martes, 30 de abril de 2013
Soneto por soneto
¡He vuelto a hacerlo!
¡He vuelto a hacerlo! ¡He vuelto a hacerlo, cielos!
Aposta no me sale más perfecto
el desastre mayor, este defecto
que deja mi memoria por los suelos.
¿Por qué viviendo en mundos paralelos
me alelo más que nunca? ¿qué trayecto
disipa mis neuronas del correcto
camino de modales y modelos?
No queda más perdón, ya suena bobo
tanto “se me ha olvidado, ¡ay, lo siento!,
la dicha es buena tarde, lo lamento”
–ponle una voz aguda y sosa al trovo–
y espera a que otro año ni me acuerde
de… …ay, mira cómo vuela un perro verde…
(María Fernández Lago)
De aniversarios y otros vínculos
A María Fernández Lago
"El reloj, no la máquina de vapor, es la máquina-clave de la edad industrial moderna."
(De "Técnica y civilización", de Lewis Mumford)
"¿Cuántos años tienes?, significa cuántas lunas han vivido. Examinar y contar de ese modo está lleno de peligros, porque así se ha descubierto cuántas lunas suele vivir la gente.
Entonces guardan eso en la mente y cuando han pasado una gran cantidad de lunas, dicen: "Ahora tengo que morir pronto". Se vuelven silenciosos y tristes y, en efecto, mueren después de un corto período."
(De "Los Papalagi", de Erich Scheurmann)
El tiempo -su medida- es un invento
protervo, una falacia equivalente
al cepo o la mazmorra, un prominente
motivo de opresión y de tormento.
Al pie del calendario, hace recuento
el hombre, malogrando su presente,
del tiempo que pasó y, amargamente,
calcula el día de su acabamiento.
Y en torno de las horas se hace reo
de un diantre que exilió al sol y a la luna,
decretando las sombras. No rastreo,
por tanto, en fecha señalada alguna,
mención de los que aprecio. Más deseo
ser recordado sin razón ninguna.
(El Éxodo)
lunes, 29 de abril de 2013
Cerrado por inventario (Carlos Parejo)
Hoy estoy cerrado por inventario. He pasado todo el día contemplando mi pasada vida, a la redonda y esparcida.
Recuerdo mis grandes y largas pasiones con mirada serena y ánimo templado.
Me duelen, más aún si cabe, con hiriente melancolía, aquellos amores breves que pudieron ser y no fueron. Imagino otros desenlaces, aunque nunca volverán.
Y a esas damas que tanto me quisieron, les canto el estribillo de aquella melodía de Pink Floyd: Ojalá estuvieras aquí…
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 28 de abril de 2013
Llámame maleducado si te place, que me suda la polla
el puño izquierdo alzado
y en la mano derecha
el dedo corazón como peineta
para estos desalmados adiestrados
para ejercer de títeres, payasos,
de puercos mamporreros al servicio
del totalitarismo financiero
sábado, 27 de abril de 2013
La derrota
Tras el triunfo, en la celebración
de aquella victoriosa imposición
urdida para el bien común por todos,
hubo algo, un no sé qué, que me apartó
de la dulce ebriedad de la colmena.
Fue cuando vi el vacío,
sin ti, sin mí, sin nada,
crecido como nunca en mis adentros.
de aquella victoriosa imposición
urdida para el bien común por todos,
hubo algo, un no sé qué, que me apartó
de la dulce ebriedad de la colmena.
Fue cuando vi el vacío,
sin ti, sin mí, sin nada,
crecido como nunca en mis adentros.
Me preguntas, hermano...
Me preguntas, hermano,
si hay algo que aún nos una
en este erial sediento
del sálvese quien pueda.
Si puede haber banderas
comunes a las lágrimas
del que huye y el caído
y el que aún se tiene en pie
tan sólo apuntalado
por una rabia agónica
carente de esperanza.
Si puede haber un credo
común que nos permita
armarnos y hacer frente
codo con codo al miedo
que infunde la miseria.
¡Hermano, abre los párpados!
¡Abramos al unísono
los párpados! ¡Miremos
más allá de la venda
que urdió la pesadilla
de la desesperanza!
Veremos en los muros,
veremos en las sombras,
como aún brilla una luz,
como aún se abre una grieta,
como existe, florece
un credo inextinguible:
la reivindicación de la alegría.
si hay algo que aún nos una
en este erial sediento
del sálvese quien pueda.
Si puede haber banderas
comunes a las lágrimas
del que huye y el caído
y el que aún se tiene en pie
tan sólo apuntalado
por una rabia agónica
carente de esperanza.
