Hay tipos que se pasan coqueteando toda la puta vida con las musas —los hay de éstos que, incluso, son éxito de ventas o ganadores de unos cuantos certámenes poéticos. Pero al cabo de todo, de la vida, no se han halado ni una rosca. Con las musas, señores, no se juega. A las musas se las respeta.
Ilustración: Picasso
Las Musas colocan a los clásicos en su sitio de honor, aunque tarden siglos en hacerlo
ResponderEliminarCon las musas se juega a todo lo irrespetuoso que, evidentemente, no tiene nada que ver con ganar certámenes.
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