Se pegan la gran vida
sin dar un palo al agua,
a base de explotar,
amén del medio ambiente,
a los trabajadores.
Viven como los príncipes,
mejor que dios, y tienen
la puta cara dura
de exigir sacrificios
al pueblo: menos paga
por mucho más trabajo,
pérdida de derechos
y quién sabe si pronto
—inmundos impotentes―
restablecer el mismo
derecho de pernada.
Y además, para colmo,
no está bien visto odiarlos.
¡Y hasta penado! El odio
no soluciona nada
—nos dicen sus lacayos―
y habrá que castigarlo
sin importar si de obra,
palabra o pensamiento.
Así que no los odio.
Y aun habiendo quien piense
que es por imperativo
legal, no es cierto. Así,
cuando a estos mamarrachos
fascistas les deseo
que una avispa les pique
en un huevo, que nadie
dude de que es con buena
intención, de que lo hago
desde el mayor cariño
y con todo respeto.
domingo, 31 de julio de 2016
Passiflora
De la evolución ideológica de determinados sujetos, tan bien trajeados como libertinos, sólo es posible inferir que siempre carecieron de ideología.
sábado, 30 de julio de 2016
Operación salida
Fue todo un fracaso. Cuando regreso de las vacaciones no se había halado ni las migajas de una rosca.
Los pactos de la burra (3)
¿Debería el Preparao, una vez que el Rajao pegue de nuevo la espantá, encargar a Pikachu la formación del futuro gobierno de Ibexistán?
(Sin cascarse una tesis doctoral, trate de argumentar su respuesta)
BONUS TRACK
Los súbditos de Ibexistán deberían estar pero que muy preocupados por la salud de el Preparao. Por sus insanos hábitos alimentarios y el consiguiente incremento galopante de los niveles de colesterol malo que podrían ocasionar en su sangre azul y según dicen hemofílica. Y es que no hay acto oficial al que el ínclito no acuda cargado de chuletas.
viernes, 29 de julio de 2016
Quiso y no pudo
Una vez más no pudo
despedirse, decirle
“hasta la vuelta”, cuánto
la echaría de menos.
Quiso y no pudo. Quiso.
Pero cómo después
de tanto tiempo acaso
siendo sólo un extraño
o peor: un enemigo.
"Otra ocasión perdida"
—se dijo desolado,
quedándose a la espera
del día de su regreso
para poder echarla
en falta algo más cerca.
despedirse, decirle
“hasta la vuelta”, cuánto
la echaría de menos.
Quiso y no pudo. Quiso.
Pero cómo después
de tanto tiempo acaso
siendo sólo un extraño
o peor: un enemigo.
"Otra ocasión perdida"
—se dijo desolado,
quedándose a la espera
del día de su regreso
para poder echarla
en falta algo más cerca.
Insomnio
Recuerdo el primer día
―ya al filo del ocaso―
como si fuese ayer
o el principio sin fin
de todo ―hoja de ruta
hacia un vergel fecundo
más allá de los límites
de todo lo sabido.
Recuerdo la esperanza,
los reflejos celestes
alumbrando el camino
por hacer, los trigales
en sazón a la espera
de una pronta cosecha,
y mis manos tendidas
implorando en secreto
la interrupción del curso
del viento y las mareas.
Después cayó la noche
y arreció la tormenta
arrancando de cuajo
todo ayer y mañana
―el tiempo se detuvo
para siempre. Recuerdo
el primer día ―el fin
sin principio de esta honda
pesadilla, este bucle
agotador e inútil―
como si fuese un híbrido
de Sísifo ―extenuado―
y del más memorioso
personaje de Borges.
―ya al filo del ocaso―
como si fuese ayer
o el principio sin fin
de todo ―hoja de ruta
hacia un vergel fecundo
más allá de los límites
de todo lo sabido.
Recuerdo la esperanza,
los reflejos celestes
alumbrando el camino
por hacer, los trigales
en sazón a la espera
de una pronta cosecha,
y mis manos tendidas
implorando en secreto
la interrupción del curso
del viento y las mareas.