Si puede haber un credo
común que nos permita
armarnos y hacer frente
codo con codo al miedo
que infunde la miseria.
¡Hermano, abre los párpados!
¡Abramos al unísono
los párpados! ¡Miremos
más allá de la venda
que urdió la pesadilla
de la desesperanza!
Veremos en los muros,
veremos en las sombras,
como aún brilla una luz,
como aún se abre una grieta,
como existe, florece
un credo inextinguible:
la reivindicación de la alegría.
viernes, 26 de abril de 2013
El sexo de los ángeles
Enfundada en aquel
vaporoso vestido
del color de una herida,
que dejaba al desnudo
tus hombros y dos tercios
de tus piernas al aire,
te me antojaste un ángel
caído que vinieses
con lascivia a tentarme.
Cómo ansié al contemplarte,
condenarme, el pecado.
Mas tú sólo dijiste,
fingiendo indiferencia,
“cuánto tiempo, qué lástima
la premura; otro día
ya te llamo y charlamos”.
Y te alejaste, etérea,
como un ángel sin mácula
morador de los cielos.
vaporoso vestido
del color de una herida,
que dejaba al desnudo
tus hombros y dos tercios
de tus piernas al aire,
te me antojaste un ángel
caído que vinieses
con lascivia a tentarme.
Cómo ansié al contemplarte,
condenarme, el pecado.
Mas tú sólo dijiste,
fingiendo indiferencia,
“cuánto tiempo, qué lástima
la premura; otro día
ya te llamo y charlamos”.
Y te alejaste, etérea,
como un ángel sin mácula
morador de los cielos.
Poemas serios (XXXVIII)
(Osmosis)
A veces, en contadas
ocasiones, me enfrento
al espanto y, desnudo,
me aventuro en las calles.
Y no es, a la intemperie,
la piel ya esa barrera
inexpugnable y sólida
que me aísla del mundo
cuando me hallo al abrigo
de mis ojos cerrados.
E irrumpen en mi sangre,
en el hueso, en las vísceras,
en la grasa y el músculo,
mudándome en cloaca,
océanos fecales
de miseria, albañales
de indefensión, dolor,
injusticia, dolor,
dolor, dolor, dolor,
dolor, desesperanza
de muerto que rebusca
en la basura un resto
podrido de progreso
que llevarse a la boca.
De helada duermevela
en un lecho precario
de cartón a la puerta
de un cajero automático.
De niños ateridos
en la nieve. De ancianos
ateridos, tirados
como perros sarnosos
en la nieve. Del salto
que libera al suicida.
Y elevo la mirada
al cielo no encontrando
en él más que jaurías
de bestias carroñeras.
Y salto y salto y salto
tratando de alcanzarlas
y abatirlas y apenas
me despego del fango
donde vivo arrastrado
como un gusano. Es cuando
más yo te necesito,
cuando más te echo en falta,
cuando más te echo en falta,
cuando más
te echo en falta.
jueves, 25 de abril de 2013
Se equivocó la paloma (Agustín Casado)
Érase Muñoz Palomo,
por otro nombre Julián,
un honrado ganapán
de color ceniza plomo.
Érase Isabel Pantoja
una viuda de exclusiva,
artista, la copla viva,
la peineta y la flor roja
No érase Maite Zaldivar
famosa ni por asomo.
Mujer de Muñoz Palomo,
no es m’ester que os la describa.
Pero un mal día a Julián
otra vida se le antoja
y sin pensarlo se arroja
en los brazos del gañán.
Servirle de mayordomo,
del dios gordo sacristán,
dime tonto y dame pan,
dame un cargo y doblo el lomo
que es mucho más lucrativa,
pensaba Muñoz Palomo,
de palmero del dios momo
la vida especulativa.
Y firma el tonto y se moja
y se va viniendo arriba;
se acabó la suerte esquiva,
lo del Gil una bicoca
y más si lo orquesta el Roca,
política delictiva
que sale a pedir de boca,
y bien llena la barriga,
viviendo la vida loca.
Porque no se sabe cómo
un buen día el muy barbián
se convierte en musulmán,
en el fondo lo que somos.
Y ahí tenemos a Julíán
del brazo de la Pantoja
que por las fechas se aloja
en Marbella y traza un plan.
Y la viudez se le afloja,
se relaja, y con aplomo
lo convierte en su maromo,
lo desnuda, lo despoja.
Su viudez ya relativa,
lagarta de tomo y lomo,
la frente deja hecha un cromo
a la buena de Zaldivar.
