Y al final la especie humana, presa del miedo, ha derivado en corazas; como modo de defenderse de sí misma, ha querido hacerse fuerte como la roca. Pero la fortaleza y la dureza nada tienen que ver entre sí. Hay infinitamente mucha más fortaleza en un solo y efímero gramo de ternura que en todas las piedras del mundo.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
3 comentarios:
Hola primo.
De corazas
y de fortalezas
ya he visto varias...
El miedo
a la pérdida,
al dolor..
hacen que nos refugiemos
en lo más hondo
del corazón.
Puede la ternura
romper la piedra
más dura.
Y hacer que nos despojemos
de todos esos miedos;
de aquellas armaduras...
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Así me salió.
Abrazo sin coraza.
Este tampoco está mal. Y sí, puede, lo único que pasa que es una especie en grave peligro de extinción.
Un abrazo, primo.
la última frase para enmarcar. ¿Recuerdas el proyecto de un blog común (el patio de mi casa)?, pues lo veo complicado por cuestión de tiempo, pero a lo mejor hacer uno solo de las frase más impresionantes. Ahí queda eso.
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