¿Cómo has podido creer
que este pájaro de fuego
que ha dado lumbre a los perros
consumiéndose en su vuelo
pudo fraguar la traición?
¡Qué sentencia tan ingrata!
(canto fúnebre de buitres).
¡Qué jurado de ojos yertos!
(manojos de flores secas).
¡Qué palabras de cianuro!
(viento cambiante de cieno).
¿Cómo puedo ya saber
de faros y de tinieblas
si he cegado el paladar
con el néctar de un profazo
que la inquina destiló?
¡Qué candor de rosa blanca
con espinas de rencor!
¡Cómo calcina la nieve
la ceniza de un fragor!
No te presumas verdugo
si ya me declaro muerto
ni te arrogues plañidera
que viene a llover mi duelo
cuando brote la cizaña
de este surco que has abierto.
Ni me viertas crisantemos,
los cadáveres no aspiran
aromas ni sentimientos.
¡Y no cargues mi ataúd!
deja que lo arrastre el viento.
Ni te pongas un domingo
atuendo de pena y negro
para humillarme claveles
profanando mi hipogeo.
¿Cómo has podido creer?
No vengas a visitarme
soy cadáver que no siento.
¿Cómo puedo ya saber?
¡No vengas, no vengas, no!
que no se entienden los muertos.
que este pájaro de fuego
que ha dado lumbre a los perros
consumiéndose en su vuelo
pudo fraguar la traición?
¡Qué sentencia tan ingrata!
(canto fúnebre de buitres).
¡Qué jurado de ojos yertos!
(manojos de flores secas).
¡Qué palabras de cianuro!
(viento cambiante de cieno).
¿Cómo puedo ya saber
de faros y de tinieblas
si he cegado el paladar
con el néctar de un profazo
que la inquina destiló?
¡Qué candor de rosa blanca
con espinas de rencor!
¡Cómo calcina la nieve
la ceniza de un fragor!
No te presumas verdugo
si ya me declaro muerto
ni te arrogues plañidera
que viene a llover mi duelo
cuando brote la cizaña
de este surco que has abierto.
Ni me viertas crisantemos,
los cadáveres no aspiran
aromas ni sentimientos.
¡Y no cargues mi ataúd!
deja que lo arrastre el viento.
Ni te pongas un domingo
atuendo de pena y negro
para humillarme claveles
profanando mi hipogeo.
¿Cómo has podido creer?
No vengas a visitarme
soy cadáver que no siento.
¿Cómo puedo ya saber?
¡No vengas, no vengas, no!
que no se entienden los muertos.
Marzo de 2006.
6 comentarios:
Rafa, aprovecho tu espacio para citarte este viernes, dia nueve, en Trigueros, a las nueve y media, en nuestra sede de El Foro La Palabra, para cervecitas, tapitas, leernos algunas cositas y charlar tela marinera. Contamos contigo ¿si o si...?
Toc-toc-toc... ¿¿¿se puede???, bueno, enseño la patita y me voy...
que estás muy enfadado... Mucha fuerza tiene este poema Rafa, yo casi que me voy con susto.
Te puedo dar un beso??? muaccccc
Ains... menos mal¡ ahora veo que lo escribiste el 2006... ufff que descanso.
¿Sonrisita? bien....
Besos
Rescatando poemas, que a pesar del tiempo, no han perdido ni garra ni fuerza, y es que Rafa tus poemas nacen siempre de lo más profundo..
un beso resucitador
Que garra, me gusto!!!
:)
Hay honda rabia, hondo desgarro aquí, que, en la mejor tradición, sabe hacerse canción. Con la vida y con la muerte.
Encantada de reencontrarte.De que estés y sigas: tan tú, tan en ti.
Mi abrazo.
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