de angustia en su pellejo. Y es que, luego
del vertido en La Zarza y ahora el fuego
en Doñana, se inquiere, mas no sabe
qué habrá de ser lo próximo, qué grave
catástrofe traerá el desasosiego
de nuevo a su poltrona. ¿Un sismo, un fuego
o una especie invasora que socave
el hábitat de la tortuga mora?
Y de noche el insomnio lo devora
y, cuando a ratos duerme, qué mal sueño:
no puede conservar, por más empeño
que pone, su sillón, gafe, en la Junta,
después de oírse rugir la marabunta.
1 comentario:
Al menos puede ir a su casa por la noche después de visitar y dar la rueda de prensa de las catástrofes...Espero que no explote el depósito de gas natural de Doñana, tal como profetiza tu "Maillo"....
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