Pocos abusos de poder tan nocivos para la democracia como los perpetrados por un ministerzuelo macartista. Dimisión es poco. A algo así le deberían corresponder, como mínimo, unas más que merecidas vacaciones a la sombra.
(*) Iñaki Gabilondo dixit.
Donde abundan los abusos hay una extraña correspondencia.
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