Y él deja de ser Julián
pa’ convertirse en Cachuli,
y se cena ya en El Buli
y hasta cambia de ademán,
que más torero que el Juli,
desfoga todo su afán
el camarero donjuan
con aromas de pachuli.
Y cree que la lleva al huerto,
y la baba se le afloja,
y le dice a la Pantoja
que no hay amor como el nuestro.
La margarita deshoja
y canta a los cuatro vientos
su triunfo y su contento,
su alegría sin congoja:
para ellos el almíbar,
que el acíbar de los cuernos
ya que estamos tan modernos,
se lo come la Zaldívar.
La furia de los infiernos
por despecho se le activa
sin dejarle alternativa
y ya puestos a ponernos
la despechada le jura
al juez saber la conjura
de su Cachuli y la diva
y le cuenta vengativa
de las bolsas de basura.
Y lo grita, no murmura,
por activa y por pasiva;
aquella feroz criatura
abre la boca y se chiva,
lo delata y si me apuran,
le cava la sepultura,
le busca ruina segura
feliz gastando saliva,
aclarando aquella oscura,
sucia, trama delictiva.
Y ahora están las dos cautivas
por la ruinosa amalgama,
que los asuntos de cama
mezclados con las pesetas
hacen sacar a una dama
el coraje de dos tetas,
y sin irnos por las ramas
cantemos como el poeta:
“Se equivocó la Pantoja,
Se equivocaba
por ir a donde Jesús,
creyó que el tío era jauja.
Se equivocaba.
Creyó que mar…bella el cielo,
que los coches regalaban
Se equivocaba.
Julián con ella al Rocío,
el pantalón le apretaba.
Se equivocaba.
Que tu fama era una ilusa
Que aquel caserón tu casa,
Se equivocaba,
Ella se cargó a Zaldivar,
Tú te pudres en tu fama…”(*)
Texto y dibujo: Agustín Casado
(*) (Entonado como Serrat entona los versos de Alberti)
por otro nombre Julián,
un honrado ganapán
de color ceniza plomo.
Érase Isabel Pantoja
una viuda de exclusiva,
artista, la copla viva,
la peineta y la flor roja
No érase Maite Zaldivar
famosa ni por asomo.
Mujer de Muñoz Palomo,
no es m’ester que os la describa.
Pero un mal día a Julián
otra vida se le antoja
y sin pensarlo se arroja
en los brazos del gañán.
Servirle de mayordomo,
del dios gordo sacristán,
dime tonto y dame pan,
dame un cargo y doblo el lomo
que es mucho más lucrativa,
pensaba Muñoz Palomo,
de palmero del dios momo
la vida especulativa.
Y firma el tonto y se moja
y se va viniendo arriba;
se acabó la suerte esquiva,
lo del Gil una bicoca
y más si lo orquesta el Roca,
política delictiva
que sale a pedir de boca,
y bien llena la barriga,
viviendo la vida loca.
Porque no se sabe cómo
un buen día el muy barbián
se convierte en musulmán,
en el fondo lo que somos.
Y ahí tenemos a Julíán
del brazo de la Pantoja
que por las fechas se aloja
en Marbella y traza un plan.
Y la viudez se le afloja,
se relaja, y con aplomo
lo convierte en su maromo,
lo desnuda, lo despoja.
Su viudez ya relativa,
lagarta de tomo y lomo,
la frente deja hecha un cromo
a la buena de Zaldivar.
Y él deja de ser Julián
pa’ convertirse en Cachuli,
y se cena ya en El Buli
y hasta cambia de ademán,
que más torero que el Juli,
desfoga todo su afán
el camarero donjuan
con aromas de pachuli.
Y cree que la lleva al huerto,
y la baba se le afloja,
y le dice a la Pantoja
que no hay amor como el nuestro.
La margarita deshoja
y canta a los cuatro vientos
su triunfo y su contento,
su alegría sin congoja:
para ellos el almíbar,
que el acíbar de los cuernos
ya que estamos tan modernos,
se lo come la Zaldívar.
La furia de los infiernos
por despecho se le activa
sin dejarle alternativa
y ya puestos a ponernos
la despechada le jura
al juez saber la conjura
de su Cachuli y la diva
y le cuenta vengativa
de las bolsas de basura.
Y lo grita, no murmura,
por activa y por pasiva;
aquella feroz criatura
abre la boca y se chiva,
lo delata y si me apuran,
le cava la sepultura,
le busca ruina segura
feliz gastando saliva,
aclarando aquella oscura,
sucia, trama delictiva.