Después cayó la noche
y arreció la tormenta
arrancando de cuajo
todo ayer y mañana
―el tiempo se detuvo
para siempre. Recuerdo
el primer día ―el fin
sin principio de esta honda
pesadilla, este bucle
agotador e inútil―
como si fuese un híbrido
de Sísifo ―extenuado―
y del más memorioso
personaje de Borges.
jueves, 28 de julio de 2016
Poema
Cuando todo -esta nada
hecha de sueños rotos
y luz ausente- acabe,
y reste todavía
cuánto para la muerte.
hecha de sueños rotos
y luz ausente- acabe,
y reste todavía
cuánto para la muerte.
Agustín Casado en Moscú (Jose Manuel Sanjuán)
Me asegura que visitó Moscú a finales de los años ochenta, cuando la perestroika de Mijaíl Gorbachov encaminaba sus reformas -quizá sin pretenderlo- hacia la disolución de la Unión Soviética. Ahora son sus cuadros los que han viajado a la capital rusa, al menos de forma virtual, porque el pintor y poeta, dibujante e ilustrador, Agustín Casado, ha sido invitado recientemente a participar en 'Galería Escondida', proyecto domiciliado en la red (https:www.facebook.com/galeríaescondida) y promovido por otro pintor, Pedro Molina, que fomenta un arte plural, independiente, «y ubicado en la parte del mundo en la que el artista quiera mostrar su obra».
De ahí que, por mor de esta elección urbana, la inercia metodológica me impele a lugares comunes aún habituales en cierta crítica de arte, es decir, filiaciones y semejanzas con pintores coetáneos de aquellas latitudes. Así pues, un relato canónico de tal sistema nos llevaría, en razón de la temática y praxis del autor, al estudio del realismo y luminismo rusos de la segunda mitad del siglo XX; y sin duda estableceríamos afinidades y correspondencias con destacados artífices de la pintura de género y de paisaje, como Vladimir Stroyev, Alexei Borodin, Vasili Striguin o Alexandr Fomkin.
Sin embargo, me consta que Agustín Casado no es amigo de falsas pleitesías ni de impostados parabienes: su carácter, bravo e inconformista, se refleja en su vida, sus versos y sus pinceles. Por tanto, en esta ocasión renuncio voluntariamente al discurso complaciente o la glosa admirativa y, en un arriesgado ejercicio de funambulismo asociativo, me remonto a la noche del 3 de diciembre de 1913 (otras fuentes citan el día 16), cuando se estrenó, en el teatro Luna Park de San Petersburgo, la ópera 'Victoria sobre el sol', con libreto de Alexei Kruchenij, música de Mijaíl Matiushin y escenografía de Kasimir Malevich.
Menciono esta ópera no por sus analogías o similitudes, impensables, con el estilo de nuestro pintor (en los antípodas de la creación artística), sino por la coincidencia de propósitos renovadores, si bien de naturaleza contrapuesta: para aquéllos significaba la eliminación del astro solar y el triunfo del negro en un escenario futurista; para Agustín Casado la "victoria" se alza sobre sus propios ascendientes, a saber, el luminismo fúlgido y reverberante, de estirpe sorollesca, aquí transformado en suave emanación que adensa tonos y valores, sin estridencias ni desgarros cromáticos. Una claridad reposada, en definitiva, que imprime calidez poética a las escenas de vida popular que aflora en estas obras, cuyos escenarios urbanos, Málaga y Marbella, funcionan como imprescindibles nodos históricos y temporales: calles, plazas, rincones, actuales o pretéritos; y sus vecinos, de todo rango y condición, ensimismados en sus tareas o menesteres. Recuerden: aún pueden visitar esta exposición por tierras moscovitas. Sin necesidad de pasaje.
Texto de José Manuel Sanjuán. Publicado en el Diario Sur, el 15 de julio de 2016
miércoles, 27 de julio de 2016
La bomba estalla
No alcanza a comprender
cómo ha llegado a esto.
