Qué plácido reposo aquel de Lázaro,
Exánime, sin sueños, todo olvido,
Ajeno al acre aliento de la muerte,
Porfiado amortajando sus vestigios,
Y al ansia por llegar a ser llamado
A alzarse nuevamente entre los vivos.
Y qué desasosiego en el sudario
Que envuelve de impotencia y vasto frío,
Inmóviles, sin pulso, mas conscientes,
El alma, los anhelos, los sentidos,
De aquel que por su diosa convocado
Se sabe nunca más a hacer camino.
Exánime, sin sueños, todo olvido,
Ajeno al acre aliento de la muerte,
Porfiado amortajando sus vestigios,
Y al ansia por llegar a ser llamado
A alzarse nuevamente entre los vivos.
Y qué desasosiego en el sudario
Que envuelve de impotencia y vasto frío,
Inmóviles, sin pulso, mas conscientes,
El alma, los anhelos, los sentidos,
De aquel que por su diosa convocado
Se sabe nunca más a hacer camino.
Que miedo la catalepsia...E Allan Poe escribio algunos cuentos ..en los que hablaba de ello y de los enterramientos prematuros..era tal su fobia, que para el mismo tomo medidas de supervivencia en su ataud por si le acontecía un estado de catalepsia.
ResponderEliminarBon dia!!!
Por cierto, que bonita canción...que bonito es vivirrrrrr
ResponderEliminarmas besos y buenos diassssss de nuevo
Terrible enfermedad y situacion que helaba la sangre a nuestros abuelos...buen poema, recordando a Poe. Un abarzo.
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