Y ahora están las dos cautivas
por la ruinosa amalgama,
que los asuntos de cama
mezclados con las pesetas
hacen sacar a una dama
el coraje de dos tetas,
y sin irnos por las ramas
cantemos como el poeta:
“Se equivocó la Pantoja,
Se equivocaba
por ir a donde Jesús,
creyó que el tío era jauja.
Se equivocaba.
Creyó que mar…bella el cielo,
que los coches regalaban
Se equivocaba.
Julián con ella al Rocío,
el pantalón le apretaba.
Se equivocaba.
Que tu fama era una ilusa
Que aquel caserón tu casa,
Se equivocaba,
Ella se cargó a Zaldivar,
Tú te pudres en tu fama…”(*)
Texto y dibujo: Agustín Casado
(*) (Entonado como Serrat entona los versos de Alberti)
La consorte del prófugo
Doña Cristina Cifuentes
limpia a golpes de sanción
Madrid de insatisfacción
como el agua de las fuentes.
Y si no son suficientes
las multas coercitivas
para no hacer atractivas
las protestas de la gente,
dar palos manda, insolente,
a las fuerzas represivas.
miércoles, 24 de abril de 2013
Nada más que de pensarlo, me duele ya la espalda
Visto el vasto desatino
del gobierno "nazional"
del PP en lo laboral
y su proceder mezquino
con las pensiones, opino
-lo opino, mas no lo encajo-,
que aún seguiré, hecho un cascajo,
dando el callo a los 80,
y mis "niños", con 50,
en mi casa y sin trabajo.
Troika
A dios lo que es de dios –proclaman ávidos
de holocaustos– y al César
lo que le atañe al César.
Y colman los altares y la arena
del circo con sudor y sangre y lágrimas
de un pueblo al que le toca
morder el polvo uncido a la miseria.
de holocaustos– y al César
lo que le atañe al César.
Y colman los altares y la arena
del circo con sudor y sangre y lágrimas
de un pueblo al que le toca
morder el polvo uncido a la miseria.
martes, 23 de abril de 2013
Strip póquer
Desconozco el porqué, el cómo y el
cuándo
he llegado a este lóbrego tugurio
poblado de devotos babeantes
que me uncen a la espiga y al rizoma
sembrados por una horda de hechiceros
artífices del lodo y la cizaña.
Sospecho que he nacido hace un
instante,
sin causa y que, no obstante, desde
siempre,
estoy jugando al póquer con un ángel.
No es un ángel cualquiera, lleva
escrito en sus alas
amputadas su nombre: Lucifer.
Tras tomar, frente a frente, unos
chatos de mosto
que saben a agua y tierra y viento y
fuego,
da cartas y me ofrece una manzana
y lee en mis pupilas el espanto.
"No temas -dice entonces-;
no soy ninguna sierpe nigromante
ni tú has de ser un ser inmaculado
envuelto en un sudario de embelecos
celestes.
Por otra parte, espero que comprendas
que esto no es el Edén y que conservas
intacto el esqueleto y que este yermo
sin tiempo, alfa u omega,
habrá de ser tu tumba aunque rehusases
tomar parte en el juego;
un juego que armaríamos, de darse,
sin ases en la manga ni faroles
ni marcas en el dorso de los naipes."
Le sigo el juego y clavo
al fruto los colmillos hasta el
tuétano,
y todo se ilumina de luciérnagas
que me hacen vislumbrar que estoy
desnudo
y soy de luz y azogue.
“Así que esto era el juego”, me
digo algo perplejo,
y en lugar de sentirme conturbado
ante la desnudez que hallo en mi sexo
y huir para ocultarme entre las cardos,
acepto mi orfandad e inicio, impávido
y dueño de mis actos,
mi efímero periplo bajo un cielo
silente y apacible, salpicado de
estrellas.
lunes, 22 de abril de 2013
Reflexiones paternas (Carlos Parejo)
Mi padre, conforme se acerca a los noventa, no para de darle vueltas a una idea fija. Si llega al cielo, perderá ese cuerpo tan achacoso y desgastado. Y conservará el alma.
Ésta, no sabe muy bien de qué modo por su carácter incorpóreo, será trasladada a una de los millones de casillas celestiales, reservadas a los bienaventurados. ¿Con qué otra alma compartirá celda? ¿Será por orden de llegada, por idiomas, por edades o por nacionalidad? ¿Cómo se reconocerán las almas unas a otras, tan sólo por su luz intensa?
Deberá existir un larguísimo turno de espera para volver a la tierra. Y, una vez le toque, irá a un nuevo cuerpo recién nacido. ¿Olvidará entonces quién fue anteriormente? ¿Será también un alma nueva?
