Hoy, en el rancio día llamado antaño de la Raza, cuánto politicastro felón y vendepatrias, cuánta asquerosa alimaña patriotera y prevaricadora posando para las fotos del evento, dándoselas de profesar un amor desmedido y absolutamente altruista por España. Cuánta impostura. Cuánta náusea. Que desfilen poetas, mecánicos, maestros, médicos, albañiles, labriegos... Y que la tribuna sea ocupada por el pueblo. Y que todos los ejércitos del mundo entreguen de una vez por todas y para siempre las armas.
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