Te confieso, Silvia, que al ir a colgarlo me ha dado un poco de grima. No sea que algún moralista de esos tan acostumbrados a darse golpes de pecho en la iglesia y, al salir de ella, patadas al prójimo, le dé por llevarme a juicio. Ya ves lo de Krahe. Pero, bueno, con ese poco de grima, pero aquí quedó.
es difìcil reir abiertamente con este post. Encierra demasiada doble moral, horror y actualidad.
ResponderEliminarTe confieso, Silvia, que al ir a colgarlo me ha dado un poco de grima. No sea que algún moralista de esos tan acostumbrados a darse golpes de pecho en la iglesia y, al salir de ella, patadas al prójimo, le dé por llevarme a juicio. Ya ves lo de Krahe. Pero, bueno, con ese poco de grima, pero aquí quedó.
ResponderEliminarAbrazos.
Genial!!!
ResponderEliminarVigente!
Terrible y real!
Me duele la " sorna amarga" frente a la hipocresía santiguándose.
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