Su religión cristiana debe de ser la única y verdadera, pues no en vano es la que ha reclutado más adeptos entre los seres humanos. Pero ¿Por qué Dios ha mandado a su hijo para darnos una señal, y no ha venido él mismo?
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 21 de abril de 2013
Operación matemática simple
España dividida
por dos, según el método
de cálculo marcial de Patri Otero,
da como resultado
de un lado a los gazmoños vendepatrias
del Viva España y golpes en el pecho,
y de otro, según estas
hienas de la impostura y el saqueo,
aquellos que denuncian sus desmanes,
y son etiquetados, de inmediato,
de nazis, terroristas y sectarios.
Una “España inferior que ora y
embiste”
y quiere aniquilar a la otra España:
“la España de la rabia y de la
idea”.
sábado, 20 de abril de 2013
Sospecha
Sospecho que sospechas
que sospecho que tú
sospechas que sospecho...
Y te mueres, me muero,
nos morimos de ganas.
Alegoría
¿Recuerdan la película
de la Momia? ¿Recuerdan
como hurtando, absorbiendo
el aliento a sus víctimas
va cobrando vigor,
se regenera?
¿Recuerdan la malicia
impune con que actúan
los siervos de la Bestia?
Y a qué viene –dirán–
dedicar un poema
a algo tan baladí,
con la que está cayendo?
con la que está cayendo?
En seguida lo aclaro:
la Bestia, sus lacayos,
sus víctimas inermes,
son una alegoría
que hoy representa a España.
Así que no se olviden
de la Momia y sus siervos.
Y al tenerlos presentes,
recuerden que la inicua
realidad sobrepasa
a la inocua ficción,
a menudo, con creces.
viernes, 19 de abril de 2013
Romancillo del Ministro Guarrete, digo Cañete
Arias Cañete, ministro
y ecologista de nota,
ha dicho en los desayunos
que sirve el Fórum Europa,
ducharse con agua fría
por no derrochar ni gota.
La Comisaria Europea
de Acción por el Clima, roja
de vergüenza, ha dicho que ella
renunciaría a mil cosas
antes que al agua caliente,
el gel de baño y las pompas
de jabón, mientras, quién sabe,
si ante palabras tan tontas
del Ministro, igual pensaba
“este Cañete es idiota”.
Y es que la verdad, Ministro,
yo que me ducho a la aurora,
si lo hago con agua fría,
no me saco bien la roña,
y para mucho más inri
se me encogen las pelotas.
También, Ministro, me inquiero,
dadas sus costumbres, oiga,
si le apestan los sobacos
y, por contagio, la ropa;
pues, suponiendo, supongo
que al ser usted un patriota
concienciado y ahorrativo,
no usará la lavadora.
En fin, Ministro, no sigo
importunando, hasta otra,
pero antes de despedirme,
le sugiero, tome nota,
no ingerir más alimentos
caducados; que eso es cosa
que al parecer le provoca
se le vaya la pelota.
y ecologista de nota,
ha dicho en los desayunos
que sirve el Fórum Europa,
ducharse con agua fría
por no derrochar ni gota.
La Comisaria Europea
de Acción por el Clima, roja
de vergüenza, ha dicho que ella
renunciaría a mil cosas
antes que al agua caliente,
el gel de baño y las pompas
de jabón, mientras, quién sabe,
si ante palabras tan tontas
del Ministro, igual pensaba
“este Cañete es idiota”.
Y es que la verdad, Ministro,
yo que me ducho a la aurora,
si lo hago con agua fría,
no me saco bien la roña,
y para mucho más inri
se me encogen las pelotas.
También, Ministro, me inquiero,
dadas sus costumbres, oiga,
si le apestan los sobacos
y, por contagio, la ropa;
pues, suponiendo, supongo
que al ser usted un patriota
concienciado y ahorrativo,
no usará la lavadora.
En fin, Ministro, no sigo
importunando, hasta otra,
pero antes de despedirme,
le sugiero, tome nota,
no ingerir más alimentos
caducados; que eso es cosa
que al parecer le provoca
se le vaya la pelota.
jueves, 18 de abril de 2013
Qatar (Agustín Casado)
Allá por el mes de Enero,
concretamente el día seis
como todos bien sabéis,
a los sones del pandero
si bien portado os habéis
y disteis carta al cartero,
vienen tres Reyes austeros
que entre la mula y el buey,
villancicos y agnusdéis
nos dejan los puñeteros
más que tieso el monedero,
el bolsillo un agujero,
calcetines y un jersey.