Pero ahora, en la inminencia
de su acto de barbarie,
duda en tanto recuerda
las bombas sobre Alepo, la farmacia
hecha añicos, la esposa
muerta, ¡muerta!, los hijos
muertos bajo un turbión
de impotencia y escombros,
la huida, el mar Egeo
―cadáveres flotando―,
la frontera de Hungría
cerrada a cal canto
―los golpes, los disparos
policiales―, el hambre,
la lluvia, el viento, el frío...
La llegada a "La Jungla", el desalojo,
los gases lacrimógenos,
los cañones de agua,
la miseria, el desprecio,
el desprecio, el desprecio,
el desprecio, el desprecio...
―¡para volverse loco!―
La bomba estalla. Deja
al menos quince muertos
y decenas de heridos.
Mañana, en las noticias,
sin pruebas todavía
que lo avalen, dirán
que, sin lugar a dudas,
era un cruel terrorista,
un radical, un perro
islamista atentando
contra la libertad
y la paz en Europa.
Un perro terrorista. ¿Quién podría,
con los antecedentes
citados, afirmarlo
sin, en principio al menos,
albergar una duda?
cómo ha llegado a esto.
Pero ahora, en la inminencia
de su acto de barbarie,
duda en tanto recuerda
las bombas sobre Alepo, la farmacia
hecha añicos, la esposa
muerta, ¡muerta!, los hijos
muertos bajo un turbión
de impotencia y escombros,
la huida, el mar Egeo
―cadáveres flotando―,
la frontera de Hungría
cerrada a cal canto
―los golpes, los disparos
policiales―, el hambre,
la lluvia, el viento, el frío...
La llegada a "La Jungla", el desalojo,
los gases lacrimógenos,
los cañones de agua,
la miseria, el desprecio,
el desprecio, el desprecio,
el desprecio, el desprecio...
―¡para volverse loco!―
La bomba estalla. Deja
al menos quince muertos
y decenas de heridos.
Mañana, en las noticias,
sin pruebas todavía
que lo avalen, dirán
que, sin lugar a dudas,
era un cruel terrorista,
un radical, un perro
islamista atentando
contra la libertad
y la paz en Europa.
Un perro terrorista. ¿Quién podría,
con los antecedentes
citados, afirmarlo
sin, en principio al menos,
albergar una duda?
martes, 26 de julio de 2016
Aerofagia
Tras haber sido declarado, por el muy patriótico Ministerio de
Industria, de utilidad impúdica el proyecto de almacenamiento de gas en
el subsuelo de Doñana, este espacio natural va camino de convertirse en
una descomunal Reserva de la Pedosfera.
El club de las puertas giratorias, de Luis Miguel Montero
El lobby es un lobo para el hombre (no recuerdo a quién le leí este acertado aforismo).
Si aún eres de los que creen que viven en un país democrático, en un mundo democrático, no caigas en la tentación de leer "El club de las puertas giratorias," Demoledor. No necesitarás llegar ni a la tercera parte para terminar convencido de que durante mucho tiempo esa creencia no ha sido más que un tan cándido como estúpido error.
"El club de las puertas giratorias" nos muestra que bajo esa endeble pátina democrática, nos acecha y acorrala y nos muerde sin descanso la jauría. La lobbycracia, tal vez la peor de todas las tiranías posibles.
lunes, 25 de julio de 2016
Seguidilla (LV)
Ya toca fondo el fondo
de las pensiones,
abriendo inicuos tiempos
de excavaciones.
Cal y agujeros
precoces pa' inhumar
a nuestros viejos.
Nos pueden decir que llueve, pero sabemos que nos están meando encima
En Ibexistán, en tanto rancias asociaciones nacionalcatolicistas llevan a cualquiera a los tribunales por mucho menos que osar echar una meada en un rincón oscuro y apestoso de ese ignominioso monumento al fascismo denominado Valle de los Caídos, el Ayuntamiento de Málaga, gobernado por los herederos ideológicos de la Dictadura, instala un "pipi can" sobre una fosa común en la que hasta no hace mucho yacieron los restos ya exhumados de en torno a un millar de republicanos.
