A Hernán Sicilia
No busques la simiente de mis versos
En Erato, Terpsícore ni Euterpe;
Mi cántico es tan sólo el torniquete
Que impide que la herida del recuerdo,
Abierta en mis entrañas sin cauterio,
Derrame con mi sangre, prestamente,
La vida que aún me resta, hecha torrente
De infecto y nauseabundo abatimiento.
Así que, aunque agradezco los elogios,
Probablemente, en mucho, desmedidos,
Que me hacen por poeta los amigos,
Me fuese igual más grato que ese encomio,
El lícito respeto que merece
Aquél que sólo es un sobreviviente.
Ilustración: “El Parnaso”, de Andrea Mantenga (1497)
6 comentarios:
No creo que los elogios que te hacemos por poeta sean desmedidos... Eliges muy tus palabras y manejas genial el lenguaje, pero bueno, es sólo una opinión.
Besos
Pues nada, sin elogios, y con el respeto que merece un sobreviviente poeta, o un poeta sobreviviente (que no sé qué tiene más mérito).
Poeta o sobreviviente, ambas cosas son toda una heroicidad. Mis respetos.
B. Miosi
La poesía tiene mucho de supervivencia. Tal vez una tabla a la que agarrarnos en medio de las olas, tal vez una cuerda de la que colgar para no caer al vacío....
Te elogio: por sobrevivir con arte.
Besos, poeta!!
Ay Rafa…¡Mira que conoces a gente! Te me apareces con esos nombres raros y me haces ir a leer quiénes fueron jajaja.
Me encantaron los versos, ya te he dicho que cuando sea grande quiero ser como tú.
Besos, besos.
Rafa: sí, definitivamente sos un POETA. Y si sos un sobreviviente es porque entre otras cosas (léase cojones), tenés tus escritos para exhorcisar tus demonios y ahuyentar tus fantasmas.
Otro beso. ¡Uy, son varios hoy!
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