Pero antes de eso, primero,
ya nos mintió el cuarto Rey
diciendo que ante la ley
todos iguales, sin fueros.
Todos iguales quizás,
pero como dijo aquél,
unos iguales fetén
y otros iguales sin más.
O si no dígame usté
por dónde se pue’agarrar
qu’el cuñao’el Marichalar
a quien ya platea la sien,
diga ser una oenegé
monte el tío un todo a cien
(cien millones, claro está),
y venga ahora a declarar,
como ha hecho ayer recién,
que vamos a llevarnos bien,
que pelillos a la mar,
que me pillo yo ahora un jet
y me largo pa’Qatar.
Puede que yo no sea quién
pero puestos a opinar
vengo aquí a reconocer
que el país de su espantá
además de ser edén
es más propio que la mar:
si por el Golfo de Omán
“del golfo” se fue a llamar,
lo será pronto también
por vivir allí el truhán.
Habrá de tener cuidado
nuestro duque el empalmado
a la hora de “currar”
que allí no son tan mirados
como aquí si has trincado
y se lo toman fatal,
ocurriendo que al final
un fulano con turbante
viene con todo el malange,
saca el tío así el alfanje
y cortando por lo sano,
le corta al cero las manos
al chorizo y al mangante
por consorte cortesano
o yerno de soberano
que diga ser el tunante,
por blanco que sea su guante
que ya no usará por vano,
además de ser un cante
con dos muñones por manos
entrenar a balonmano.
Conque piénsatelo antes
y no le déis el verano
al cazador de elefantes.
Y bien forrado el bolsillo,
tú tira siempre p’alante
que aunque redomado pillo,
entenderán tus chiquillos
que un deportista brillante,
titular siempre, triunfante,
no quiera chupar banquillo.
Texto: Agustín Casado
Ilustración: K´Kelín
¡Por Orticón, Saticón y Vidicón!
(¡Ja, ja, ja, qué mala, pero qué mala
soy!)
“Ergios, watios y turbinas,¡produzco crisis y ruinas!...y la razón nadie la adivina.”La Bruja Avería (Santiago Alba Rico)
Cómo añoro a la teatral
bruja aquella que, jovial
y con sarcasmo genial,
en la Bola de Cristal,
criticó lo liberal,
declamando “viva el mal
y también el capital”.
Añoranza en la feudal
España inquisitorial
–ja, ja, ja, aconfesional–
del nefando cardenal
Rouco. En la España desleal
del complot ministerial
de la derecha brutal
sirviendo a la patronal
en bandeja radical
la reforma laboral.
En la España sucursal
del imperio colonial
que al pueblo humilla, inmoral,
y le niega pan y sal.
La del recorte letal,
mil de arena, una de cal.
En la España pedestal
del abuso policial.
Esta España proverbial
del disparate verbal,
cuyo ejemplo sin igual
otra bruja es –¡Viva el mal¡
¡Viva el mal y el capital!–:
la aterradora y marcial
Dolores de Cospedal.
miércoles, 17 de abril de 2013
A la luz del descabalgamiento
Cuando hubo madurado,
más que por sus maestros, por los
años,
preguntó por su padre.
“Tu padre está en el cielo” -le
dijeron.
(Fue cuando comprendió que había
nacido,
había malvivido y moriría
abandonado y huérfano)
“¿Debo inferir entonces -respondió-
que sólo soy un pollo?”
Y acto seguido apostató por siempre
de cuentos y cuentistas anestésicos
y sus babas viscosas y seráficas.
Ilustración: Convesión de San Pablo,
de Peter Paul Rubens.
martes, 16 de abril de 2013
Epigrama juris(im)prudente y caco(a)fónico
Si en España eres abierto
de miras y, con arrestos,
te manifiestas dispuesto
a sacar los pies del tiesto
ante la casta de ineptos
saqueadores y trileros
por gracia divina electos,
¡PREPÁRATE!, como efecto
tan súbito como cierto,
tras picotearte los cuervos,
te abocarán al destierro
o a clamar en el desierto.
Ilustración: eljueves
Germen
Termina el día y, de principio a fin,
no ha sido más que un caos en que tus actos,
los has ejecutado por inercia:
tu personalidad y tu albedrío
han sido aniquilados por la máquina.
Y por primera vez recapacitas
e, inquieto, te cuestionas el lugar
que ocupas en el mundo, ese engranaje
taimado y opresivo que se mueve
cebado por tu pánico -y parálisis-
a ser, por no encajar en el sistema,
reemplazado y tirado a la basura.