Mis heroínas favoritas. Edad Moderna. Marie Powell. La musa del poeta John Milton (1626-1658) (Carlos Parejo)
Diariamente debía recoger mis cabellos y taparlos con un pañuelo negro para ir a la Iglesia, si no los ángeles se vengarían sobre mi vanidosa persona enviándome la peste. John también ocultaba sus cabellos largos bajo su sombrero de estudiante, pues así lo ordenaba el rector de la seria y disciplinada Universidad de Oxford. Tras cientos de cartas suyas, leídas en voz alta durante la cena por mi hermano, mi padre nos dio licencia para casarnos. La noche de bodas John me miraba profundamente deleitado, mientras me peinaba ante el espejo del tocador, sorprendido de que mis cabellos me llegaran hasta la cintura y fueran tan sedosos y rizados.
Desde que nos conocimos, con apenas doce años, nos supimos destinados uno para el otro. Estábamos convencidos de que ya fuimos esposos cuando en otras vidas, él había sido el filósofo Aristóteles de Atenas y el orador Cicerón en Roma. Pero desde entonces habían pasado muchas aguas bajo los puentes del Támesis. Ahora habíamos aprendido desde adolescentes a leer la biblia directamente del latín, y otras lenguas como el francés, el alemán y el español; en el tiempo de asueto también descubrimos juntos el placer de bailar al son de las danzas campesinas y los ritmos foráneos de moda en las ferias de los prados comunales. Su destreza en el tiro con pistola y en el manejo del arco y la ballesta, que le eran tan necesarias para la caza y el ejército, habían vuelto sus manos ásperas y callosas. Aún así, me gustaba sentir su rudo tacto acariciando mis dedos finos y suaves, a los que no habían estropeado ni las artes de cocina ni las de la costura, ni mi afición a la destilación de hierbas medicinales y olorosas, con las que las cuidaba y lavaba diariamente.
Para saber más: GRAVES, ROBERT. La historia de Marie Powell. Londres. 1995.
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 24 de julio de 2016
Seguidilla (LIV)
Los pocos: gruesas dietas.
Los muchos: dieta
severa: ¡a pan y agua!
Por fuerza, ascetas.
¿Mejor receta
para un país de charanga
y pandereta?
Los muchos: dieta
severa: ¡a pan y agua!
Por fuerza, ascetas.
¿Mejor receta
para un país de charanga
y pandereta?
sábado, 23 de julio de 2016
Coma
Siguió el rastro de sangre amarilla. Olisqueando como un sabueso. Metódico como un shoshone a la caza del búfalo. Su entrenamiento había sido duro. E iba mejor equipado que cualquier soldado de élite norteamericano en misión secreta por el golfo Pérsico. "No puedo fallar, no puedo fallar" -se repetía, mascullando entre dientes-. Su error fue no contar con la violenta reacción de la criatura, cuando la tuvo a tiro y sin vía alguna de escape. Al despertar, lo primero que recordó fue aquel sabio consejo que, en su lecho de muerte, le dejó como único legado su padre: "Nunca en la vida, hijo mío, cometas el error de acorralar a un Pokemon herido."
Los pactos de la burra (1)
I. A Albert Rivera le faltan seis o siete hervores. O eso o le endiñaron una pedrá' bien "da" de chico en "toa" la chola. De hecho, según la red de espías que tengo desplegada en el Congreso hace décadas —me río de Janeiro y de Fernández Díaz el Conspirador—, empieza a correr como la pólvora por la Carrera de San Jerónimo un dicho que reza "eres más tonto que Rivera."
II. Fascistas radicales, corruptos y pésimos gestores: poco más se les puede pedir.
III. Esto de haber votado a Rajoy puede llegar a ser para muchos como, adoptando el rol de actor sumiso —valga el oxímoron—, embarcarse en una sesión BDSM sin pactar antes una palabra de seguridad.
IV. Tras, bajo cuerda, haber recibido el de esos partidos políticos antes llamados separatistas, Rajoy negocia con Maduro a fin de continuar sumando apoyos de cara a su investidura. "Aquello del pajarito fue una metáfora que en su día no supimos entender" —ha afirmado el registrador de la propiedad y de la hucha de las pensiones.
Melania y los negros
Melania Trump: ¿Plagio? ¿O es que la demagogia política se nutre a menudo de espurios muladares comunes?
