No alcanza a comprender
cómo ha llegado a esto.
Pero ahora, en la inminencia
de su acto de barbarie,
duda en tanto recuerda
las bombas sobre Alepo, la farmacia
hecha añicos, la esposa
muerta, ¡muerta!, los hijos
muertos bajo un turbión
de impotencia y escombros,
la huida, el mar Egeo
―cadáveres flotando―,
la frontera de Hungría
cerrada a cal canto
―los golpes, los disparos
policiales―, el hambre,
la lluvia, el viento, el frío...
La llegada a "La Jungla", el desalojo,
los gases lacrimógenos,
los cañones de agua,
la miseria, el desprecio,
el desprecio, el desprecio,
el desprecio, el desprecio...
―¡para volverse loco!―
La bomba estalla. Deja
al menos quince muertos
y decenas de heridos.
Mañana, en las noticias,
sin pruebas todavía
que lo avalen, dirán
que, sin lugar a dudas,
era un cruel terrorista,
un radical, un perro
islamista atentando
contra la libertad
y la paz en Europa.
Un perro terrorista. ¿Quién podría,
con los antecedentes
citados, afirmarlo
sin, en principio al menos,
albergar una duda?
Cualquier duda es simplemente aceptar una justificación, albergar una excusa. No son justificables las bombas en Alepo ni tampoco es justificable el terrorismo Yihadista.
ResponderEliminarOh, no. En ningún caso este texto se puede entender como una apología o justificación de lo injustificable. De hecho, casi lo primero que hace es no ya calificar, sino hasta juzgar lo que se va a narrar como un acto de barbarie. Y ello independientemente de las causas que pudieran motivarlo, que sin ser un asunto menor, quedan siempre en segundo plano ante lo esencial: el acto de barbarie en sí. Tanto es así, que quien lo perpetra duda en los instantes previos al momento en el que lo lleva a efecto. Así que no, el texto no viene a querer justificar una matanza. Dicho lo cual, lo que sí trata el texto es de aportar uno de los muchos posibles detonantes que pudieran desencadenar un acto de este tipo, lejos de las habituales explicaciones oficiales, siempre apuntando a la radicalización de individuos que acaban matando en el nombre de dios. Algo, esta búsqueda de otros posibles motivos, que puede haber muchos, imprescindible para la elaboración de un diagnóstico serio y lo más completo posible, que constituya una base sólida de actuación para tratar de evitar actos de este tipo. La duda, en cualquier caso, es un elemento fundamental para el avance de las sociedades humanas.
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