Y se te viene encima el entramado,
el castillo de naipes que pensabas
te habría de dar abrigo hasta la muerte:
Te habían contado, y siempre lo creíste
con ciega fe, que era el capitalismo
la fórmula perfecta, el mecanismo,
frente a otros asentados en ideas
de corte colectivo, destinado
a, amén de hacerte libre, conferirte
palmaria condición como persona.
Y recuerdas los versos de León
Felipe y como él también exiges
que no te sean contados ya más cuentos,
y te prometes, firme, hacerle frente
al pánico y la inercia, e ir al unísono,
de forma colectiva con los miles
y miles de millones que conforman
la sucia maquinaria a desmontarla
para la libertad y la persona.
lunes, 15 de abril de 2013
Aprender la historia de las maneras de trasladarse y moverse (1): Tartessos (533 AC) (Carlos Parejo)
Yo fui el escriba del rey Argantonio, aquel monarca tan famoso entre fenicios, etruscos y pueblos egeos. Era cuando las tribus del mar nos aventuramos a explorar y descubrir ese mar común que es el Mediterráneo, y aquél Océano Atlántico, que entonces nos parecía si fin y sumido en las tinieblas.
Nuestras naves surcaban los mares desde que salía el lucero de la mañana hasta que lo hacía la estrella vespertina. Las había para hacer negocios, con su perfil barrigón y redondeado y con unos grandes ojos pintados a babor y estribor para ahuyentar a los espíritus maléficos de las profundidades. Aquéllas con la proa como un caballo, con la que pescábamos los atunes. Pero las más impresionantes naves fueron los buques para la guerra. Tenían mortales y puntiagudos espolones en la proa, copiados de los helenos, semejando las embestidas de águilas, ciervos, jabalíes, rinocerontes o tiburones, y llevaban grabados fieros nombres. Su mera visión amedrantaba a los piratas, a la manera de los acorazados yanquis del siglo XX. Ya entonces nos lanzamos a una carrera armamentística. Fabricamos espolones de cobre, poco resistentes. Luego de bronce y, finalmente, de un hierro que cortaba en dos como una cuchilla las embarcaciones enemigas.
Cada pueblo del mar sentía predilección por unos colores con los que las velas de sus naves se divisaban en la lejanía. Los tartessios usábamos velas blancas con un luminoso sol como emblema patrio mientras las embarcaciones fenicias llevaban el escudo del cedro y velas rojas y listadas, o las egipcias se decoraban con jeroglíficos. Los egeos revolucionaron las modas. Al principio se identificaban por sus velas blancas con una orla púrpura. Luego cada ciudad comenzó a usar un animal mitológico o real como caballos y serpientes aladas, jabalíes, hidras,…
Las artes de la navegación eran muy precarias. Toda la marinería acostumbrábamos a orar y practicar ritos y sacrificios ante nuestro Dios protector, ya fuera Neptuno o Poseidón, en el santuario de cada puerto. Más o menos como a partir del siglo XV los arrieros y conductores rezarían al católico San Cristóbal. Incluso, había proas de naves de las que colgábamos geniecillos pintorescos que hacían sentirnos mejor a los más supersticiosos.
Pero a pesar de tantos naufragios como hubo, la avaricia nos empujaba a descubrir nuevas rutas para monopolizar materias primas como el ámbar y el estaño. Los “navarcas” con más de medio centenar de embarcaciones eran las grandes fortunas del Ecumene. Y sus astilleros luchaban por conseguir cada año nuevos navíos de cada vez mayor capacidad y velocidad. Recuerdo las “pentacostas” egeas. Venían desde Samos a Gadir sin hacer escalas -para abastecerse de agua, víveres y pez- en tan sólo un mes lunar y guiándose de los fuegos encendidos en las costas –nuestros primitivos faros-. Tenían cien remeros distribuidos en tres pisos. Y, aunque su aspecto era colosal por lo gigantesco, ningún pirata podía abordarlas de lo rápido que surcaban los mares.
Los héroes contemporáneos realizan imaginarios viajes interestelares. Entonces, había otras dimensiones mucho más limitadas. Los doce trabajos de Hércules, los viajes de Ulises y la búsqueda del vellocino de oro por Jasón tuvieron como escenario el Mar mediterráneo, que nos parecía tan misterioso como peligroso, poblado de cíclopes y sirenas. Y allí nació ese género literario que llamamos “libros de viajes y aventuras”.
Moverse por tierra era otra cosa. Relativamente fácil en la ciudad civilizada y sus alrededores, y mucho más difícil y peligroso cuando nos internábamos tierra adentro.
