Cabizbajo y susurrando sin parar, caminaba de un lado para otro entre la bulliciosa muchedumbre que a esa hora temprana atestaba los andenes. Caminaba nervioso, sin rumbo, sin hacer camino, imperceptible a los ojos sin mirada de la masa confundida entre la niebla. De vez en cuando se detenía por un breve lapso y, atónito, alzaba la vista tratando de situarse en el espacio y el tiempo. Pero estaba desubicado. Al otro lado de la línea telefónica… nada.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
eso me pasa a mí cuando voy al mercadillo y hay mucha gente ;)
por favor, sonríe.
un beso.
eso me pasa a mí cuando voy al mercadillo y hay mucha gente ;)
por favor, sonríe.
un beso.
Definitivamente, lo digo y redigo, podrás escribir todos los poemas del mundo, unos me gustarán más que otros, pero cuando escribes cuentos cortos... pufff.. es magia para mi.
Besos.
no entendi pero la imagen de THE MIST brega.
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