Una mujer humilde vuelve a casa tras una jornada agotadora de trabajo.
Trabaja de lunes a domingo, doce horas por día, y el mísero salario que
percibe, le alcanza apenas para llegar a fin de mes sólo atendiendo a lo
más básico. Acaba de cobrar. En "negro". Es invierno. Hace siglos que
cayó la noche. Ya nadie espera un nuevo amanecer en los suburbios. A la
vuelta de una esquina, varios sujetos, de traje y corbata, la asaltan.
Premeditación, nocturnidad y alevosía. Y ensañamiento. Le dan una brutal
paliza. La violan varias veces, analmente, y la desvalijan. Diez meses
de hospital. Ha perdido trabajo y casa. Y la última brizna marchita de
esperanza. No hay rehabilitación posible.
Relato desesperanzador del hombre es un lobo para el hombre
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