(también los discursos de posibles futuras primeras damas los suele escribir un "negro")
viernes, 22 de julio de 2016
Los lestrigones patrios
"—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla."
Cervantes
tratando de arrastrar al que está tieso
a ese cepo para osos como torres
eléctricas, llamado emprendimiento
―y de especial manera
en un país como el nuestro
parcelado y vendido hace ya tanto
a saldo― no son más
que cantos de sirena
―vaya perogrullada innecesaria,
o puede que no tanto,
afirmar que los cantos
de sirena son cantos de sirena―.
Y encima desafinan,
¡manda güevos!
¿Y el mástil? ¡Vaya!, el mástil
fue astillado y vendido
para encender hogueras
―¡bendita Inquisición!― y hacer arder
en su fuego a las bruixas!
¿Emprendimiento como
nicho o fuente de empleo?
¡Los cojones!
En el emprendimiento,
esclavas y señores, no hay futuro.
Asunto bien distinto
es si al emprendimiento le quitamos la "e",
la "m" y le añadimos
una preposición
y el término "corruptos".
Nos queda "prendimiento
de corruptos". Y ahí,
sin duda,
si que sí
hay un nicho de empleo
de más de un par de ovarios,
en un país como el nuestro
plagado de ladrones de moqueta
de chiringuito público y privado.
Aunque qué duda cabe
de que el actual Gobierno difícilmente habrá
de estar por la labor de impulsar el asunto.
Así que, de momento,
oh Penélope, deja
de hacer punto: Odiseo
hace tiempo emprendió
un negocio de mierda
en la isla de Eea,
y olvidó la utopía
de volver algún día
a batallar por Troya
y a las playas de Ítaca.
jueves, 21 de julio de 2016
Caos ciudadano
Albert Rivera amenaza con no apoyar a Rajoy en el alzamiento de un nuevo Gobierno Popular en el caso de que los muy rancios neonacionalcatolicistas patrios nada más osasen devolver el saludo a alguno de aquellos que, según el distinguido Ciudadano, lo único que pretenden es romper España. Por el contrario, no parece haber encontrado impedimento alguno de cualquier índole para ―a cambio de un par de poltronas de esas que nunca se han ambicionado en la formación naranja y que, dicho sea de paso, no le corresponden en función de la representación parlamentaria obtenida― apoyar a aquellos que la están desangrando y despedazando como a res (res publica, que no república). Visto lo cual, tal vez Rivera debiera tomarse un par de décadas sabáticas para ponerse en manos de un buen profesional que le ayudase a ordenar sus ideas.
miércoles, 20 de julio de 2016
Opus magnum
Oh mullida poltrona
filosofal que mudas
hasta al más radical
de todos los demonios
separatistas ávidos
por romper la unidad
sacrosanta de España,
en actor moderado
de una muy democrática,
respetable y virtuosa
opción nacionalista.
Oh prodigiosa pócima,
oh elixir, tú que otorgas
una holgada vidorra
a los pocos que logran
dominar tus secretos,
contigo se ha logrado
superar los más altos
e inconcebibles sueños
de cualquier alquimista:
Zósimo de Panópolis
estaría boquiabierto.
martes, 19 de julio de 2016
Carta
hola ―coma― mi amor ―dos puntos―
te escribo a fin de ―puntos suspensivos―
aunque mejor quizás ―abro paréntesis
y lo cierro vacío―
no hacerlo ―coma―
y tratar de olvidar ―punto y seguido―
aquello no acaeció ―punto y aparte―
pero no me hagas caso ―punto y coma
y abro turbado un signo
de admiración― no sé ni lo que digo
―lo cierro a sed y llanto―
como afirmara aquel poeta ―coma―
aunque no es literal
pues cito de memoria ―abro comillas―
DADÁ DADÁ DADÁ ―cierro comillas
y otro punto y aparte―
antes de despedirme ―coma―
quisiera preguntarte
―abro interrogación―
por qué razón ―más puntos suspensivos―
―cierro interrogación―
en el fondo no sé por qué te he escrito
―punto y final― un beso
Hay un Pokemon Go de los cojones...
