de febrero, justo a las 10 y 27, moriré arrollado por el expreso. Será junto al gran laurel que, al borde de las vías, ha crecido de la noche a la mañana. Todo un enigma que jamás alcanzarán a explicarse los botánicos. La investigación policial concluirá que se trató de un desafortunado accidente. Pero yo sé bien que eso no es cierto. Que todo estaba escrito desde siempre en esa carta.
Ilustración: El beso, de Gustav Klimt.
viernes, 7 de mayo de 2010
La mosca que aplasté contra el espejo
Muertos. Mi casa está llena de muertos.
Mi padre muerto. Charo. Enrique. El tío
Manolín, primo hermano de mi madre
al que una mala noche en Barcelona,
le asestaron 40 puñaladas
–salió en “El Caso”. Carlos León Ramos,
que hablaba el esperanto y que murió,
con sólo 15 años, fusilado
por un atajo infame de fascistas
–jamás supo mi abuela en que agujero
dejaron olvidado su cadáver.
Aquel grillo en su jaula. El gorrioncillo
que no quiso comer pan de mis manos,
y enterré en una caja de zapatos
al pie de un alcornoque. Los pollitos,
tintados de colores –verde, añil,
celeste, anaranjado, lila, rojo…-
que compraba mi madre en el mercado
–pacientes compañeros de mis juegos-
y, al crecer, preparaba en pepitoria.
Aquella chica rubia que, tan joven,
saltó desde el tercero salpicando
por siempre mi memoria con su sangre.
La mosca que aplaste contra el espejo.
Manuela Rejas, tan reciente. Rafa,
amigo de la infancia –fue el primero-,
ahogado en Punta Umbría con 6 años .
Mi abuelo Paco –cuánto me quería.
El perro callejero destripado
en medio del asfalto. La esperanza.
Muertos. Mi cama está llena de muertos;
descansan mansamente, todos duermen.
Menos yo que los miro con espanto,
pensando en que jamás podré saldar
las cuentas que me quedan aún pendientes.
jueves, 6 de mayo de 2010
De tiburones y otras alimañas con corbata
Con admiración y respeto, al Pueblo griego.Esos que veis ahí
Con su portátil y BlackBerry en ristre,
El pelo engominado y cara de ángel,
Sus lustrosos zapatos Ferragamo
Y sus trajes de Armani pavoneándose,
Tan sumamente pulcros
Con sonrisas que brillan como espadas,
Por despachos de empresa y oficiales,
No son más que jodidos
Asesinos a sueldo,
Malditos mercenarios del mercado
Que viven como dioses del Averno
Devorando a destajo los despojos
Del los niños del hambre, de la guerra,
La malaria, los sórdidos prostíbulos
Del SIDA y la miseria, de las fábricas
De todo a cien sin luz, aire ni tiempo;
Esos cabrones, esos desalmados
–Vampiros, alimañas carroñeras-,
Que engordan con la sangre de los pobres;
Esos,
Esos bastardos mal nacidos,
Son ahora el objetivo, la plaga a erradicar
Para salvar el mundo.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Nocturno cóncavo
"I have taken a pill to kill
The thin
Papery feeling."(*)
Sylvia Plath
El bochorno nocturno,
Saturado de espectros,
Abortaba sus sueños, le negaba el descanso,
Lo hacía desfallecer de ahogo y náuseas.
Febril jadeaba solo,
Solo amaba.
Tratando de calmar la asfixia insomne
De su hondo desaliento en la carencia,
Pitillo tras pitillo deambulaba
Desde el tálamo estéril hasta el túmulo en ciernes
Del balcón y el abismo.
Sudor, semen y lágrimas sin mácula,
Colmando la tersura de las sábanas,
Mudaron en cenizas coaguladas
Los últimos aullidos degollados
Nacidos del fracaso del deseo.
Y en la densa agonía
De aquellos estertores sin atmósfera
Pensó “amor o la vida,
El rencor o la muerte”.
Y, queriendo despejar tan cruel dilema
Optando por la vida,
Engulló, sucumbiendo al desconsuelo,
Un frasco de pastillas para odiar,
Tratando de matar con este gesto
La acerba sensación de ser tan sólo
Una hoja de papel sola y sin cuerpo.
