Tu nombre quiero en mis labios
Entre tus manos mis manos
Y en mis ojos tu mirada.
“Si he de morirme mañana…”
De noche en noche repito
¡Cómo si estuviese vivo!
Desde que tú me olvidaras.
Tu nombre quiero en mis labios
Entre tus manos mis manos
Y en mis ojos tu mirada.
“Si he de morirme mañana…”
De noche en noche repito
¡Cómo si estuviese vivo!
Desde que tú me olvidaras.
4 comentarios:
Ya sabes que siempre se procura hacer cumplir las últimas voluntades, pero.... es mi voluntad, última, también, que no mueras
Estaba leyendo esta tarde a Savater y hablando de la muerte, decía que cuando alguien muy nuestro muere, es como si nosotros tuviéramos en nuestra mano un cabo de una cuerda y al tirar de ella ya no notáramos resistencia alguna, la cuerda, viene hacia nosotros si recogemos la madeja.... así, pues, poeta, tira del cabo, quiero sentir, en la distancia, la resistencia.
Quiero saber el momento de morir… de saber cuando la oscuridad se tornara en luz, renaciendo desde el lodo y con el viento formar un cuerpo borrando de mi fondo las sombras, deseo construir un corazon como la piedra, que sangre y que ese calor me adormezca el resto de mis venas
Circe, es la última voluntad, pero antes de que llegue tengo otras muchas. Y, Milena, tengo la cuerda bien agarrada y bien tensa. ¡La cuerda, eh!
Ojos verdes, ahora no lo recuerdo bien, creo que es una leyenda griega, la de los cíclopes, que a cambio de perder un ojo, pidieron poder ver el futuro. Y les fue concedido no se porqué dios mamón, que el futuro que les permitió conocer fue el día y la hora exacta de su muerte. Ni que decir tiene que fue una gran putada. Hoy día hay muchos "cíclopes" por esos corredores de la muerte de dios.
Abrazos
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