Hay un Pokemon Go de los cojones
atrincherado en mi cocina. Cómo
puñetas ha llegado
hasta aquí ni lo sé
ni me importa un carajo,
pero tengo que echarlo a cualquier precio.
Y ahora más que nunca:
ha mutado, el cabrón, en Bob Esponja
y lo mismo que una jodida esponja,
me cago en los dibujos animados
del país del sol naciente,
se está bebiendo toda mi cerveza.
Y qué tiempos aquellos, cómo los echo en falta,
cuando con la canícula,
venían a atrincherarse en mi cocina,
en lugar de esta plaga adicta al lúpulo,
la hormiga, la polilla
y hasta la cucaracha.
atrincherado en mi cocina. Cómo
puñetas ha llegado
hasta aquí ni lo sé
ni me importa un carajo,
pero tengo que echarlo a cualquier precio.
Y ahora más que nunca:
ha mutado, el cabrón, en Bob Esponja
y lo mismo que una jodida esponja,
me cago en los dibujos animados
del país del sol naciente,
se está bebiendo toda mi cerveza.
Y qué tiempos aquellos, cómo los echo en falta,
cuando con la canícula,
venían a atrincherarse en mi cocina,
en lugar de esta plaga adicta al lúpulo,
la hormiga, la polilla
y hasta la cucaracha.
lunes, 18 de julio de 2016
Off
Mientras usted trabaja
o duerme, una legión
de individuos se afana
en idear artefactos
para la destrucción,
para la muerte.
o duerme, una legión
de individuos se afana
en idear artefactos
para la destrucción,
para la muerte.
domingo, 17 de julio de 2016
Epierogrullograma
La emigración en masa
de aquellos que carecen
de alternativa alguna
frente a la tiranía,
la guerra y la miseria,
suele hundir sus raíces
en el destierro previo
de moral y justicia.
de aquellos que carecen
de alternativa alguna
frente a la tiranía,
la guerra y la miseria,
suele hundir sus raíces
en el destierro previo
de moral y justicia.
El cántaro
Va el cántaro al aljibe;
no se rompe
―la tormenta de arena
ha cubierto las piedras del océano
con su manto mullido de lagartos
y náuseas cejijuntas al acecho.
La aridez subterránea de las olas sin hálito
enerva a los reptiles
que gimen como el cieno en la canícula
y escupen maldiciones contra el cielo.
El cielo les devuelve azufre y fuego
salados como perros,
en tanto que un sudor denso y celeste
corroe el vientre agnóstico
de la última criatura del rocío.
Va el cántaro, va y viene
del vacío a su imagen, desde el tóxico
tálamo de los sueños hasta el nido
fragoso de la araña y no se rompe.
Y el cíclope suplica, en su agonía
sin fe ni tiempo, igual misericordia
que la que dispensaron
a Sísifo los dioses: pero el cántaro,
viscoso como el hambre, no se rompe.
no se rompe
―la tormenta de arena
ha cubierto las piedras del océano
con su manto mullido de lagartos
y náuseas cejijuntas al acecho.
La aridez subterránea de las olas sin hálito
enerva a los reptiles
que gimen como el cieno en la canícula
y escupen maldiciones contra el cielo.
El cielo les devuelve azufre y fuego
salados como perros,
en tanto que un sudor denso y celeste
corroe el vientre agnóstico
de la última criatura del rocío.
Va el cántaro, va y viene
del vacío a su imagen, desde el tóxico
tálamo de los sueños hasta el nido
fragoso de la araña y no se rompe.
Y el cíclope suplica, en su agonía
sin fe ni tiempo, igual misericordia
que la que dispensaron
a Sísifo los dioses: pero el cántaro,
viscoso como el hambre, no se rompe.
sábado, 16 de julio de 2016
Si dios...
Si dios existiera, y por mucho que esgrimiese como coartada aquello tan manido del libre albedrío, que mal trago para el tribunal que, por su reiterada denegación de auxilio, hubiese de juzgarlo y condenarlo a arder enternamente en el infierno.
viernes, 15 de julio de 2016
God bless the Moon
Hay sujetos que tildan las imágenes
de aquellos días de junio -año 69, siglo XX-
de capcioso montaje perpetrado
en un sobrio y precario escenario de Hollywood
a fin de, con ardid tan subrepticio,
ensalzar el poder sideral del Imperio.
