Zozobra evanescente, en un Leteo
Que, acerbo, de añoranza me golpea;
Mi afán loco es volver con la marea
A la Ítaca en que mora mi deseo.
Mas yo no he sido nunca tu Odiseo
Ni tú mi fiel Penélope a la espera;
De modo que es mi puerto atroz quimera
Sin Ctímene, Telémaco ni Eumeo.
Y preso de salitre en el destiempo
Y ajeno a cualquier canto de sirena,
No hay Circe ni Calipso mitigando
Mis ansias de regreso naufragando
De amargo desaliento y vasta pena,
E inermes frente al cíclope del tiempo.
Ilustración: Penélope, de A. William Bouguereau.
4 comentarios:
Te diré que no pude pinchar el enlace. Que hace unos días me despierto de madrugada con esas angustiosas imagenes en mi cabeza. ¡Que bastaaaaaaaaaaa ya¡
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Que escribes mas que pa morirte, que me encantaaaaaaaaaa.
besos, muak poeta.
Pd para tus tres últimos post.
¡Qué belleza!... Bien por ti, eso de ser ajeno a cualquier canto de sirena debe ser complicado; sugiero que leas lo siguiente: http://www.poemas-del-alma.com/isolda-dosamantes.htm
Un abrazo Poeta.
Qué habilidad para hilvanar la historia con el contenido del soneto. Excelente Rafa.
Besos, nos vemos para el jueves.
(Ahora iré a ver quién es un fulanito de esos, no lo conozco jajaja) Creo que cuándo lo escribías se te saltó alguna sonrisita.
"(...)Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure:
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino(...)"
¡ Besos y añoranza !
Circe
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