Y, en la estancia vacía,
Sintió una fuerza ignota y desmedida
Corriendo por sus venas como un rayo,
Eléctrica, violenta, irrefrenable,
Ansiosa por golpear, por ser cuchillo
Punzando, lacerando, dando muerte.
Y, henchido del vigor recién cobrado,
Sin nadie a quien odiar en su desierto,
Con saña se arrancó la piel, los ojos,
Las vísceras, la lengua, el corazón
Y el último jirón de su amor propio,
Al tiempo en que una brisa suave y fresca
Limpiaba de fantasmas su hipogeo.
(*) Me tome una pastilla para matar / Esta débil sensación / De ser como de papel.
martes, 4 de mayo de 2010
Médiumnité
La aurora es un taladro.
Penetra en las pupilas
A mil revoluciones
De vértigo al segundo,
Y un humor amarillo
Salpica las paredes
Ruinosas de los sueños.
Avisadas las moscas
Del lupanar inmundo
Donde el sadismo es pauta,
Acuden al hedor
Viscoso del fracaso
Y, obscenas, en las cuencas
Resecas y vacías
Fornican, ponen huevos,
Defecan luz celeste.
La aurora es un helminto
Voraz como anaconda;
Engulle con fruición
Las ansias, prostituye
Los himnos virginales
Que engendran en su seno
Feraces las tinieblas;
Y, en su estruendo de pájaros,
Las estrellas abortan
Y arrojan, prematuro,
Su feto a la basura.
Y allí atroces los huevos
Que pariera el celeste
Sin clemencia eclosionan
Devorando promiscuos
Los despojos del llanto
De lo nunca nacido.
La aurora es un verdugo
Que subvierte el poema.
Penetra en las pupilas
A mil revoluciones
De vértigo al segundo,
Y un humor amarillo
Salpica las paredes
Ruinosas de los sueños.
Avisadas las moscas
Del lupanar inmundo
Donde el sadismo es pauta,
Acuden al hedor
Viscoso del fracaso
Y, obscenas, en las cuencas
Resecas y vacías
Fornican, ponen huevos,
Defecan luz celeste.
La aurora es un helminto
Voraz como anaconda;
Engulle con fruición
Las ansias, prostituye
Los himnos virginales
Que engendran en su seno
Feraces las tinieblas;
Y, en su estruendo de pájaros,
Las estrellas abortan
Y arrojan, prematuro,
Su feto a la basura.
Y allí atroces los huevos
Que pariera el celeste
Sin clemencia eclosionan
Devorando promiscuos
Los despojos del llanto
De lo nunca nacido.
La aurora es un verdugo
Que subvierte el poema.
Feroz como un torrente
Irrumpe por la herida
Y ocupa el corazón
Gastando sus puntales
Tenaz como carcoma.
Allí se quiebra estalla
Se adueña de la sangre.
Feroz como un torrente
Recorre anega infecta
Sentidos nervio vísceras
La piel el hueso el músculo
Y al fin de su periplo
Se incrusta como esquirla
Nociva y adhesiva
Hirsuto en la memoria.
Y ocupa el corazón
Gastando sus puntales
Tenaz como carcoma.
Allí se quiebra estalla
Se adueña de la sangre.
Feroz como un torrente
Recorre anega infecta
Sentidos nervio vísceras
La piel el hueso el músculo
Y al fin de su periplo
Se incrusta como esquirla
Nociva y adhesiva
Hirsuto en la memoria.
lunes, 3 de mayo de 2010
Rumor
A veces, cuando aprieta la zozobra,
El náufrago imagina una isla, un leve
Rumor de olas besando, azul, la arena
Que espera blanda sea sutil cauterio
Al cáustico mordisco del salitre.
Y, exhausto, saca fuerzas de flaqueza
Y vuelve, lacerado, a dar brazadas,
Pensando que el dolor valdrá la pena
Aun siendo aquel rumor tan sólo al cabo
Efímero espejismo en un mar muerto.
No obstante, cuando arriba hasta la costa,
La arena que esperaba lo acogiera
Se muda golpe, roca, arista, muerte,
Desierto sin orillas ni espejismos
Que lo salven. A veces, sólo a veces.