Mentes "conspiranoides" ―afirman, no sin falta
de razón, los cronistas y espías oficiales.
Entretanto ha pasado cuánto ya, y el satélite
continúa sin ser, en su impostura,
renovado en el alto decorado del cielo.
Tras la masacre (Niza, 14 de julio)
En días como hoy —y, cómo no, en todos y cada uno de los días de nuestras vida— esta debería ser nuestra única bandera. Paz en un mundo sin fronteras. Las demás no merecen la pena.
Y yo con estos pelos
Algo ha debido salirles rana a los franceses, cuando ha saltado tan colosal escándalo por el asunto del salario del peluquero presidencial. Y es que a los sufridos gabachos, reforma laboral mediante, han debido parecerles un exceso injustificable los 9895 euritos de vellón que ingresa mensualmente del erario público el cotizado rapabarbas, pese a sus dilatados horarios de currele y disponibilidad absoluta, según argumentan reputados portavoces del Gobierno Elíseo para tratar de justificar tamaña remuneración.
¿Un exceso? Ni mucho menos; un sueldo más que merecido y puede que hasta corto. Porque ¿quién le ha dicho a los franceses que tales emolumentos puedan venir motivados por cortes, lavados, marcados, tintes y otros potingues varios aplicados por el afortunado fígaro en la presidencial cabellera? Nadie. Porque lo cierto es que este sujeto es casi diezmileurista, no por su habilidad con las tijeras, sino por su impagable labor de asesoría en temas capilares. Y es que ¿quién mejor que un barbero podría ilustrar a Hollande acerca de las mil y una maneras y más posibles de tomar el pelo a los franceses?
jueves, 14 de julio de 2016
Rivera el desnortado y Rajoy el caminante
Después de cuántos noes de campaña y precampaña y hasta el infinito y
más allá, ahora viene Rivera a decirnos, una vez más, aunque con la boca
chica, que no, que, en la primera, no, pero que a la segunda, por el
bien de Ibexistán y sus perfumandos proxenetas patrios, acabará
inhibiéndose. Y uno, ante algo así, no puede más que declararse
ojiplático y paticolgante militante. ¿No, pero luego, ¡ah!, me abstengo?
¿Anunciado así, de antemano? ¿Sin
esperar a que de por medio se produzca alguna modificación sustancial o
aun baladí en lo político que mínimamente lo justifique? Ojiplático.
Perplejo. Paticolgante. Estupefacto. Porque, claro, si entre primera y segunda, Rajoy el caminante, ese leviatán antimachadiano que, como
caballo de Atila, devasta los caminos al andar, se comprometiese con
Rivera, siempre que acudiese a someterse a una sesión de control del
Congreso, a hacerlo, por ejemplo, ataviado de lagarterana y andando
rápido (léase "rápido" muy rápido), habría motivos. Pero, en lo relativo
a posicionamientos sin motivo alguno que los avalen, mejor abstenerse
de dar bandazos como canto rodado sin meninges, y pronunciarse de manera
definitiva a la primera.
El último ángel vivo
"No temas nuestros aplausos,
los hurra
la inclinación hacia el vacío de la noche."
Bea Calvo
Cuando caiga lo haré
como un alud de hiel sobre los páramos
mustios de vuestra sed de carroñeros.
Helaré vuestra risa
y os podaré las manos.
No habrá aplausos ni vítores
ni podréis deleitaros
olfateando mi sangre
coagulada en portada
de la prensa amarilla.
Será el fin de los tiempos.
Ilustración: Gustave Doré
miércoles, 13 de julio de 2016
A qué tanto escribir...
A qué tanto escribir si no hay palabra
que pueda hacerle frente a tu silencio.
No hay redención posible.
Tú eres sólo epitafio
precoz y mudo, y yo,
un terco muerto hablante.
El quid
La poesía, ese instante
de dolor hasta el tuétano
antes del alarido.
Lo demás es terapia
ungida de retórica.