Empleábamos los carros y los palanquines o sillas de manos para circular por Gadir. Hoy día asociamos los colores extremos -blanco y negro-como los más elegantes para los chasis de los vehículos contemporáneos. Pero esta costumbre es inveterada. Mi rey Argantonio ya acudía en sendos carros tirados por bueyes y caballos blancos a las ceremonias oficiales de la Corte y las procesiones religiosas.
A varios kilómetros de la costa mediterránea predominaban los bosques. Y para atravesarlos había que marchar a pie. Para caminar sin imprevistos sobresaltos sólo valía usar la intuición y los cinco sentidos. Resultaba fundamental estar atento a cualquier ruido en los linderos, observar detenidamente las huellas humanas y de alimañas, el humo de las hogueras en los contornos o interpretar las piedras pintadas que anunciaban que se entraba en el dominio de ésta o aquella tribu o en terrenos prohibidos, como las colinas y bosques sagrados que tanto abundaban.
(¢) Carlos Parejo Delgado
domingo, 14 de abril de 2013
Felación
A María Dolores de Cospedal
Nazis llamando nazis
a aquellos que defienden sus derechos.
A los desposeídos, a las víctimas,
a los desesperados que, al borde del
suicidio,
reclaman les concedan
algo de dignidad y de respeto
y que les sea devuelto
lo que alevosamente les robaron,
incluida la esperanza.
A esto ha llegado España,
la España que tildada diferente,
hoy lo es por sus patriotas
de cuentas millonarias en Suiza,
fruto de la evasión
fiscal, las comisiones ilegales,
la explotación, cohechos,
la explotación, cohechos,
malversación de fondos públicos.
La España en la que luego si uno
grita,
les grita “hijos de puta” a los que
forman
esa horda de bastardos, a esos puercos
del falso “Viva España”,
pasa a engrosar la lista
negra de terroristas y a ser blanco
de jueces y fiscales y otras hienas
afines a la hiel y heces del régimen.
Pues nada, que me incluyan en la lista,
pues dejando de lado la poesía
al fin de este poema,
les grito yo también "hijos de puta:
lavaos bien la boca y en lugar
de usarla para urdir difamaciones,
hacedlo, una vez limpia,
para comerme el nabo".
sábado, 13 de abril de 2013
Poeta inconformista reventando su homenaje
Después de tantos años
negándome el dudoso
honor de figurar
en una más de tantas
antologías poéticas de poetas
provincianos
duchos en adular al poderoso,
y, cómo no, pagadas
por el erario público,
hoy estamos aquí,
poetas de medio pelo, autoridades,
para homenajearme.
Y sospecho que, más que por mis versos
sarcásticos y siempre en lo político
y aún más en lo poético,
ajenos al hedor de lo correcto,
es por ese rumor
de que he sido agraciado
con no sé cuántos cientos
de millones de euros
en una lotería de ámbito europeo.
Pues antes de seguir
con tanto baboseo interesado,
y a fin de ir acabando,
permitan que les diga: nunca juego.
Y ahora que ya lo saben,
ahuecando y, con orden,
me dejan el salón aseado y vacío.
Buenos deseos para una mañana luminosa
Que los buitres se metan
un instante en la piel de los que han sido
despojados de todo, marginados,
y al sentir la orfandad, la indefensión
que transmuda el aliento y la esperanza
en carroña, no puedan
soportarlo y se quiten
como aquellos la vida.
un instante en la piel de los que han sido
despojados de todo, marginados,
y al sentir la orfandad, la indefensión
que transmuda el aliento y la esperanza
en carroña, no puedan
soportarlo y se quiten
como aquellos la vida.
viernes, 12 de abril de 2013
Trasluz
Aquel dolor de espíritu
que abrió en canal el vientre a la
esperanza,
arrancándole tripas,
corazón,
el tuétano y el aire,
ahora,
somatizado,
se ha instalado en mi espalda, y tengo
miedo.
Después de tanto tiempo
transitando el telúrico
territorio del légamo, sus túneles
helados, laberínticos,
ajenos al color, alimentándome
de mi hiel y mis heces,
me acostumbré a esta mímesis
que me hermana a lo huérfano.
Y ahora que ya la herrumbre
devoró el movimiento
circular y cautivo
que animó las mareas,
me pregunto el porqué
de esta metamorfosis,
de estas frágiles alas,
de este dolor seráfico,
al borde de estos haces
de luz ultravioleta,
mudándome en polilla.
La espera
transcurso de años meses días horas
minutos y segundos sin un lapso
de tiempo a tiempo o tiempo sin relojes
minutos y segundos sin un lapso
de tiempo a tiempo o tiempo sin relojes